Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Grimanesa Martina Matto Usandivaras, optó por ser Clorinda Matto. Nació en 1852 en Perú (Cusco) en el seno de una familia acomodada. Cuando falleció su madre, dejó sus estudios secundarios para hacerse cargo de la crianza de sus hermanos más pequeños. En 1871 se casó con el médico inglés Joseph Turner, pero diez años más tarde este falleció. Clorinda Matto pronto comenzó con su labor como escritora y periodista, ya en 1876 había fundado la revista El Recreo.

Haber sido una mujer comprometida tempranamente con la actividad literaria relacionada a la problemática de la inmigración, la educación de las mujeres, la situación política y social de Perú, no fue gratis; muy por el contrario. Arrojó el guante ante la Iglesia Católica y su poder autárquico, el ejército limeño y la sociedad más tradicional. Sufrió el exilio y falleció en la ciudad de Buenos Aires el 25 de octubre de 1909. Quince años después su cuerpo pudo regresar a su tierra natal.

Con “Aves sin nido”, publicada en el año 1889, decide meterse de lleno en el campo del indigenismo, es verdad que ella más que nadie conocía el tema ya que había vivido durante diez años aproximadamente en Tinta (Perú), localidad que es reconocida por haber sido la cuna del levantamiento popular de Tupac Amaru. Además Clorinda hablaba quechua.

Esta novela realista latinoamericana gira alrededor de una familia de indios compuesta por Juan y Marcela Yupanqui, los cuales vivían junto a sus dos hijas (Margarita y Rosalía) en el pueblo de Killac. También habitaban allí Fernando Marín y su esposa, Lucía. Los únicos capaces de echarle una mano a los vecinos que eran constantemente explotados, humillados y ultrajados por la milicia, los curas y los jueces del pueblo.

Lucía estaba recién casada y acompañaba a su esposo con el fin que este desarrollara negocios mineros, sin embargo la corrupción de los poderosos de ese pequeño poblado andino (el cura, los cobradores de impuestos, el gobernador y los terratenientes) la escandalizaban. Pronto comprenderá que en los hechos radica el cambio para desterrar las situaciones injustas.

Lucía es una mujer de acción, presurosamente tomará el control y tendrá la valentía de exigir explicaciones a los hombres más influyentes del pueblo (el cura y el gobernador serán los primeros de una larga fila) movida por la fuerza que tironea el desamparo de Marcela y su familia. Así iniciaba el Capítulo IV, Clorinda Matto:” Lucía no era una mujer vulgar. Había recibido bastante buena educación, y la perspicacia de su inteligencia alcanzaba la luz a la verdad estableciendo comparaciones…”.

Clorinda Matto fue una mujer con la mirada puesta en el pensamiento positivista, el pulso de la razón y la conciencia marcaron la diferencia ante una perspectiva distinta del rol de la mujer en la transformación de la sociedad.

Creía fervientemente en la educación como la herramienta que cambiaría el destino de sus congéneres.

Otro punto fundamental era para ella la participación ciudadana. Miraba con malos ojos la educación basada en la frivolidad que se ofrecía a las mujeres en aquella época. Bregaba para que ellas fueran parte de una fuerza social activa.

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