Los vecinos de los barrios agrupados detrás del Barrio Ecológico han dado un paso adelante para proteger la zona ante nuevas usurpaciones. Este fin de semana, se detectaron movimientos irregulares en un área de la colina, lo que derivó en una denuncia inmediata al Municipio y una cobertura periodística que puso en evidencia la situación.
El trabajo conjunto de la comunidad permitió que, en menos de 24 horas, las casillas que se habían instalado fueran desarmadas. Sin embargo, el lugar quedó visiblemente afectado: restos de materiales, fogones y basura ahora evidencian el impacto ambiental de estas acciones.
«En un barrio organizado, el atajo de intrusar para quien no tiene nada cuesta muy caro. Nos apena ver cómo personas en situaciones de vulnerabilidad toman decisiones desesperadas que solo les generan más pérdidas, mientras las autoridades municipales envían señales poco claras para prevenir estos hechos o trabajar activamente en la relocalización de quienes lo necesitan,» manifestó un representante vecinal.
Los vecinos destacan que este tipo de situaciones no solo afectan la propiedad privada, sino también el medio ambiente y la convivencia en la zona. Por ello, hacen un llamado urgente a las autoridades municipales para que adopten medidas concretas:
Acción inmediata: Presencia activa y sostenida en las áreas críticas.
Prevención: Campañas de educación que desestimulen estas prácticas y aclaren las consecuencias económicas y legales.
Reubicación activa: Generar soluciones habitacionales para evitar que estas situaciones sigan ocurriendo.
Finalmente, los vecinos recordaron la importancia de mantenerse organizados: «Nuestra comunidad no permitirá que estas prácticas sigan avanzando. Estamos dispuestos a seguir trabajando juntos para defender el lugar que llamamos hogar.»
