Berlín, oficialmente la Ciudad-Estado de Berlín es la capital de Alemania y uno de los dieciséis estados federados alemanes. Se localiza al noreste de Alemania. Por la ciudad encontramos los ríos Spree, Havel, Panke, Dahme y Wuhle. Con una población de 3,5 millones de habitantes, Berlín es la ciudad más poblada del país y de Europa Central, así como la primera ciudad en población y la cuarta aglomeración urbana entre los países de la Unión Europea. El idioma oficial es el Alemán pero les garantizo que la mayoría de la gente habla inglés, lo cual es muy bueno para poder manejarte en la ciudad.
Berlín es una ciudad mundial y un centro cultural y artístico de primer nivel. Es una de las más influyentes en el ámbito político de la Unión y en 2006 fue elegida Ciudad Creativa por la Unesco. Sus edificios de arquitectura moderna borran con grandes pinceladas el oscuro pasado de la ciudad, creando un ambiente especial donde lo clásico se mezcla con lo moderno y lo extravagante con lo cotidiano. Los vestigios del muro forman el mejor de los museos en el que se pueden revivir tiempos de angustia por la división, los campos de concentración exponen sus secretos mejor guardados. Aquí el turismo ofrece un amplio abanico de actividades, visitas y excursiones excitantes que hacen que te mimetices con su historia y que te encante.
Llegamos en avión a uno de sus aeropuertos, específicamente el de Tegel, ellos poseen dos, uno con rutas mas internacionales y otro con rutas más regionales. Básicamente como Buenos Aires. Otro punto común de acceso es su estación de tren ultramoderna pero en mi caso fue por aire. El hotel elegido fue El Novotel Berlín Mitte de la cadena Accor la verdad con una ubicación excelente y su servicio lo mismo. Lo bueno de este hotel era no estar en el centro de todo pero tampoco lejos de los principales atractivos. Caminando llegamos todos lados, rodeados de un poco de verde. Disfrutamos de la ciudad 3 intensos días ya que teníamos de todo para ver y obviamente el shopping también estuvo incluido en esta aventura. Abril fue nuestro mes de arribo, saliendo del invierno pero igualmente fresco, estuvo bien la fecha seleccionada por suerte no sufrimos del frio.
Las primeras actividades, comenzaron con el city tour gratis en español que siempre recomiendo, lo reservamos con antelación, generalmente se realiza a pie y el punto de encuentro es en una plaza, los identificas porque los guías tienen paraguas colorados. Estuvo muy bueno comenzar por el principio, conociendo desde otro punto de vista la historia de la ciudad, el antes y después. Luego de la segunda guerra mundial, Berlín, al ser destruida en su totalidad pudo renacer de sus cenizas, algo muy impresionante pero cierto. Uno de los lugares icónicos de la ciudad es la puerta de Brandeburgo, uno de los pocos monumentos que sobrevivieron a la guerra. Este antigua puerta de entrada a la ciudad, situada en al bonita Pariser Platz, fue inaugurada en 1791 y ha presenciado la mayoría de grandes momentos históricos de la ciudad como el desfile de las tropas de Napoleón y de Hitler. Parecido a un arco del triunfo, esta puerta da inicio o final a la avenida Unter den Linden, la más transitada de Berlín. Otro de los atractivos mas destacados es el famoso Muro, se construyó después de la Segunda Guerra Mundial, en plena guerra fría entre los comunistas soviéticos y los aliados, dividía la ciudad entre la zona oriental y occidental. Durante los 28 años de existencia de este muro de 4 metros de altura, muchas personas lo cruzaron arriesgando su vida para reunirse con su familia o para tener una vida mejor en la parte occidental.
A medida que avanzaba el tiempo se producían cada vez más manifestaciones contra él, hasta que el 9 de noviembre de 1989 abrieron los puntos de control y se produjera un éxodo masivo que terminaría con el derribo de gran parte del muro convirtiendo este hecho histórico en el inicio de la reunificación de las dos Alemanas.
Hoy toda esta zona, se ha convertido en un museo al aire libre, lleno de conocidos grafitis, tiene una longitud de 1,3km de exhibiciones, uno mas lindo que el otro, uno con mas historia que el otro, cada uno de ellos representa algo vivido en esa época, este tipo de complejo es conocido como East Side Gallery, uno de los mas famosos es el Beso entre dos lides comunistas, el auto saliendo del muro y tantísimos mensajes de paz. Totalmente recomendada su visita. Otro de los puntos indispensables visitar de la guerra fría es el Check point Charly, se convirtió en el punto de chequeo mas importante de la ciudad, la guía te iba contando anécdotas de la época que no podías creer. El barrio judío claramente uno de los mas destacados en este destino, donde aún a día de hoy encontrás las huellas de la gran comunidad judía que vivía en esta zona antes de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los lugares más emotivos es Rosenstrasse, una calle en la que podes ver el monumento Block der Frauen, dedicado a las mujeres alemanas casadas con judíos que consiguieron con sus manifestaciones, que sus maridos no fueran enviados a los campos de concentración. Uno a medida que va viendo, hilando las historias, va cerrando una idea general que tenías de Alemania, es revivir cada una de las situaciones a medida que te ibas enterando los hechos mas representativos de la época, algo muy loco de explicar.
Fuimos al monumento al holocausto o monumento a los judíos asesinados, es una enorme plaza repleta de bloques de cemento, una tras del otro con una sensación de infinito, debajo del mismo hay una especie de exhibición donde te van contando la historia del Holocausto con imágenes, pero creo que lo que mas te pega al punto de salir llorando, es la última sección donde encontrás las cartas originales de los familiares de los campos de concentración, algo muy impresionante y con una carga emotiva que no podes creer, una de mis amigas se tuvo que retirar antes ya que no pudo manejar tanta realidad junta. También recomiendo este lugar al 100%.
Como no todo es sentimental, Berlín tiene mucho para dar, desde shoppings, tiendas de marcas internacionales, avenidas con mucha movida, plazas con mucha onda, no podemos dejar pasar a Alexander Platz con movida de noche, se emplaza la famosa torre de televisión con 368 metros de altura, en la cima posee un mirador y un restaurant. Nosotras decidimos coronar una gran visita a la ciudad con la mejor vista brindando desde allá arriba, pudimos reservar y cenar allí, me llevo el mejor recuerdo de esta grandiosa ciudad con un corazón enorme dispuesto a darlo todo.
