Hace algunas semanas comentamos sobre la gran marcha de migrantes de Centroamérica que se dirigía hacia los Estados Unidos. Hoy, hablamos de una tragedia que pudo haberse evitado. Una niña de tan sólo 7 años que viajaba junto con su familia, parte de un grupo de 163 migrantes, falleció luego de haber sido detenida por agente de la Patrulla Fronteriza al sur de Nuevo México.
La menor fue detenida el 6 de diciembre, cuando el grupo del cual formaba parte decidió entregarse a las autoridades de los Estados Unidos. Unas horas luego la joven tuvo complicaciones médicas que derivaron en convulsiones: según el artículo de Washington Post llevaban varios días sin comer ni beber y no obstante los intentos por brindarle atención médica, falleció en un hospital de El Paso.
Ahora el caso es analizado para comprobar que los agentes actuasen bajo los protocolos establecidos. ¿Fue brindada atención médica a la niña?¿ Se le proveyó de comida y agua?. La Unión Americana de Libertades Civiles, grupo que aboga por la protección de los derechos de los migrantes ya había denunciado trato inhumano hacia los inmigrantes ilegales en repetidas ocasiones: más de 2.500 chicos fueron separados de sus padres en los controles fronterizos en los últimos meses; parte de las políticas anti-migratorias propuestas por la nueva administración. Luego del escándalo ocasionado en los Estados Unidos por el trato hacia estos menores el presidente, Donald Trump, debió suspender dichos protocolos y mantener a las unidades familiares juntas; como fue el caso de esta niña, pero las dudas persisten con respecto a si la atención que recibió fue la necesaria.
Gran parte de la caravana de esta masiva marcha centroamericana decidió apuntar hacia la frontera entre Tijuana y San Diego, considerando que el gobierno californiano es bastante más laxo que los otros estados de frontera. Sin embargo, pequeños grupos probaron suerte en Nuevo México, siendo seducidos por la oferta de coyotes (personas que se dedican a contrabandear migrantes ilegales). Estos grupos emprenden largas caminatas que duran varios días con mínimos o nulos recursos. En noviembre, la patrulla fronteriza capturó un récord de 25.172 unidades familiares en la frontera. La infraestructura no está preparada para recibir tantas personas en busca de asilo y están acondicionadas para individuos, no familias.
Ahora una autopsia se llevará a cabo, a fin de determinar efectivamente las causas del fallecimiento y evaluar la responsabilidad de los agentes encargados de su bienestar. Según el hospital que realizó las tareas de reanimación la niña murió por un choque séptico, producto de fiebre y deshidratación; lo que coincide con las condiciones en las cuales estos grupos se trasladan. El problema no parece provenir de la actitud de los agentes o el protocolo en sí; sino de la falta de condiciones y lugares debidamente preparados para recibir una nueva masa de migrantes que busca una vida mejor en los Estados Unidos.