Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

En los últimos días ha sido noticia el retiro de soporte por parte de Google a los dispositivos de Huawei. Mucho se ha hablado y poco se entiende del caso. ¿Cuál es el verdadero daño de esta medida y cuál es el impacto en la empresa china?

El gigante de Sillicon Valley, Google, ha decidido que no brindará soporte para nuevas actualizaciones a los usuarios de Huawei, luego de sospechas sobre el uso de aplicaciones espías por parte del gigante chino. ¿Qué quiere decir? Que ante una posibilidad de Huawei utilizando sus celulares y tablets para espiar en sus clientes, Google tomó la medida de no actualizar el sistema operativo ni sus apps. Google Maps, Gmail y Google Translate entre otras no perderán el acceso desde su teléfono pero no tendrán acceso a las actualizaciones; que en muchos casos brindan funciones nuevas u ofrecen mejoras en la seguridad. 

¿Cuál es el origen del conflicto?

La medida de Google se alinea con una política americana contra la empresa tecnológica china. Como mencionamos en un artículo anterior, Huawei ha sido sospechada en numerosas ocasiones de robo de propiedad intelectual y vulnerar la privacidad de sus clientes; tal es así que autoridades americanas vinculan a su dueño con los servicios de inteligencia en Beijing.

Ante esta medida Huawei ha decidido lanzar un sistema propio, que llevará tiempo en estar disponible, y por el momento brindará actualizaciones de seguridad de las versiones disponibles de Android (el sistema operativo predominante en teléfonos y tablets). Esto no sólo le provocará reasignar una considerable parte de sus recursos, sino que quedará atrasado en la parte de software con respecto a sus principales competidores (Samsung usa Android, así como Motorola y toda la industria excepto Apple). 

El primer impacto global fue financiero: la gran mayoría de las empresas que proveen microchips vieron una baja en sus acciones, dado que se preveía una caída en las ventas del segundo mayor vendedor (pasó a Apple a lo largo de este año y controla el 17% del mercado).

La medida no viene de la nada, Donald Trump le asestó el primer golpe: el anuncio de la prohibición a la tecnología 5G que la empresa busca proveer en los Estados Unidos. Finalmente el presidente norteamericano puso la medida en pausa por 90 días, pero el impactó resonó en la firma china. Su principal ingreso se ve gravemente afectado y perderá mercado ante otras empresas emergentes como Xiaomi u Oppo. Aunque saque su propio sistema operativo de forma rápida, convencer a desarrolladores que le brinden soporte será una tarea de ardua negociación. Su otro gran ingreso, el de proveer las redes de 5G será restringido en Estados Unidos y probablemente esto desate una oleada de casos similares en los países europeos.

Las compañías de calzado quieren un freno en la guerra

En un comunicado con más de 170 firmas involucradas, entre ellas los gigantes Nike y Adidas, le pidieron al presidente Trump un freno a los nuevos aranceles. Este nuevo impacto, estimado en un 25% del precio, según las compañías, tendrá un impacto directo en el bolsillo de la clase trabajadora. Donald, fiel a su estilo, respondió en Twitter de forma general. Apuntó contra la disparidad de la balanza comercial (China les vende cerca de 500 mil millones más) y propuso la fabricación local o la compra a otros países, para luego anunciar que “las empresas se están yendo de China”.

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