Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

 

El martes a las 23:30, casi medianoche, veremos, sin milagro mediante, el fin de una era. Un Big Three eterno (del que quedan dos) finalmente quedarse sin combustible. Tensiones entre jugadores y el cuerpo técnico; los rumores o chusmerío es algo inaudito en la franquicia de Texas.

El domingo pasado, más por amor a la camiseta que por otra circunstancia, San Antonio logró ganar su primer partido de post-temporada y poner la seria 1-3. Sólo un puñado pudieron forzar un juego 7 para definir la serie: Knicks en el 51, Nuggets en el 94 y Trail Blazers en 2003, ninguno logró ganar su serie. Ginóbili se puso el equipo al hombro y tuvo un partido en el que parecía salido de una máquina del tiempo: 16 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias en 25 minutos. Tiró un 50% de efectividad de campo con un par de joyitas y 10 puntos en el último cuarto, sellando la victoria de los texanos.

Sacando la gesta heroica del domingo, miremos los últimos años de San Antonio: Duncan retirado, Ginóbili bebiendo del pozo de la juventud y teniendo una temporada espectacular para sus 40 años, pero igualmente lejos de sus años mozos, y un Parker que no obstante de ser el más joven, acumula problemas físicos y un rendimiento en declive.

De los nuevos y jóvenes tampoco vienen buenas noticias. LaMarcus Aldridge está en un buen nivel, pero no es la bestia que supo dar buenos resultados en Portland junto con Damian Lillard y tampoco es un pibe: ya carga con 32 años.

El futuro de la franquicia, para muchos el mejor jugador de dos vías (two-way player en inglés, aquel que destaca tanto en defensa como en ataque) Kawhi Leonard está rodeado por una nube de incertidumbre. El año pasado durante Playoffs se lesionó en la serie contra los Golden State, en una situación extraña que para muchos fue intencional por parte del pívot Zaza Pachulia. Un esguince lo dejó afuera y se perdió el resto de la postemporada. Al comienzo de esta temporada apareció una lesión de cuádriceps (igual a la de Parker, que lo mantuvo fuera de las canchas por buena parte de la temporada). 

Que vuelve en diciembre, que no se siente cómodo y lo demora un mes; que se pierde el año, que vuelve para Playoffs. Idas y venidas, rumores y especulaciones en un equipo donde siempre las cosas fueron claras. Hoy los rumores e informaciones dicen que Leonard no responde las llamadas de la franquicia y está en Nueva York con su equipo médico. Algunos dicen que hay tensiones con el equipo técnico, que lo presionaría para volver; otros hablan de la poca confianza en el staff médico de San Antonio. Lo cierto es que nadie sabe.

Declaraciones de otros jugadores líderes en el vestuario fueron punzantes contra el 2 de los Spurs. Sobre ello, el ex-jugador Stephen Jackson, hoy reconvertido en periodista, salió a ventilar los trapos sucios de los Spurs; Popovich maneja el equipo de pe a pa y Tony Parker es un ladero del entrenador. “Ustedes quizá no crean esto, pero la reunión que se hizo sobre Kawhi después del partido (fines de marzo) vino directamente de Pop para esos tipos (por el equipo). Ellos no lo hicieron de motus propio. Manu no tiene lo necesario para hacerlo. No son de expresarse y no creo que nadie los tema lo suficiente para respetar su palabra. Vino desde arriba, de eso no hay duda”.

Declaraciones picantes cuanto menos, pero para tomar con pinzas. Jackson nunca fue más que un jugador de rol y lo echaron luego de tener un encontronazo con el entrenador Popovich. Más que lo que diga, abre una puerta que no creíamos que existía: conflictos internos en el plantel y como nunca sucedió, tanto jugadores como cuerpo técnico no parecen saber aplacar los rumores. 

Unos nuevos Spurs

El año que viene podríamos ver un equipo bastante distinto. Si vamos a la planilla de contratos para la temporada 2018-19 tienen asegurados ser parte unos cuantos, pero vamos a ir revisando algunos casos. LaMarcus Aldridge tiene contrato hasta 2021. Pau Gasol tiene una opción de equipo para ejercer y quedase hasta 2020. Rudy Gay y Danny Green tienen opción de equipo para el año que viene. Hay algunos contratos garantizados en jugadores com White, Murray y Paul, que son más de rol. Vamos a los importantes: Parker está en su último año, son 15 millones por año; una buena suma para contratar a un jugador más joven y de buen nivel para ser el base. Ginóbili tiene contrato para el año que viene, con el equipo en crisis no sería descabellado que se quede y juegue poco, pero dirija desde el vestuario; se necesitan jugadores que trasladen la Cultura de los Spurs. De Leonard es el último año garantizado el que viene: la temporada 2019-20 será opción del jugador; lo que le permite salir a la agencia libre antes del inicio de temporada. Si decide la agencia libre los Spurs se quedarán con nada; por lo que se habla de traspasos en el próximo año. ¿Por qué se hace? Cuando se sabe que un jugador no va a firmar o es dudoso, se lo suele poner en el mercado, un mercado que al saber de la disconformidad juega con el límite de tiempo para el cambio y ofrece cada vez menos, dado que corre con riesgo: no sabe si su nueva adquisición renovará al final de la temporada. Es una situación incómoda para todos los involucrados y suele tener un impacto directo en la química del equipo. Kawhi puede pedir el traspaso y ser directo, o seguir haciéndose el distraído y obligar a la franquicia a mandarlo a un nuevo hogar. Es una pieza cotizada y “novios no le van a faltar; más de una franquicia ofrecerá activos de buen valor si se sale al mercado.

Sin Parker, sin Leonard y con un Ginóbili en un rol marginal, queda poco y nada de los Spurs campeones. Solo estarían Mills y Green (si renueva) de las buenas épocas. Iniciando una nueva temporada con bastante espacio en los libros contables y fichas para negociar podrían cambiar la forma en que la franquicia se percibe a sí misma y como el modelo Spurs podría dejar de ser la utopía del básquet mundial. Popovich será un mago, pero parece que no puede hacer aparecer en la cancha a Leonard. Con un equipo que necesita un recambio generacional y empieza a mostrar problemas de vestuario, por lo menos para Kawhi, tendrá que revaluar como se conforma el plantel si es que quiere poner una palabra contra la hegemonía de los Warriors y los nuevos y mejorados Rockets.

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