Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

 

El martes los medios internacionales comenzaron a hacerse eco: Trump anunciaba su retirada del pacto nuclear con Irán del que Estados Unidos es parte, se reinstauran las viejas sanciones pre 2015 y se aplican nuevas. ¿Era algo que nadie esperaba? No. Trump fue muy claro durante la campaña: el trato con Irán fue “la peor negociación en la historia de los negocios”(dijo lo mismo sobre NAFTA en su momento). Durante su contienda electoral el hoy presidente tenía unos cuantos puntos contra la gestión Obama: el Obamacare (una cobertura gratuita masiva de salud), el conflicto en Siria y el Acuerdo Nuclear con Irán. Con el Obamacare su partido le soltó la mano; con el problema sirio cambió el enfoque americano y ahora se abre unilateralmente del Acuerdo que los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania firmaron con Irán. ¿Fue una sorpresa? Quizá el momento sorprendió, pero era más que claro que Trump no se veía con buenos ojos el acuerdo; se pronunció en contra del mismo en campaña y también cuando ya se encontraba en la oficina Oval, era cuestión de tiempo.

¿Qué es el Acuerdo Nuclear con Irán?

El acuerdo rubricado entre la República Islámica de Irán, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Se suma al acuerdo Alemania a forma de garante por la Unión Europea.

¿Qué se acuerda? Limitaciones en la acumulación de uranio enriquecido (lo que puede alimentar un reactor nuclear o utilizarse para crear un arma nuclear) por 15 años y 10 años donde se limita la cantidad de centrifugadoras (herramienta clave para el enriquecimiento de uranio). Se agrega a eso una serie de modificaciones a su planta de agua pesada (agua de mayor densidad que ha pasado por un proceso químico) para que sólo pudiese abastecer usos pacíficos en la producción de plutonio [Dato: Argentina es un productor de agua pesada, las cuales son necesarias para el funcionamiento de los reactores nucleares]. Todas estas medidas son controladas por la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Como contraparte a Irán le fueron levantadas las sanciones comerciales establecidas, principalmente en comercio y finanzas en la Unión Europea así como la posibilidad de empresas americanas de negociar en el país. A su vez (no parte del acuerdo) recibió un flujo importante de inversiones francesas y alemanas. Recordemos que Irán (mencionado en otra artículo) tiene una economía bastante frágil en el sector privado y la gran mayoría de sus exportaciones pasan por el petróleo y sus derivados.

¿Por qué Trump se retira?

Dentro de la retórica del hoy presidente, el acuerdo era malo y en pos de firmarlo Obama fue benévolo con los iraníes. Razón concreta no hay, más que una postura diciendo que lo firmado fue un mal trato. Del lado no oficial y analizando otras medidas de Trump podríamos decir que son varias las razones:

Difrenciación de la Gestión Obama. Parece una tontería, pero Trump ha pasado gran parte de su mandato desarmando, o intentándolo al menos, lo que Obama dejó. El Obamacare, las leyes de inmigración, la posición en Siria, el TPP (el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, mega acuerdo comercial de la región Asia y USA), el Acuerdo de París, el de Cuba y el de Irán. En ninguno de los casos se habló de una propuesta superadora o una explicación concreta para el cambio, simplemente que son malos.

Alianza estratégica en Medio Oriente. Quizá el punto donde haya más motivos: los aliados históricos americanos en la región (Arabia Saudita e Israel) no veían con buenos ojos el tratado, dado que le permitía a Irán abrirse al mundo, creciendo económicamente y sin resignar completamente su potencial nuclear. Netanyahu en su momento pidió que Irán reconozca el derecho de existencia de Israel, algo que no formó parte del acuerdo. Arabia Saudita es un competidor directo en exportaciones con Irán, así como también por el control militar de la región: ambos tienen escaramuzas con los aliados del otro en regiones en guerra civil, como lo son Yemen y Siria.

