La provincia se encuentra en una situación de alerta en lo que refiere a producción petrolera. La hidrocarburífera de bandera nacional, YPF, habría dado indicios de la posibilidad de desprenderse de algunos activos que tiene en Tierra del Fuego vinculados al bloque CA-12 1A, sobre la que presentó un proyecto de inversión en 2016. ¿Es falta de gestión o simplemente una situación derivada del contexto del sector?.
Primero, expliquemos un par de detalles. La petrolera estatal ganó la licitación para el permiso de exploración de este bloque, el CA-12 1A, lanzado allá por 2018. En ese entonces, el proyecto planteaba la posibilidad de extender la producción petrolera de la provincia, haciendo foco en la producción onshore en una extensión de 2.100 km2 en el centro de la provincia. Otro bloque que se buscó licitar pero quedó vacante fue el CA-12 1B, con una extensión menor y presencia offshore, en 1.985 km2.
En el acuerdo entre la petrolera y el Estado Provincial se acordaron unas 1.500 unidades de trabajo, referidas a un programa de exploración con trabajos geofísicos y geológicos a realizarse con las técnicas más modernas y eficientes. Asimismo, la empresa debía de tener un segundo proceso de exploración con un mínimo de 1.000 unidades de trabajo así como la perforación de un pozo exploratorio de ciertas características junto con dos camionetas equipadas para la fiscalización de la zona y una obra edilicia a definir por el gobierno.
Adelantándonos a marzo de 2020, antes del inicio de la pandemia, el intento de establecimiento de la empresa estatal hidrocarburífera Terra Ignis Petróleo y Gas, terminó embarrando el proceso licitatorio para las áreas del bloque 2 de CA12 y otras dos más, ubicadas en lo denominado Mar Territorial 1 y Mar Territorial 2. El sueño de Terra Ignis tampoco prosperó, ante la falta de financiación para semejante emprendimiento.
Ya en la actualidad, la Provincia expresó preocupación ante una posible venta de activos de YPF, algo de infieren desde el gobierno por la declinación en inversiones y un enfoque de la empresa nacional a redistribuir sus activos pensando en Vaca Muerta como su gran caballito de batalla. “La caída en la inversión fue la rotura de la monoboya, en ese momento YPF empieza a retraer sus inversiones” declaró el secretario de Hidrocarburos, Alejandro Aguirre. “Esa reparación, que duró más de un año y costó más de 9 millones de dólares” no habría dado las ganancias esperadas por la empresa.
Ahora bien, sacando las intervenciones del Gobierno Provincial que podrían haber afectado la relación con YPF, hay un par de factores exógenos para analizar. Primeramente, tendríamos que hablar que la pandemia bajó de forma considerable el precio del crudo. Con menos vuelos, barcos y consumo energético a nivel global, el precio del petróleo vio una fuerte caída, algo que la misma OPEP, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, analizó en su momento y redujo la oferta a fin de aminorar el golpe. Otro dato interesante es la calidad del crudo extraído: la concentración de mercurio en lo sacado de los pozos vuelve el producto menos atractivo que otros. Así también, la producción hidrocarburífera de la provincia, si bien tiene una larga historia en la producción de petróleo, viene reduciéndose desde 1999, donde se obtenían más de 2.000.000 de m3. Para ponernos en contexto nacional, de la producción de petróleo promedio que habla el Gobierno de la Nación en 2019, Tierra del Fuego representa alrededor del 1,78%, Santa Cruz casi el 30%, Neuquén el 27%. Si hablamos de gas, los números son totalmente opuestos: la cuenca austral, que incluye a Tierra del Fuego y parte de Santa Cruz, provee al país del 25% de su gas natural, quedando sólo por debajo de la cuenca neuquina.
Independientemente de los factores externos que alteran la producción de hidrocarburos en la provincia, hay que plantearse si el Gobierno Provincial ha iniciado las gestiones respectivas ante la Secretaría de Energía de la Nación para lograr el cumplimiento de los acuerdos asumidos o el pago de la multas que se encuentran pendientes. Aunque YPF tenga intereses de vender sus activos, los deberá seguir operando sino quiere que caigan en desuso (suele ser más rentable operar a pérdida en un pozo que cerrarlo), también deberá entender que puede que los compradores no se agolpen, más entendiendo que las exploraciones no han sido tan rentables como se esperaban. No obstante, no son todas malas noticias para el Gobierno Provincial, el contexto de la reactivación económica derivada de los altos porcentajes de vacunados ya inició el proceso de recuperación del precio. Mientras en noviembre de 2020 hablábamos de unos 37 USD el barril de Brent, hoy estamos rondando los 75 USD. Con un poco de buena mano en la gestión y algún acuerdo con YPF la situación se podría revertir, pero ya dependerá más de la cintura política a la hora de acordar de la gestión de San Martín 450, que de los factores externos antes presentados.