Desde 1949, en un contexto de Guerra Fría, Estados Unidos junto a los aliados europeos operan bajo la Organización del Tratado del Atlántico Norte, conocido como OTAN o NATO en inglés. Esta organización es producto de la tensión con la URSS en la posguerra y lo que se percibió como atentados contra la soberanía de varios países de la región (Noruega, Grecia, Turquía y Checoslovaquia). Principalmente el golpe de Praga y el bloqueo a Berlín fueron los eventos que demostraron lo endeble que se encontraba la defensa de Europa. Primero con el trato de Bruselas y posteriormente con la OTAN; el compromiso aliado de resguardar la democracia del viejo continente.
¿Qué hace la OTAN? Básicamente es un sistema de defensa conjunta, donde tropas americanas y canadienses hacen base en los territorios europeos como barrera de seguridad. Se encargan de coordinar y ejecutar ejercicios de entrenamiento y también unificar criterios: utilizar municiones y sistemas de comunicación compatibles. Es más una medida preventiva que un cuerpo de acción directo a hoy día. Con la caída de la URSS la OTAN quedó en desuso hasta los atentados del 11 de Septiembre, donde su función pasó de una barrera contra Rusia hacia la lucha conjunta contra el terrorismo.
¿Que aporta USA? Presupuesto principalmente. Como toda organización supra-estatal la OTAN es financiada de común acuerdo por sus miembros. Los miembros aceptan un porcentaje de su PBI dedicado a defensa, en oposición a una cuota parte como en la mayoría de las entidades financieras. Estados Unidos es el país que más invierte en defensa y cuenta con buena parte de ese monto puesto en Europa. Hoy los americanos tienen 60.000 botas en el suelo europeo (incluyendo Turquía), llevándose Alemania más de la mitad, seguidos muy lejos por Italia y el Reino Unido. USA no aporta dinero a otros países miembros pero les alivia el gasto al contar con parte de sus fuerzas armadas desplegadas en el territorio.
¿Por qué Trump amenaza con replegarse? El mandatario norteamericano siente que no hay un nivel de compromiso igualitario en la OTAN. Estados Unidos realiza una inversión en defensa mientras los otros países toman una posición más pasiva. Desde la retórica Trump nunca mencionó un recorte sustancial en defensa (cosa impensada en su país) pero quiere ver iniciativa de sus pares europeos; la posible amenaza los afecta más a ellos que a él. Si dichos países aportasen lo acordado (alrededor del 2% de sus respectivos PBIs) USA podría relocalizar recursos en áreas más complejas; como podrían ser Medio Oriente (en Afganistán se encuentra la cuarta fuerza americana fuera de su territorio con cerca de 20.000 individuos) o en Asia (Corea del Sur es tercero con 25.000 y Japón el primero con 55.000; casi el total de Europa). Históricamente los fantasmas de guerra se ven en el Pacífico, llámese Vietnam a mediados del siglo pasado, Corea del Norte en el presente y China en el futuro.
La buena relación, más interpretada o visible según a quién se le pregunte, entre Putin y Trump parece tener algo de peso. Aflojar la soga en Europa abre las puertas a una mayor presión separatista rusa en países como Bielorrusia, Ucrania, Moldavia o reforzar la presencia en territorio ruso como en Kaliningrado (estado que conforma la Federación Rusa, tierra natal de I. Kant). En regiones separatistas Rusia ganaría terreno mientras que gana algo de aire en el enclave al oeste.
Las tropas no lo son todo; aquí lo más importante es la posición de los silos y misiles con capacidad nuclear. Este famoso juego de suma cero de la Guerra Fría, una especie de ajedrez donde las piezas nunca salen del tablero, hace que cada metro ganado sea importante. El famoso tablero del mundo bipolar parecía abandonado luego de la caída soviética, donde los intelectuales americanos pensaban en el fin de la historia (donde el liderazgo mundial es americano y la ideología es liberal democrática). Fukuyama, quién acuñó el término, parece haberle errado por bastante. El resurgimiento ruso y el crecimiento exponencial chino exponen otros sistemas como modelos económicos y políticos. El pensamiento único cayó con las torres y el auge del yihadismo. Aunque más como un método disuasivo, las armas de destrucción masiva juegan un rol importante en lo que refiere a posicionamiento en el territorio.
¿Que puede pasar? En el mejor de los casos Trump está proyectando su retórica de America first como hizo en otras organizaciones supranacionales (léase OMC, Acuerdo de París, NAFTA) pero no ejercería un cambio en la OTAN, simplemente es un elemento de presión para que sus aliados eleven el presupuesto en defensa. ¿El peor caso? Que decida un retiro gradual de tropas, recorte en los ejercicios conjuntos y lo más importante: los recursos logísticos. Las fuerzas armadas americanas son las más avanzadas tecnológicamente y en know-how (cómo hacer) que los pares europeos pierdan la capacidad de acudir de forma directa a ese sistema de información así como a la continua capacitación debilitaría considerablemente su capacidad de respuesta. Si Trump decide “soltarle la mano” a los países que no gasten lo acordado, territorios fronterizos con Bielorrusia y Ucrania quedarían descubiertos.
Dentro de lo que Estados Unidos exige a sus contrapartes hay un enfoque en la puesta de recursos para una rápida respuesta, una mayor inversión en ciber seguridad, integración de los miembros en la misión de Iraq y un compromiso para aumentar el presupuesto. Las charlas de esta semana serán un punto clave para ver la reacción americana y también indicarán cómo las charlas entre Putin y Trump en Helsinki este 16 de julio resultarán. Esta presión, retórica aún, a la OTAN puede ser vista como una caricia al ruso, afianzando las relaciones entre las dos potencias.