Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

Durante la tarde del viernes se conoció la histórica firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Luego de más de 20 años de negociación, idas y vueltas de ambos lados, el acuerdo se cerró y faltarán las correcciones del texto, posteriores traducciones y el aval de los respectivos parlamentos. Mucho se ha mencionado sobre el acuerdo y, no obstante de no saberse los detalles técnicos, desde los sectores productivos, la política y algunas organizaciones sociales ya se lo ha mirado con recelo. En este articulo intentaremos explicar cuáles serían los impactos base en el país, haciendo foco en la provincia.

Primeramente hay que establecer que hay una suerte de “período de gracia” mientras que la Unión Europea, una vez ratificado por los parlamentos, arranca la desgravación de sus aranceles para los productos del Mercosur de forma inmediata, el Mercado Común del Sur lo hará en el 90% de los bienes europeos a lo largo de 10 años. ¿Qué significa esto? La estable y consolidada economía europea puede soportar una entrada de nuevos productos a precios competitivos, mientras que en el caso latino es necesario un lapso para adaptarse y hacer los ajustes necesarios. Sin este tiempo extra, el impacto para los productores que compiten con productos importados sería un golpe duro a los otros 3 miembros (Brasil, Uruguay, Paraguay), en el caso argentino profundizaría una industria en recesión y de baja competitividad.

En lo que refiere a bienes, en líneas generales, los grandes beneficios irán al sector agropecuario para nosotros y nuestros vecinos. Los productos agrícolas, usualmente competitivos, se encontrarán con menos trabas para llegar a las mesas de toda Europa. También habrá una potenciación en lo que refiere a economías regionales: los pequeños productores de cítricos, papa, ajo, cebolla, frutillas y otros tantos tendrán facilidades para insertarse en estos nuevos mercados; cosa que hasta hoy hacían a través de terceros reduciendo sus márgenes de ganancia. Algo parecido sucederá con el pescado y las carnes no bovinas; del lado vacuno la cuota es limitada (99.000 toneladas), algo así como 1.470 gramos de carne por ciudadano francés por año, a dividirse entre los 4 miembros (todos exportadores). Para algunos este fue el punto donde el Mercosur se vio derrotado, pero lo cierto es que el mercado europeo es de segunda prioridad: China compra carne sin restricciones para más de unos 500 millones de chinos situados en la clase media.

El mayor impacto estará en los sectores de bienes intermedios o de capital. Es decir, los que abastecen a quienes hacen el producto final. Allí habrá que ver como funciona la reconversión y la capacidad de adaptabilidad de las distintas empresas involucradas. A primera vista parece que el sector automotriz tendrá el desafío más grande, recordemos que desde Tierra del Fuego se producen componentes que luego se instalan en los vehículos producidos principalmente en Córdoba.

Ahora bien, hablemos específicamente de Tierra del Fuego. El principal sector generador de empleo privado es la industria, esta se encuentra en una grave crisis y cualquier pequeño cambio podría dejarla muy golpeada de cara a la extensión de la ley 19.640. En el caso de la industria manufacturera de electrónica, especialmente celulares, el impacto resultará neutro: la gran mayoría de los componentes vienen de Asia. Desde los electrodomésticos seguramente veremos, con el correr de los años, algunas marcas de primera línea integrarse y competir con las que ya están establecidas en el país. 

Sectores como el pesquero, maderero forestal, frutihortícola, ovino, turbero e hidrocarburífero son los que tienen mejores perspectivas. Los acuerdos para facilitar la transferencia tecnológica, las inversiones directas y, sobre todo para los que operan con escalas pequeñas como microemprendimientos, contarán con facilidades para hacer certificar su producto y exportarlo. Las certificaciones de calidad abren puertas y mejorar el precio final del producto; permitiendo que sea rentable moverlo en una escala relativamente baja. La transferencia técnica permitirá que se pueda dar mayor valor agregado al producto que se obtiene en la isla. Más procesos y productos de mayor valor impactan en la cantidad de empleados.

Por otro lado aparece el caso del turismo: el otro gran generador de empleo. En este caso el impacto no será directo, sino derivado de las posibles inversiones que se hagan. La circulación de personas ya era fluida y los trámites referentes a visados mínimos. El turismo, principalmente de inversión y capitales locales en Tierra del Fuego, deberá balancear la llegada de nuevos “jugadores” y la necesidad de expandir los días promedio de visita.

Tierra del Fuego no tiene, al menos en un análisis inicial sin ver los detalles técnicos, un impacto negativo directo del acuerdo, pero tampoco será un instrumento que automáticamente mejorará el estado de la matriz productiva. Será un acuerdo que abrirá puertas, dará posibilidades de crecimiento y desarrollo real que dependerá en su efectividad de los productores y empresarios locales. Aún el acuerdo no está en vigencia (la mayor traba será que el Congreso se lo apruebe a la gestión Macri), pero no quita que se inicie un proceso de planificación y acercamiento para su futura implementación el año que viene.

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