Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Este es el título de una de las obras maestras de Oscar Wilde junto a “El retrato de Dorian Grey”.

Fue escrita en el año 1895 y la puesta en escena se realizó el 14 de febrero del mismo año en el teatro St. James de Londres. Tres meses más tarde el autor era puesto en prisión por entablar una demanda en contra del padre de Lord Alfred Douglas, su amante, por acusarlo de sodomita.

Recordemos que Wilde estaba legalmente casado (no muy felizmente, según parece) con Constance Lloyd. Tantos rumores juzgaron anónimamente la vida del escritor, hasta que finalmente un juez lo sentenció a dos años de trabajos forzados por indecencia grave. Al salir de la cárcel su nueva vida lo llevó a Francia, donde finalmente murió en el año 1900 a causa de una meningitis.

El título de esta obra merece una aclaración, en verdad su nombre original es “The importance de Being Earnest”, este juego de palabras pone especial importancia en el nombre propio que podría traducirse (como lo han hecho) en Ernesto, pero en realidad suena fonéticamente igual al término earnest, este es un adjetivo, el cual podría adecuarse al concepto de honesto, franco, severo o serio en nuestro idioma.

Wilde fue un crítico de la época victoriana y del estilo de vida de la sociedad del Imperio británico.

La ciudadanía inglesa enfatizaba en los valores y la disciplina, prestando especial atención a los prejuicios con los que cargaba; aunque la doble moral era moneda corriente, quizás por ello fue el auge de la prostitución y el adulterio.

Tal vez por esto el argumento de este libro se basa en la desafortunada relación de Jack Worthing con su hermano (fantástico e irreal) Ernesto. Así Jack confiesa a su mejor amigo Algy Moncrieff la verdad: él ha creado una doble identidad, él también es Ernesto.

Los sucesos de carácter confuso y gracioso se producen cuando Jack viaja a Londres y allí se convierte en Ernesto. Uno es tímido, sereno y temeroso de Dios y el otro se divierte y disfruta de la vida. Quizás por ello el subtítulo de la obra sea: “comedia banal para gente muy seria”.

Oscar Wilde fue un escritor notable que decidió poner en palabras el doblez moral que vivía la sociedad en la que le tocó vivir. Los principios sobre el decoro establecido por la reina Victoria tenían episodios francamente maniáticos, en una ocasión mandó alargar los manteles de palacio solo con la finalidad que cubrieran totalmente las patas de las mesas, el propósito era que no se vieran las piernas de las mujeres, ya que consideraba que podían provocar a los hombres.

Wilde posiblemente pagó sus críticas, su fama, sus denuncias sobre la crisis de credibilidad de las normas, los fuertes ajustes políticos y jurídicos de la corte de la reina con la cárcel y el posterior destierro.

Tras su salida de prisión escribió “Balada de la cárcel” (de Reading) la cual firmó con el seudónimo de Sebastián Melmoth. Era un hombre anónimo cuando fue enterrado en el cementerio de Pére Lachaise, pero no era un don nadie, era un excéntrico que sabía cercana la muerte así que sin más cuentan que pidió una botella de champán en el hotel de París donde murió y sabiendo que sería imposible pagarla dijo: “Estoy muriendo por encima de mis posibilidades”.

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