Periodista de Tierra del Fuego.

Si en el período 2019-2023 dijimos que Tierra del Fuego y sus ciudades fueron las “mimadas” en términos de inversión nacional, este inicio de nueva gestión promete ser un giro de 180° por parte del ejecutivo liderado por Javier Milei. Sin interlocutores y sin partidas presupuestarias, tanto municipios como Provincia comienzan un tortuoso camino para tratar de terminar lo que estaba avanzado, así como analizar qué se podrá hacer a futuro con recursos limitados.

El presidente de la Nación acuñó el término “no hay plata”. Ahora, esa declaración para la tribuna empieza a dar señales de cuan agudo será el impacto no solo en la economía local, sino en la capacidad de generar insfraestructura. Mientras que la provincia ya habla de más de 30 obras paralizadas, las municipalidades de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin hacen lo imposible para tratar de bachear calles y prepararse para los costos del “Operativo Invierno”.

En declaraciones con FM Masters la Secretaria de Planificación e Inversión Pública, Belén Borgna, retrató la difícil situación que atraviesa la Municipalidad de Ushuaia. Quizás lo más indignante, por fuera del tema presupuestario, es que no encuentran en Nación funcionarios para dialogar: no han sido desginados o no contestan. Recordemos que Infraestructura iba a ser un Ministerio, y luego de las acusaciones a Guillermo Ferraro de “topo” el área está en un limbo: desde Justicia aún no han rubricado la transferencia a Economía, pero de los pocos designados ninguno tiene poder de decisión, que recae en las manos de Luis “Toto” Caputo.

Ante esta situación, obras viales de gran complejidad como la ampliación de la Avenida Perito Moreno e Hipólito Yrigoyen están fuera de los planes en el futuro inmediato. Según Borgna se sigue intentando generar algún tipo de diálogo para acceder al financiamiento de las obras ya en curso, algo que tanto Milei como Francos prometieron, pero que hasta ahora sería un mero anuncio mediático.

En este juego que el presidente propone de los que “la ven” o “no la ven”, hubo uno que parece haber vislumbrado la importancia de la autosuficiencia. Aunque muy criticado en su momento, el intendente Walter Vuoto hizo una misión de su gestión la adquisición de maquinaria y herramientas para acondicionar el mobiliario urbano, así como la capacitación del personal municipal. Así, quizás Ushuaia termine siendo la menos golpeada por la medida del gobierno nacional, pudiendo enfrentarse a las tareas de reparación y bacheo, algo que la secretaria remarcó al anunciar que “hoy mismo comenzaremos con estas tareas”.

Hacía 20 años que no se compraba nada, allá por 2019, y Vuoto que quizás “se la vio venir” luego de la gestión Macri equipó el municipio con camionetas, motoniveladoras, retroexcavadoras y camiones entre otras cosas. En el tiempo más cercano, también hizo la compra de la planta de asfalto, que se espera que esta temporada pueda comenzar su funcionamiento una vez finalizada la obra civil complementaria. Ahora, esas herramientas podrían ser claves no solo para Ushuaia sino para los otros municipios, brindando asistencia o realizando acuerdos para entre todos tratar de paliar el difícil contexto actual.

Una de las obras que sobrevivió la tierra arrasada del ortodoxo economista liberal fue el Paseo de la Pasarela Fique, proyecto que el municipio impulsa con fondos del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, y que luego de sendas gestiones de la intendencia con el organismo, seguirá avanzando.

Con el invierno puesto en la mente y asegurar la circulación cuando las nevadas empiecen a azotar la ciudad, Borgna adelantó que seguirán trabajando en el Natatorio, gracias al “poder de la creatividad, donde estamos repensando cada cosa que podamos hacer con personal propio. Es gracias a que tenemos un grupo de técnicos excelente que podemos proyectar un edificio con recursos propios”.

En este camino de constricción que propone el nuevo gobierno, con el déficit cero como Santo Grial económico, los recortes indiscriminados tienen impactos muy reales en la vida cotidiana de cada vecino y vecina. Con recursos limitados, las expectativas para ver una ciudad linda y con infraestructura como escaleras, plazas y calles sin problemas tendrán que ajustarse. Del lado empresarial, muchas compañías comenzarán una multitud de procesos legales, dado que se han paralizado obras en ejecución y también adjudicadas. En el medio, quedan las y los trabajadores de la UOCRA, con consecuencias directas en casi 200.000 obreros en todo el país.

Lejos parece quedar el festival de inauguraciones, donde el mayor problema era si el ministro se sacaba foto con cual o con tal, ahora en una verdadera economía “de guerra”, será la creatividad de la que habla Borgna, el filo del lápiz y la cintura política la que determine qué tanto se puede hacer. El presidente y su ministro de Economía pisan el acelerador en la curva de la recesión, sin lugar a reconsideraciones, más aún con los que catalogan de enemigos. Las obras, desgraciadamente, no creo que “las veamos”.

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