Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

Si en Argentina pensamos en el Caúcaso, para la gran mayoría el primer lugar que se viene a la mente es Armenia. La gran presencia de la comunidad armenia en el país y la fuerte integración cultural nos llevan a saber más que otros países sobre la pequeña república . Por allí pasaron casi todos los grandes imperios (Alejandro Magno, los partos y romanos, más tarde los mongoles, otomanos y llegó a ser bastión soviético). Hoy con perspectiva mucho menos instable que en el pasado, aunque no del todo seguras por las tensiones históricas con los turcos y los azerbaiyanos, Armenia se enfrenta a un proceso de renovación política.

El miércoles la república de Asia vió un paro total de actividades con autos cortando calles y decenas de miles en las calles. Después de una semana intensa de protestas que llevaron a la caída de Serzh Sargsián, quien fuese presidente entre 2008 y el 9 de abril de este año y luego fuese primer ministro entre los días 17 y 23 de este mes. ¿Por qué cae? Con un gobierno largo, una economía en crisis y varias denuncias de corrupción Sargsián no pudo sostenerse, sumado a un sospechoso referéndum en 2015 donde se viró de un presidencialismo a un estado parlamentario (que casualmente controlaban los republicanos, partido de Sargsián).

Nikol Pashinyan

La cara de la revolución. Nikol es un periodista famoso en Armenia por denunciar la corrupción del gobierno, durante fines de los 90’s fundó un diario del cuál era editor y criticaba abiertamente al gobierno de turno. Nos adelantamos unos años y en 2008 cuando Sargsián llega al poder Pashinyan se ve involucrado en una serie de protestas violentas con víctimas fatales, es acusado de asesinato y subversión. Para 2011 le dan una amnistía luego de pasar 2 años preso. En 2012 entra al parlamento y se propone así mismo como el único que puede conducir al país a un proceso electoral claro y seguro.

Con la salida de Sargsián y la necesidad de convocar a un nuevo primer ministro Pashinyan se propuso como principal figura. Cuando en la votación del martes no alcanzó la cantidad necesaria decidió salir a la plaza (donde una multitud veía la sesión en pantallas gigantes) a organizar en algún punto lo que sucedió el miércoles: una parálisis total del país. Ereván (su capital) fue la más afectada. Calles cortadas, sin transporte y la gente afuera, ni siquiera los servicios de emergencia funcionaron. Luego de un día de furia los republicanos dieron el brazo a torcer y en estas horas una negociación entre Pashinyan y el partido que gobierna se está llevando a cabo; principalmente para poner al ex-periodista como primer ministro, lo que sucedería el 8 de mayo.

Los protestantes sienten que ahora tienen posibilidad de hablar sobre el gobierno y buscar un cambio. El gobierno (a través del partido republicano) siempre mantuvo un control asfixiante y casi totalitario del poder; lo que terminó derivando en una oligarquía: los cercanos al poder se benefician y enriquecen, mientras la brecha con el pueblo se acrecenta. Pashinyan, al parecer, viene a romper con esto. Hoy la mayoría parlamentaria le impide ser primer ministro pero parece que no podrán resistir más tiempo, la presión general y el clamor popular por la figura del principal opositor debilitaron los últimos apoyos con los que contaba el oficialismo.

¿Cómo afecta esto a la región?

Armenia es un país que no tiene salida al mar y limita con: Turquía al oeste, Georgia al norte, este con Azerbaiyán y el sur con Irán y la República Autónoma de Najicheván (un exclave de Azerbaiyán). Con los turcos hay historia muy pesada por el genocidio de la 1º Guerra Mundial sufrido por los armenios, con los azerbaiyanos permanece la espina de Nagorno Karabaj (guerra entre 1988-1994 donde esta región de Azerbaiyán pero con mayoría étnica armenia se separa y proclama como una república independiente). La región tiene un pasado complicado y una inestabilidad de gobierno puede alterar el balance de poder. Aparece a su vez la potencia con influencia en la región: Rusia. Desde la instauración de la república post régimen soviético Armenia mantuvo una relación estratégica importante con la Federación Rusa. Al parecer (según declaraciones de Pashinyan recopiladas por cadenas rusas) no cambiaría su posición estratégica internacional; el conflicto entre el partido gobernante y la oposición es estrictamente de política interna. Lo mismo diremos de las posiciones internacionales con los vecinos: el pueblo armenio es homogéneo y memorioso; no hay (al menos conocida) disidencia en la posición general con respecto a Turquía o Azerbaiyán (podríamos ponerlo en paralelo con Malvinas para nosotros; hay diferencia de matices, pero la gran mayoría tiene una dirección de pensamiento similar).

Reflexión

Como en la gran mayoría de las ex-repúblicas soviéticas, cuando la URSS colapsó, los líderes del partido mutaron el líderes de nuevos partidos, quizá no tan agresivo como en los gobiernos pseudo dinásticos de Asia Central, pero el poder nunca cambió de manos totalmente. Pashinyan parece ser ese primer “cambio real”. Un nuevo líder se alzará con poder, la pregunta es si los armenios podrán construir instituciones fuertes que sobrepasen la figura de su futuro primer ministro o quedarán atrapados en el personalismo. Si a Pashinyan se le termina dando poder absoluto, será difícil que no se corrompa como tantos otros. Lo que hoy el proclama como un cambio de un gobierno mafioso o de criminales hacia uno apoyado en la ley podría terminarse viendo repetido. En Armenia reina un aire de esperanza, hay vistas de una alternancia política y una propuesta diferente, pero no hay que ir más lejos que un libro de historia para observar el proceso con cierta cautela: sin ciertos recaudos los cambios terminan siendo de nombres. 

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