Técnico superior en Comunicación Social. Fanático del Periodismo Deportivo. Me gustan los deportes y la actualidad informativa.

 

 En la vida hay deportes que atraen a las personas y otros que despiertan una pasión en ellas. Esto es lo que genera el apasionante mundo del automovilismo, que día a día atrae a nuevos fanáticos, o como algunos los llaman “fierreros”, a ser parte de esta gran familia deportiva.

   En Argentina hay muchas provincias amantes de los motores, como por ejemplo: Córdoba, San Luis, Santiago del Estero, Buenos Aires y, no podía ser la excepción, Tierra del Fuego en la que se realiza cada año dos circuitos históricos y extremos como “La Vuelta a la Tierra del Fuego” y “La Gran Carrera de la Hermandad”. Desde este rincón del país salieron muchos corredores que pusieron en lo mas alto la bandera de la provincia, uno de ellos es Lucas Garro que actualmente participa en la clase dos del prestigioso torneo Turismo Pista.

   La pasión de Lucas Garro por el deporte automovilismo comenzó gracias a su familia, que siempre amó todo lo que estaba relacionado con el mundo de los motores. Sus primeros pasos los dio en un karting recién a los 10 años, con el tiempo se fue perfeccionando hasta llegar a manejar un auto profesional.

-¿Por qué elegiste ser corredor? ¿Qué fue lo que te motivó?

– “A toda mi familia le gustaban los fierros, mi viejo corría y mi tío también. A mi desde muy chico me gustó correr, como a los ocho años comencé a “joder” para que me compren un karting y recién a los diez me prestaron el que usaba mi primo que competía. Una vez que lo tuve lo probé y anduve bien, y como mi viejo vio que corría bien se entusiasmó y me compró mi primer karting. Anteriormente no lo hicieron porque al principio a mis viejos les dio un poco de miedo”.

   Con el karting Garro no sólo dio sus primeros pasos en el ámbito fierrero sino que también ganó su primer trofeo de muchos que consiguió a lo largo de toda su carrera profesional. Aunque, el amor de Lucas por los motores se incrementó cuando aprendió a manejar por primera vez un auto con tan solo 11 años de edad.

-¿Cuándo aprendiste a manejar?

-“Fue muy raro porque en realidad no me estaban enseñando a mí sino a mi hermana más grande. Me acuerdo que estaba con mi papá y hermana en la pista de aterrizaje de Tolhuin para que ella pueda aprender a manejar. Yo fui porque quería ver, recuerdo que estaba sentado en el asiento de atrás. Mi hermana intentó toda esa tarde pero no pudo aprender, cuando se cansó de practicar le pedí a mi papá la oportunidad, él me dejó y pude conducir la camioneta sin problemas”.

    En el 2009 Lucas dejó Tierra del Fuego y se fue a Buenos Aires para seguir con sus estudios de nivel superior. Allí se dedicó a estudiar todo lo que estuviera relacionado con el automovilismo y corrió por primera vez fuera de su provincia natal.

-¿En qué año competiste en el interior del país? ¿Cómo fue el proceso?

-“Yo me egresé en el 2008 y al año siguiente me fui, como la gran mayoría de los chicos de allá que terminan la secundaria salen al interior del país a estudiar. Mi viejo me dijo lo mismo que les dicen a todos “te vas a estudiar, elegí lo que quieras pero estudia”. En mi primer año en Buenos Aires hice muchos cursos de automovilismo con Canapino, Guillermo Cruzeti como por ejemplo: adquisición de datos, construcción de autos de competición, puesta a punto; todos los cursos que encontré de automovilismo los hice en ese año.

Al estar metido en todos estos cursos de autos se me dio la posibilidad de participar en dos carreras de la fórmula metropolitana, en las que pelee mucho con el presupuesto y no tuve buena suerte, porque en mi primera carrera me chocaron. Me costó mucho reparar mi auto de competición en ese año pero lo bueno fue que ese fue mi primer puntapié a nivel nacional”.

El camino al Turismo Pista:

   Desde aquella vez que el piloto fueguino arribó a Buenos Aires, participó en distintas carreras de la formula metropolitana y copa Fiesta, esta última se debe a la invitación de Lucas Gerobi quien le propuso a Garro medirse en ese circuito. Unos años después clasificó a la clase dos del prestigioso torneo “Turismo Pista”.

-¿Cómo fue el camino al Turismo Pista?

-“En el 2010 tuve la suerte de ganar mi primer carrera, luego conseguí nueve podios y salí subcampeón. Después de eso hice el salto a la clase dos. En aquél tiempo, el presidente de la categoría tenía un auto de clase dos y a fin de temporada me invitó a hacer una prueba, en la que me compararon mi último tiempo de la anterior pole con el circuito de esta nueva clase. Por suerte, anduve muy bien  y quedaron muy entusiasmados mi viejo y el preparador del auto”.

 Garro adquirió experiencia en todas las categorías anteriores, pero en la clase dos del Turismo Pista aprendió a interpretar cada momento clave de una carrera.

-¿Qué aprendiste en el Turismo Pista?

-“La clase dos fue un paso más de competitividad comparado a lo que anteriormente estaba haciendo. Acá aprendí a leer las cosas que hace el auto para mejorarlas cuesta a punto, algo que anteriormente no venía trabajando. El mayor aprendizaje que tuve con el turismo pista es sin dudas la cuesta a punto para cada circuito”.

Lejos de casa:

Actualmente, el piloto fueguino vive en la provincia de Buenos Aires junto con su novia. Anteriormente, Lucas estuvo un año en la capital pero volvió a Ushuaia por cuestiones laborales. Aún así siguió compitiendo en el interior del país cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo.

-¿Es difícil vivir lejos de tus seres queridos?

-“Estoy un poco acostumbrado, no sé si es malo o feo. A veces cuando a uno le va bien o gana una carrera no tiene la suerte de que los familiares y amigos vengan a verme siempre en todas las carreras”.

La pasión fueguina por los motores:

 Lucas destaca el nivel de las competencias automovilísticas de Tierra del Fuego, que lo formaron y lo ayudaron tanto en sus inicios como en la actualidad en el Turismo Pista.

El consejo: Si hay alguien que puede dar un consejo a los jóvenes deportistas fueguinos que dejan su provincia natal para probar suerte en el interior es Garro, quién vivió unos años lejos de su familia y amigos. Él aprendió a desenvolverse como un profesional en Buenos Aires cuando sólo tenía 19 años. Por eso, Lucas resalta un factor importante que deben tener en cuenta todos aquellos deportistas locales que luchan por sus sueños en cualquier parte del país “Perseverar y no bajar los brazos”.

-“El consejo que le daría, no sólo a los que quieren ser pilotos sino a cualquier deportista es, perseverar y no bajar los brazos. Cuando las cosas se ponen difíciles y no se dan nunca hay que bajar los brazos, porque lo bueno llega a su tiempo”.

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