Después de conocerse el verdadero significado del festejo de Dele Allí, jugador del Tottenham de Inglaterra, el cual se transformó rápidamente en las redes sociales en el «challenge» del mes, surge la pregunta sobre si realmente nos interesa qué es lo que motiva a cada uno de los autores de estos retos. Esto es debido que hay un denominador muy común en todo el mundo cuando nace una moda y es simplemente la falta de interés en preguntar a qué se debe. Parece ser más importante hacerlo, callarse y pertenecer.
Varios son los «challenges» virales que hemos conocido en los últimos meses. Algunos de ellos con consecuencias trágicas sobre todo en adolescentes y niños. Otros, como el que motiva esta nota, más inocentes por lo menos cuando se lo lleva a la práctica.
Uno de los primeros desafíos que conocimos fue el recordado #HarlemShake allá por el lejano 2013, donde una persona comenzaba a moverse sola dentro de un grupo y luego que la canción dijera «con los terroristas» el resto comenzaba a hacer movimientos desenfrenados. Dicho reto surgía casi de casualidad como un juego de personas adultas y un DJ que había creado un ritmo pegadizo.
Luego conocimos el #IceBucketChallenge, reto que contó con el apoyo de gran cantidad de famosos que se sumaron a la movida a través de sus propias redes sociales. El mismo consistía en tirarse un cubo (cuanto más grande mejor) de agua helada. La idea de este challenge era recaudar dinero para luchar contra el ELA.
Otro de los recordados, aunque sin historia detrás más que terminar posicionando al tema Black Beatles de Rae Sremmurd como número uno en noviembre del 2016 del ranking Billboard, fue el #MannequinChallenge. La idea era quedarse congelado como un maniquí en un grupo numeroso y que la cámara tome toda la escena en un barrido general.
#AndyisComing o #Don’tJudgeMe son otros ejemplos divertidos de estos desafíos donde en uno se parodia la llegada del personaje humano de la película Toy Story y todos deben convertirse en juguete y el segundo, con varias variantes, consiste en verse con mal aspecto y, luego de tapar la cámara con la mano, encontrase con su versión más linda.
Sin embargo existen de los mal intencionados, dirigidos específicamente a los chicos, tal como lo fue el recordado “Ballena Azul”. Este challenge, luego de seguir una serie de propuestas que subían la intensidad, terminaba con dos pasos imprescindibles para “ganar”. Uno era dibujarse, a pinchazos en la piel, una ballena y otro arrojarse de un edificio de gran altura para demostrar que sos el dueño de tu propia vida. ¿Cuál fue su origen y finalidad? El que se supone a simple lectura, inducir al suicidio a quienes se consideren débiles. El autor fue un joven ruso estudiante de la carrera de psicología.
Entre los más promocionados en el último tiempo nos encontramos el #BoomFloss y #InMyFelling, conocidos también como el del “Papu Dance” y el de bailar con el auto en movimiento, que trajo muchos problemas al tránsito de más de una ciudad. Y para finalizar este repaso llega el Roast Yourself que consiste en subir un tema a Youtube donde básicamente el autor canta sobre todos sus complejos, algo parecido al auto bulling.
Redes sociales del momento como lo fue Vine o ahora lo es Musical.ly sirven para impusar estas movidas. Cuando son divertidas, queda en uno ser parte o no del juego. El inconveniente es que generalmente los últimos en enterarse de lo que ocurre en internet son los adultos y está comprobado que con un poco de manipulación, estos desafíos pueden convertirse en un problema irreversible, sobre todo cuando no existe alguien que se interese en investigar el origen de todo.