Mantenerse fiel a su estilo. Trump prometió muchas cosas durante la campaña y ahora parece que se está acomodando en el frente internacional. No dar de baja el pacto con Irán, reconocer Jerusalén como capital o no dar un giro en la forma de entender el conflicto sirio hubiese sido traicionar a su base de votantes pero aún peor, traicionarse a sí mismo. ¿Cómo apoyar el Acuerdo de París cuando no se cree en el cambio climático?¿Cómo seguir el comercio tal cual con China cuando se prometió guerra comercial?. La gran mayoría de sus promesas se apoyaban en “empezar a ganar” y “hacer América grande otra vez”, pero no traían consigo un sustento teórico. Más de un especialista esperaba que Trump prometiese para luego no cumplir; lo que por una vez sería algo positivo: Trump se mostraría reaccionario en las elecciones para luego llevar adelante un mandato más conservador. Hoy Donald, lo crea genuinamente o no, tiene que salir a respaldar su palabra.

Los perdedores

Aquí hay dos categorías: los que ya fueron afectados y tendrán 6 meses para acomodarse (compañías americanas) y los que lucharán para mantener el tratado vivo (principalmente los europeos e iraníes).

Compañías americanas. Empresas como Boeing al abrirse el mercado iraní (donde más de 80 millones viven) empezaron a exportar sus productos, y en el caso de los que fabrican aviones: tomar pedidos. La renovación de la flota de una de las aerolíneas de bandera iraní era un trato por unos 22.000 millones de dólares. A General Motors también lo afecta: participa en el proceso de fabricación de dichos motores.

Compañías europeas. Cuando el acuerdo se promulgó, empresas principalmente francesas y alemanas comenzaron a negociar con el país islámico. Volkswagen, Daimler (Mercedes Benz, Smart), Renault, PSA (Citroën, Peugeot, Opel), tienen contratos de producción así como de venta en Irán; así como Airbus y Total.

Irán. El que peor la va a pasar: el plan nuclear era una forma de meter presión, pero no es algo que genere divisas para sostener la economía del país. Luego de 2 años sin sanciones y con una economía que daba sus primeros pasos hacia la estabilidad se podría llegar a retroceder todos los casilleros. Irán va a amenazar con retomar su plan nuclear pero está más que claro que los moderados preferirían que el acuerdo siguiese en pie; un sector privado que crece, nuevas oportunidades de negocios (y de corrupción) permiten que todos tengan un poquito más y baje el nivel de tensión social.

Todos los que tienen auto. Irán abastece cerca del 4% de la demanda mundial, no es tanto a nivel escala mundial y puede ser reemplazado por otros miembros de la OPEP (acá aparece Arabia Saudita). El 50% de sus ventas pasan por India y China, pero a través de compañías que operan en Wall Street (caso Sinopec), por lo cual están sujetas a esta salida americana. Sino cambiasen de proveedor, se enfrentarían a sanciones económicas. Por lo cual un negocio de 26.000 millones de dólares en 2016 se vería gravemente comprometido. Pero… ¿Cómo me afecta a mi que tengo un auto? Las petroleras aprovechan el movimiento y la tendencia en alza del precio del barril (que determina directamente el precio por litro en la estación) va a seguir. Pensemos que hoy el barril anda entre 71 USD (WTI) y 77 USD (Brent), este último subió 55% en un año y este valor es el más alto desde fines de 2014.

Independientemente de los problemas internos de Argentina, el precio de la nafta va a subir (el gobierno lo podrá aguantar un mes más o un mes menos), lo que lleva a un aumento de transporte, derivando en bienes y servicios. Cuando sube el combustible sube todo.

Reflexión

Hoy la Unión Europea está trabajando a toda máquina para mantener vivo el acuerdo con Irán; se reunirán con China y Rusia para mantener las condiciones y buscarán a su vez exenciones para sus empresas operando en Teherán; no por el riesgo nuclear, sino por el económico. Trump inició una reacción en cadena que no sólo repercute al norte: una variación en el precio de un producto del que todos somos dependientes genera una mini-corrida; si a eso le sumamos nuestra propia situación no ayuda. Irán será el mayor perjudicado de seguir así y volverá a su postura anterior: armarse para sobrevivir. El problema es que USA rompe una relación con los moderados, que a su vez pierden credibilidad para adentro del país: los grupos más duros y cercanos al Ayatollah siempre fueron reacios a confiar en los americanos. No todo está perdido aún: será menester de la UE, junto con China y Rusia, mantener vivo el acuerdo, hoy sólo empezamos a ver las ramificaciones de la salida norteamericana.

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