Sergio Chejfec (Buenos Aires, Argentina 1956- 2022 Nueva York, Estados Unidos) nació en nuestro país, sin embargo fue un andariego que vivió también en Venezuela (donde fue el director del diario Nueva Sociedad, el cual alternaba temas tales como: políticos, culturales y sociales) hasta encontrar la muerte en la ciudad de Nueva York.
“Lenta biografía” ( publicado en el año 1990) fue su primera novela, aunque incluso publicó ensayos, poesía y narrativa en general. Esta obra fue editada cuando Chejfec contaba con treinta años, lo cual nos llevaría a discurrir que la edad es sólo una circunstancia a la hora de crear arte. En ella realiza una escenificación del terror político, su producción se percibe más cercana a un director de cine o teatro que a un escritor. Es dueño del detalle de las escenas por lo cual sus personajes, lugares y posturas se vuelven exóticas. Además el origen de su propia comunidad aporta a la reconstrucción memorística y establece un paralelismo con lo ocurrido en el Holocausto, durante el período de la Alemania nazi.
“El llamado de la especie” (publicado en el año 1997) Chejfec continúa realizando una exploración de las zonas grises de la literatura. Este relato se desarrolla en una ciudad (que quizás no es tal) rodeada de fábricas, sombría, donde los recorridos aparecen y desaparecen según sobreviene la llegada de diferentes personas. Algunos abren caminos y otros los cierran.
“Los incompletos” (publicado en el año 2004) como en la mayoría de sus libros la distancia ha sido la gran compañera. Chejfec se apropia del recurso de caminante a la hora de ubicar a sus personajes, ellos pasean, descubren y exploran. Un viaje incesante. Así Félix decide pasar el resto de su vida deambulando por el mundo, dando vueltas a las cosas que pasan en su país. Su terruño ya no es consistente, por ello decide tomar distancia. Aquí aparece la perspectiva subjetiva de su personaje principal, lo cual lo va llevando hacia una crisis del concepto de ciudadanía. Él mismo sin estar en su país, prolonga la pauperización de su espíritu. Su identidad nacional se desvanece y se enreda en la compleja globalización. Nuevamente aparece en el papel esencial la memoria la cual parece tener una lógica propia. Luego de la expiración de la dictadura militar en nuestro país (1976-1983) una forma diferente de escribir se deja ver.
Chejfec se acercaba por medio de sus historias y de sus personajes comprometidos con los escenarios, esos capaces de otorgar versiones integradoras de la historia, donde la realidad va a tientas.
Herencia e identidad, reflexión, origen y descendencia sobrevienen de la mano de sus más dudas que certezas sobre el futuro sin esperar mucho del presente. Escribir porque la memoria evoca.