Pasaron las PASO, pasaron los resultados y la “carrera” de dos caballos que preveíamos se dio, pero no en el orden que esperábamos: el Frente de Todo no estuvo cerca del resultado histórico proyectado y Juntos por el Cambio sorprendió proclamándose como primer fuerza política dn la Provincia. Ahora, con menos de 15 días para terminar de presentar plataformas y proyectos en busca de los votos fueguinos, comienza la recta final electoral. ¿Se repetirá el resultado de septiembre?.
Si bien nada está dicho y no hay ningún resultado escrito, entendemos que si se sigue la lógica, las dos bancas en disputa estarán asignadas a los dos diputados que buscan repetir: Héctor “Tito” Stefani y Carolina Yutrovic. En este caso en particular, el orden de los factores si altera el resultado y más que aquel plan original de obtener dos bancas, el Frente de Todos encara esta elección pensando en recuperar el estatus de primer fuerza política en la provincia. Los resultados del 14 de noviembre se proyectan más allá de las renovaciones de las bancas, son la antesala de las elecciones a cargos ejecutivos en 2023. El famoso ¿Quién va con quién? Dependerá en muchos casos del rendimiento no sólo de los partidos mayoritarios, sino de lo que puedan obtener los más pequeños y los sectores independientes que brindaron su apoyo a tal o cual candidato. En este juego de sillas musicales donde nadie quiere quedarse afuera, las elecciones legislativas nacionales servirán como una hoja de ruta para evaluar posibles candidatos y aspiraciones con hechos y no únicamente sensaciones.
Este artículo, que es la primer parte de dos series, tiene la idea de hacer un pequeño repaso por el recorrido de los candidatos desde el anuncio de los resultados de las PASO hasta las generales. Comenzando por el primero, analicemos un poco cómo ha sido este mes y monedas para el candidato revelación Héctor “Tito” Stefani.
Aunque muchas encuestas lo daban por debajo de su contrincante en las internas, Ricardo Garramuño, Stefani hizo valer su peso dentro del PRO y buscará el domingo 14 asegurar su banca por otros 4 años en la Cámara de Diputados. Apenas la semana siguiente de su victoria, “Tito” salió fuerte en los medios presentando un nuevo sistema de indemnización laboral y una democratización de los sindicatos, dos proyectos que él entiende servirían para potenciar el empleo y la producción en todo el país. Críticas más o críticas menos, los proyectos no dieron un resultado tangible en el corto plazo, pero pusieron en la mesa de discusión alternativas opositoras que podrían terminar siendo una realidad con la nueva composición de la cámara.
Cómo Ícaro con sus alas de cera, Stefani estaba volando cerca de este sol de la imagen positiva cuando la Ley de Etiquetado Frontal tuvo su momento de debate en la Cámara de Diputados. Recordemos que semanas atrás, cuando la ley iba a ser votada, desde la oposición se decidió no brindar quórum y Stefani siguió la línea del partido pese a ser de los primeros adherentes a la misma. Se especuló que era una movida política para negociar otras leyes, que simplemente la oposición no le quedaría dar una “victoria” política al gobierno cerca de las elecciones de un proyecto interbloque, pero lo cierto es que días después el Etiquetado Frontal se convirtió en una realidad. Sea una ley buena, mala, mejor o peor lo veremos con el tiempo, pero lo cierto es que Stefani recibió un golpe innecesario en pos de seguir la posición de Juntos por el Cambio.
En lo más inmediato, Stefani parece abocado a capitalizar un cierto enojo del sector textil y la sociedad, que con la aprobación del decreto para la extensión del subrégimen industrial, se sorprendieron al no recibir los mismos beneficios que la industria electrónica. Si bien la continuación de la 19.640 por al menos 15 años, pudiéndose extender a 30, será un triunfo peronista difícil de soslayar, el enfoque de Stefani tendrá su rédito siempre y cuando no surja un acuerdo con los textiles a modo de adenda. Juntos por el Cambio, al ser oposición, tiene que jugar (en términos futboleros) a la contra: mientras el Frente de Todos propone, desde el sector que “Tito” representa, tendrán que buscar los espacios y aprovechar las oportunidades que surjan.
Con una campaña de perfil mucho más bajo que su contrincante, apuntalándose en el descontento popular con la gestión nacional, Stefani parece tener una posición ideal de cara al 14. Si gana otra vez será un logro más que encomendable, volviendo a Tierra del Fuego amarilla en los mapas de los noticieros, a pesar de contar con un gobernador cercano al presidente, tres intendentes peronistas y mayorías tanto en la Legislatura como los distintos Concejos. Si pierde, será la historia del que tenía todas en contra, pero aún así perseveró y mantuvo su banca. +
Salvo un resultado catastrófico para Stefani, el hoy diputado nacional renovará y será uno de los asistentes a la mesa chica de JxC para pensar el 2023 de dicha alianza en Tierra del Fuego. Su buena sintonía con Patricia Bullrich, hoy de las que más mide dentro del sector, le permitirá seguramente ser uno de los posibles candidatos para la gobernación, si es que así lo desea. Cambiemos en 2019 conformó una fórmula más bien nominal, entendiendo que la discusión política pasaba por si Bertone o si Melella, pero hoy, con 2 años de gestión de Alberto Fernández, la posibilidad de salir a pelear la provincia no es tan descabellada. Queda claro que Tierra del Fuego es preeminentemente peronista y no opositora como Córdoba, Mendoza o la Ciudad de Buenos Aires cuando miramos a los funcionarios electos a lo largo de los tres distritos, pero la posibilidad de dar batalla, sea el tipo que fuere, emerge en el horizonte de la oposición.