Río Grande fue testigo de otro paro nacional. Esta vez, la movida fue organizada por la CGT Nacional, a diferencia de la última medida de fuerza del 30 de abril, donde la Multisectorial 21F encabezó la protesta, en clara disidencia con la Confederación.
En el norte fueguino el panorama fue muy similar al de aquella jornada, salvo por el acompañamiento de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que sí brindó su apoyo ahora tras una decisión dividida en el Congreso de Delegados, el martes previo.
Bien temprano se encendieron los fogones en distintos puntos del parque industrial riograndense para ratificar la medida de fuerza. El Sindicato de Camioneros (en la empresa Vesprini y también en la Margen Sur) mantuvo una alta convocatoria en sendos puntos, con olla popular incluida; y las distintas fábricas tuvieron la presencia de sus respectivos trabajadores hasta aproximadamente las 10, cuando confluyeron en Digital Fueguina para iniciar una movilización hasta la intersección de Islas Malvinas y Saavedra Lamas, a escasos metros de la planta de Audivic.
El acto contó con la alocución del secretario General de la UOM Río Grande, Oscar Martínez, quien repitió críticas para el gobierno nacional y provincial, además de recordar el 50° aniversario del Cordobazo.
El escenario de paro incluyó más gremios, con la participación de SMATA (no hubo expendio de combustible durante toda la jornada), el Centro de Empleados de Comercio (aunque no hubo concentración en ninguno de los supermercados de la ciudad, a diferencia de otras medidas de fuerza), la Bancaria (los bancos permanecieron cerrados) y la UTA (no funcionó el transporte público de pasajeros), entre otros.
También adhirieron ASIMRA (los supervisores de la industria electrónica permanecieron en Carrier y luego en Electrofueguina), SETIA (supervisores textiles), AOT (operarios textiles), Petroleros Privados, SIPETAX, Aeronáuticos (se suspendieron todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas) y Aduaneros (en el paso fronterizo San Sebastián sólo hubo guardias mínimas por alguna emergencia).
En el ámbito público hubo acatamiento parcial: SUTEF, ATE Tierra del Fuego y ASOEM (municipales) se plegaron a la medida de fuerza desde sus respectivas comisiones directivas pero sin poder lograr un total cese de actividades.
Al margen de coincidir en el paro, la CGT Río Grande ratificó su alejamiento de la conducción nacional, sobre todo por la situación que atraviesa la industria fueguina en torno a la pérdida de puestos de trabajo y el difícil panorama, con procesos de suspensión en la mayoría de las fábricas de la ciudad.