El 12 de Junio, si no hay ninguna sorpresa, será el día donde los mandatarios de Estados Unidos y la República Popular Democrática de Corea (la del Norte) se reúnan. El lugar está definido: Singapur. Esta histórica mesa de diálogo entre Kim y Trump sería una continuación de la iniciada entre los máximos líderes de las dos Coreas el 27 de Abril de este año. Allí se debatirá un plan para la desnuclearización de la península así como la apertura de Corea del Norte al mundo. Mientras Trump ajusta las tuerca del acuerdo con Irán exigiendo mayores controles y limitando la injerencia de dicho estado en la región de Medio Oriente, también tiene un ojo puesto en el este asiático. Los detalles están difusos pero intentaremos hacer una hoja de ruta sobre el evento.
¿Por qué Singapur?
Desde Washington se buscaba un territorio neutral, donde EEUU pudiese controlar la seguridad; una reunión en Corea del Norte o un estado con mayor cercanía a la dinastía Kim estaba totalmente descartado. Kim Jong-Un por su parte prefería que el encuentro tuviese lugar en China, Rusia o Mongolia (con los que tiene una relación cordial) pero sabía que su contraparte no iba a cederle la localía tan fácil.
Singapur es un enclave en el Sudeste asiático y tiene vinculaciones diplomáticas con ambos; ofrece un ambiente de neutralidad que brinda seguridad a los americanos y está relativamente cerca de Pyongyang (4.743 Km). De la zona se destacaba Malasia por el recordado asesinato del medio hermano de Kim en febrero del año pasado e Indonesia no contaría con los recursos y lugares requeridos para garantizar el normal desarrollo de la cumbre.
Se espera que ambos arriben en la base de Paya Lebar, lugar utilizado en las visitas de George W. Bush a la región. Trump llegaría en el Air Force One mientras que Kim usaría un avión de larga distancia de la era soviética (utilizado en su vista a China a principios de este mes).
¿Dónde se van a reunir?
Esto probablemente se defina más cerca de la fecha y tenga un mayor grado de secretismo; buscando evitar manifestaciones u eventos que hagan peligrar la cumbre. Los analistas hablan de tres hoteles con la infraestructura necesaria para albergar dicho evento: el Shangri-La Hotel, Marina Bay Sans y Sentosa.
Shangri-La
La lujosa cadena de hoteles y resorts es oriunda de Hong Kong y fundada por un malayo, tiene presencia en todo el mundo. Es el más grande y mejor equipado.
Marina Bay Sans
Parte de la cadena de Las Vegas, da a la Bahía de Singapur, cuenta con 2.560 habitaciones y es parte de una corporación que tiene a la cabeza a uno de los donantes más importantes de Trump: Sheldon Adelson.
Sentosa
Más alejada de la ciudad, Sentosa es una pequeña isla donde la cadena Shangri-La cuenta con otro resort más [Dato: la isla es donde está el parque temático de Universal].
Por si alguno tiene pensado visitar en la misma fecha que Trump y Kim: la estadía ronda los 10.000 pesos por noche sin promociones.
¿Sorpresas?
Aunque no es más que un rumor por el momento, un periódico japonés menciona la posibilidad de una participación de Xi Xinping. Recordemos que el presidente chino tuvo peso en la cumbre entre las Coreas: tiene llegada con el líder del Norte y capital político de sobra en la comunidad internacional. Si Xi Xinping visita Singapur el 12 y “se da una vuelta” por la reunión de los norcoreanos y americanos podría oficiar de mediador; lo que se debate altera el status-quo de la seguridad de la región y China puede ejercer presión a ambos países para que cumplan con su parte del acuerdo.
La cita el 12 de junio en Singapur aún pende de un hilo: nuevas declaraciones de Kim y un endurecimiento de su retórica hacen que en Washington la confianza no sea total. Gran parte de si la reunión termina por suceder dependerá del papel del presidente surcoreano Moon Jae-in. Con línea directa hacia ambos líderes y con más que perder (un retroceso en el proceso de paz afecta los intereses surcoreanos directamente), tendrá que hacer malabares para que tanto Trump como Kim, ambos conocidos por sus personalidades… “fuertes”, no digan algo que tire por la borda el trabajo diplomático de meses y meses.
Todas las variables necesarias se han dado para que la cumbre USA-Corea del Norte pase y, si todo sale, el proceso de desnuclearización avance de forma real, acercando a la región a una situación de paz.