Desde este lunes se renovó el mandato del FEUF (Frente de Estudiantes Universitarios Fueguinos) al frente del Centro de Estudiantes de la Sede de Ushuaia de la UNTDF (Universidad de Tierra del Fuego).
Por primera vez, desde la creación de la Universidad, se presentaron tres listas compuestas por el FEUF, Megafón y LXES-UJS, en la que el primero se impuso con 180 votos sobre un total de 288 alumnos que se acercaron a la sede de Irigoyen a emitir su sufragio.
Quien resultó electa como nueva Presidenta del Centro de Estudiantes es Camila Benítez, alumna de la carrera de Lic. en Sociología y con ella dialogamos sobre los desafíos que se presentan para lo que resta del año y el 2019.
Una nueva gestión que se suma a la que vienen llevando adelante durante los últimos 6 años. ¿Cuáles son las principales propuestas a llevar a cabo en este nuevo periodo?
“Seguir con todas las cosas que veníamos haciendo bien, que también fueron motivos por los cuales nos apoyaron. Continuar realizando los carnet de colectivo, los testeos de VIH, con las clases de apoyo y cumplir con las promesas de campaña que hicimos.
Por otra parte, se acercan los finales y una de las propuestas de campaña que teníamos era generar clases de apoyo o ayudar a los estudiantes a preparar estos exámenes, así que por el momento lo primero que vamos a hacer es eso. También organizar el campamento para cerrar el año y en las vacaciones planificar el año que viene que va a ser largo y laborioso”.
Este fue un año muy marcado por la política a nivel nacional dentro del desarrollo de las universidades. ¿Se buscará coordinar el trabajo con el centro de estudiantes de Río Grande?
“El viernes es el Consejo Superior en Río Grande y vamos a aprovechar para ir y comenzar a charlar con los compañeros del Centro de Estudiantes de allí, más allá que sea otra agrupación y de nosotros contar con nuestra organización en aquella sede, trataremos de buscar la manera de trabajar en conjunto para cuestiones como lo son el albergue, el comedor y temas un poco más fuertes que necesitamos hacerlos juntos para que salgan rápido y bien. Esperamos poder sentarnos a charlar y que las cosas en definitiva se concreten para beneficio de los estudiantes”.
¿Cuál es el desafío más importante que tienen?
“Lo más urgente y que más trabajo nos va a llevar, es el albergue universitario. Es algo que venimos teniendo en deuda, por lo menos, desde hace dos años y que realmente tiene que ser tratado con urgencia, porque hay muchos compañeros que tienen realmente la necesidad de tener una vivienda, un espacio y muchas veces, al no conseguirlo, los lleva a dejar la universidad. Por eso digo que es algo que hay que tratar con urgencia y es una de las cuestiones que seguramente trabajemos con Río Grande para conseguirlo, ya que hay muchos estudiantes que estudian en nuestra sede, que son de Tolhuin, Río grande, que vienen también de otras provincias y necesitan solucionar ese problema habitacional.
Por otro lado, está el tema del comedor e intentar que todas las cuestiones de aulas sean solucionadas cuanto antes. El problema más grande que tiene la universidad es la cuestión edilicia, debido que no contamos con los espacios que necesitamos y cada vez hay más estudiantes, lo que conlleva a que sean más limitados estos espacios”.
Dentro de la factibilidad de la creación de este albergue ¿Existió algún avance concreto en los últimos años?
“Sí, este año estuvimos buscando en distintos hostels y espacios similares, pero sólo lo alquilan por temporada. Pero la idea es encontrar un espacio fijo que esté durante todo el año, porque más allá que hay estudiantes que vienen por el tiempo de cursada y en vacaciones se van, no se les puede negar el espacio de Diciembre a Febrero por el hecho de ser temporada para turistas. Entonces, lo que estamos buscando es una casa amplia, es decir, un sitio que pueda albergar a, por lo menos, 20 estudiantes como mínimo. Lo primordial es conseguir el espacio, luego el resto se puede dialogar. Más allá del presupuesto, la cuestión es conseguir ese lugar y trabajarlo rápidamente para no perderlo”.
La UNTDF pertenece al ámbito nacional. ¿Creés que a pesar de esto hay posibilidades de coordinar esta tarea con entes municipales o del propio Gobierno de la provincia?
“Sí, creo que hay que contar esta problemática y al hablarlo con ellos podremos conseguir que haya espacios que nos puedan ceder.
Hace un tiempo nos intentaron otorgar las “Cabañas del Pipo” y luego se frenó esta posibilidad. Sin embargo, se puede generar nuevamente el espacio y conseguir aquel sitio u otro que se ajuste a las necesidades”.
