La vida de un deportista siempre tiene cambios inesperados, un día soñás con jugar en las grandes ligas junto a los mejores y otro día estás jugando en un equipo histórico de la primera división. Así le pasó a Emiliano Bogado, que de un momento a otro pasó del fútbol amateur de Ushuaia a estar jugando en la primera en Vélez Sársfield.
Emiliano trabajó muy duro para llegar a lo más alto, pasó muchas horas de entrenando el deporte que tanto ama. Su familia jugó un rol muy importante en su vida, siempre lo apoyó y acompañó en su largo proceso de formación como jugador profesional.
La pasión de Emiliano por el fútbol surgió gracias al apoyo e incentivo de su padre, que siempre lo llevó a la cancha para que juegue a la pelota desde muy temprana edad.
Pregunta: ¿Cómo nació tu pasión por el fútbol?
Respuesta: “Desde los tres años surgió mi amor por el fútbol por mi viejo, que me llevaba a la cancha. Siempre me dio una pelota para jugar. Yo creo que gracia a él me hice hincha del fútbol”.
El amor de Bogado por el fútbol creció cuando comenzó a jugar en la categoría infantil y cadete en el Club Atlético Andes del Sur mientras vivía en Ushuaia. Allí Emiliano creció como futbolista amateur.
Pregunta: ¿Cómo fue tu comienzo en el fútbol en Ushuaia?
Respuesta: “Como mi viejo siempre me llevaba a la cancha comencé a jugar en Andes del Sur. Toda mi vida en Ushuaia jugué para ese club, desde los cinco años hasta los quince. Me crié futbolísticamente ahí”.
El camino hacia Vélez Sársfield:
Emiliano entró al conjunto de Liniers a mediados del 2012 gracias a su padre, quien creyó siempre en el potencial de su hijo. Por lo que, un día llamó a un observador de jugadores de Vélez Sársfield para que, no solo vea el talento de su pequeño sino también el de otros chicos que jugaban muy bien a la pelota.
Pregunta: ¿Cómo llegaste a un club histórico como Vélez Sárfield?:
Respuesta: “A Vélez llegué gracias a mi viejo. Él siempre confió mucho en mí, por eso me llevó a probarme en diferentes clubes. Cuando yo tenía catorce años mi papá llamó a ojeador de Vélez y lo invitó a que observe cómo juegan algunos chicos en Ushuaia. Él le pagó el hotel, la comida y todo lo que hacía falta.
Este captador miró a muchos jugadores de la ciudad y luego eligió sólo a seis, entre esos estaba yo. Los escogidos tuvimos la chance de probarnos, de esos seis quedé yo solo. Luego me preguntaron si me quería quedar y dije que sí, y desde ahí comencé a jugar para el club”.
Una vez ya instalado en Buenos Aires, Bogado se desenvolvió sin ningún problema en el club. Allí terminó sus estudios secundarios, progresó como futbolista e hizo nuevas amistades aunque, no fue fácil para él desprenderse de su familia, pero con el paso del tiempo superó esos momentos difíciles y se fortaleció aun más.
Pregunta: ¿Cómo fue el proceso de adaptación en Vélez?
Respuesta: “Por suerte tuve una buena adaptación porque soy un chico bastante sociable. En el club comencé a ir a la secundaria, ahí me fui sociabilizando con los chicos.
Pregunta: ¿Se te hizo difícil jugar y vivir lejos de tu familia?
Respuesta:”La verdad que al principio costó bastante estar lejos de la familia porque estoy acostumbrado a estar todo el tiempo con ellos. Mi vieja lloró muchos meses desde que me fui porque también me extrañaba, ella pensó en ese momento que era muy chico como para irme solo a jugar tan lejos pero bueno, ese era mi sueño y me apoyó”.
La vida en el club:
Bogado jugó en las inferiores de Vélez a partir de la séptima división, después fue promovido a la sexta, ahí fue titular y jugó una final con su equipo ante Independiente aunque, no pudo consagrarse campeón. En el 2015, con tan sólo 17 años, subió a la primera división bajo la conducción de Miguel Ángel Russo.
Pregunta: ¿Qué fue lo que te dijo Miguel Ángel Russo cuando te citó al equipo de primera?
Respuesta: “Miguel me dijo que si me tocaba jugar que esté tranquilo porque es un partido de fútbol como cualquier otro. Después estuve en el banco en el partido contra Rosario Central y Olímpo, y luego jugué contra Huracán y Godoy Cruz.
Emiliano estuvo dos años en primera hasta que asumió como director técnico Omar de Felippe, que mandó al fueguino nuevamente a la reserva. A pesar que el ushuaiense perdió su lugar en primera, él está satisfecho con haber llegado con 17 años a la primera.
Actualmente, Emiliano no encontró un lugar en el plantel de Gabriel Heinze por lo que espera la apertura del libro de pases para ganar más minutos, pero también lucha por tener una chance más en el club que lo formó como profesional.
Pregunta: ¿Pensás seguir en Vélez u otra opción?
Respuesta: “la idea es esperar a que abra el libro de pases en junio o julio. Mi representante seguramente me va a buscar la mejor opción; pero yo creo que ya con veinte años debo jugar en primera en donde sea, así que vamos a buscar una alternativa. Si no me toca jugar en Vélez seguido buscaré otro club”.
