Lic en Turismo. Viajera por opción. Políglota Especialista en Viajes de Grupos e Incentivos por más de 15 años.

Conocida como Bizancio, es la ciudad más poblada de Turquía y el centro histórico, cultural y económico del país. Según su emplazamiento, está dividida por el Estrecho de Bósforo en dos partes, una en Asia y otra en Europa. Tanto su actividad económica como su historia siempre activas se deben a su situación entre dos corrientes de civilización: la del mediterráneo al mar Negro y la de Europa a Asia. Si de nombres hablamos, hasta el año 330 se la denominó Bizancio, y posteriormente, hasta 1453, Constantinopla. Su actual denominación le fue otorgada en 1930. Esta ciudad fue la capital del Imperio Romano de Oriente y del Imperio Otomano. El 29 de octubre de 1923 se estableció la República y la capital se trasladó a Ankara. La gran mayoría de su población es de confesión musulmana, con minorías de cristianos y judíos. Desde el punto de vista religioso  también es la sede del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, cabeza de la iglesia Ortodoxa.

En 1985 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.

Luego de una pequeña introducción, les cuento que llegué en vuelo directo desde Argentina, el avión realiza un stop de 90 minutos en San Pablo y sigue a destino. El vuelo es nocturno, así que se me hizo más llevadero. Tenemos 6 horas de diferencia horaria, sentís un poco de jet lag al terminar la jornada. Estuve alojada en dos hoteles, en esta primer etapa, estuve 3 noches en el Ritz Carlton situado en el centro de la ciudad moderna con vistas al Bósforo, la ubicación esta muy buena ya que podes ir caminando a la plaza Taksim. Este hotel es de super lujo con un servicio gastronómico impecable. Recuerdo ver Orquídeas naturales por todos los espacios públicos.  

La primer mañana la comenzamos muy temprano,  el desayunador del hotel tiene tremendas vistas de la ciudad, la pastelería francesa con cada bocado te llevaban a lo más alto del cielo. Este día tomamos un city tour viendo las principales atracciones de la ciudad, las guía nos fue contando las características históricas de plazas, monumentos, puentes de la ciudad Moderna. Llegamos a la plaza Taksim de ahí fuimos al Hotel Marmara para hacer un stop y luego seguir el recorrido por la peatonal para llegar a nuestro punto de encuentro del tour gastronómico. Fuimos recorriendo de 5 lugares, entre dulce y salado, pasamos por Kofteci Huseyin, Zubeyir Ocak, Inci Pastanesi los mejores postres, Ali Muhiddin Haci Bekir dulces turcos por excelencia, el infaltable shawarma en Kasap Doner, terminando en Otantik donde comimos una especie de tortilla rellena  muy picante!. Panza llena, corazón contento, diría mi mamá. Nos dieron un poco de tiempo libre y ahí me zambullí en locales como Zara, H&M, Massimo Dutti, etc. Volvimos caminando ya que nos esperaba una tardecita de Spa en el hotel. Tiene varios jacuzzies y una pileta climatizada bastante grande.

Cenamos en el hotel y nos fuimos de parranda a la zona de barcitos justo nos encontramos con unos chicos argentinos, noche inolvidable, además de fumar por primera vez narguile experiencia única en un entorno lleno de música y alegría.

Otro día ha comenzado, ansiosa por conocer el Grand Bazaar archiconocido a nivel mundial por su gran tamaño, 4000 tiendas aproximadamente,  se encuentra en la ciudad vieja de la ciudad,  se divide en la zona de productos frescos y la otra de especies, ropa, calzado, lámparas, etc Es un mundo realmente, si no la tenes clara, te perdes. Entré a todos los puestitos obviamente, pero uno en particular, ya que me lo había recomendado, el de Sabit Kaya, maneja el español a la perfección, te invita a pasar, te sentás, te da un tecito, te enseña las especies, te las detalla, te da de probar chocolates y te regala Wifi, es el lugar perfecto, la verdad que vale la pena pasar por ahí, es muy conocido entre los argentinos que suelen viajar ahí.

Llego la hora de almorzar, fuimos a Hamdi Restaurant  justo en una de las entradas frente al puente de Galatea, no les puedo explicar la degustación turca que probamos, increíblemente me gustó todo, este lugar tiene que estar en la lista del viajero, sin dudas.

Esta noche sería especial, cenamos mientras navegábamos el Bósforo, la visual es tremenda, las luces, los edificios a la vera del mar, si tienen tiempo este tour lo tienen que realizar porque supera altamente tus expectativas, es increíble.

Hay mucho mas en Estambul para ver pero se los contaré la próxima semana. No dejen de soñar ni anhelar porque en algún momento de nuestra vida se cumple,  esta ciudad es mágica por donde se la mire, hay millones de cosas para ver, ni 15 días te alcanzarían para recorrerla, por eso siempre hay que volver…..

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