Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

La civilización Tiwanaku (o Tiahuanaco) conoció el esplendor durante los siglos IX y XII. A orillas del lago Titicaca, mucho antes del Imperio Incaico, crecía su capital socio -política, Tiwanaku. Claro que en los comienzos la civilización más longeva de América nació como un asentamiento agrícola. Sin usar armas y provocar guerras su cultura y población creció junto a la domesticación de la llama.  Ello permitiría la apertura y el transporte de alimentos a otros pueblos. El comercio comenzaba a florecer. Posteriormente y a los fines de unificar el Imperio se armó un ejercito profesional. Así dominaron desde la costa al altiplano.

Esta cultura prehispánica fue una civilización hidráulica. Cincuenta y cinco kilómetros separaban su capital del lago Titicaca. Las condiciones para la vida eran ideales, buen clima el cual traía cosechas prósperas de quinua, papa, la sagrada coca y el maíz; un extenso valle donde se reproducían las llamas, construyeron una permanencia ventajosa. A ello se le sumaba la estructura lítica de canales prolongados e interconectados.

Cuando su población comenzó a crecer, se complejizó la red social, donde como en casi la mayoría de las civilizaciones, en el escalón más alto estaban los funcionarios, los sacerdotes y los militares. A este grupo le seguían los artesanos (sus tejidos, cerámica, vasijas forman parte de un mosaico cultural y evolutivo diverso; trabajando especialmente la piedra y el metal) y finalmente se sumaban los agricultores. Algunos autores incluyen un cuarto agrupamiento reservado exclusivamente a los comerciantes.

Su gobierno era de carácter teocrático, estaba basado en el reconocimiento de sus divinidades. Si bien eran politeístas, su dios más influyente era Huiracocha (el dios de la espuma de las aguas).

Su arquitectura se desarrolló hasta llegar a ser monumental. Quizás la Puerta del Sol sea uno de los iconos de esta civilización. Esta fue descubierta en el año 1549 por Pedro Cieza de León. En ella la figura central representa al dios Viracocha (el cual fue el responsable de crear a los humanos ayudándose con roca y tierra).

La desaparición de esta cultura aún genera un misterio ya que quedaron pocas pistas al respecto. Se sospecha que influyó el cambio climático. Una gran sequia y la proliferación de enfermedades actuaron negativamente. Este rompecabezas aún no logra llevar impresa la palabra fin. En gran medida los incas se apropiaron de la cultura y los avances de la civilización Tiwanaku.

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