Periodista de Tierra del Fuego.

Parece que los supermercados han sido tapa de diarios en la última semana: a nivel mundial el caso de Carrefour; que presentó estado de crisis y asegura operar en pérdida desde 2017. La situación no se limita a los procesos de inflación en Argentina o Brasil (en menor medida), sino que se suma el caso francés, donde un recorte de personal derivó en el bloqueo a el 80% de sus locales.

Si nos venimos un poco más cerca, nos encontramos con el caso de Maxiconsumo. La empresa argentina, con más de una treintena de sucursales alrededor del país, venía siendo mencionada en los medios locales: la apertura de una sede en la capital de la provincia parecía un hecho.

Independientemente de sus planes de expansión la empresa se encontraba en un conflicto con el gremio de Camioneros; que reclama por el encuadre de un trabajador. Contrario a lo que uno pensaría, la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo no tuvo mucho efecto y el gremio decidió bloquear el acceso al local, impidiendo la entrada de nuevas mercaderías, lo que vuelve la venta imposible. La justicia se queda de brazos cruzados y los camioneros operan con total impunidad. No es la primera vez que escuchamos o leemos este tipo de casos involucrando a este gremio, hagamos un poco de historia.

Allá lejos y hace tiempo, por diciembre de 2012; el sindicato realizó una quema de residuos frente a la Casa de Gobierno. El acto fue en protesta a una “nota que ingresó al sindicato diciendo que iba a tener que rescindir el contrario a Agrotécnica Fueguina” comprometiendo 300 puestos de trabajo.

En 2013, junto al gremio de docentes SUTEF, los camioneros participaron en la toma de la Casa de Gobierno. Evento que trajo como consecuencia el juicio de 35 involucrados y dió como resultado más mediático la exoneración de Horacio Catena, ex secretario general del SUTEF.

En el año 2017 bloquearon el tránsito a la espera del resultado de una licitación en la municipalidad de Ushuaia. En septiembre también bloquearon, en conjunción con un paro, el acceso a la planta de Coca Cola y la distribuidora de productos Arcor.

Ese mismo año, a nivel nacional, nos quedó la preocupante imagen de los disturbios del gremio en Capital Federal, donde vandalizaron la réplica del Cementerio de Darwin en Plaza de Mayo (uno de los que utilizaba una cruz como arma era de la secciona de Tierra del Fuego).

Como estos casos que mencionamos hay decenas más, por lo que terminamos infiriendo un patrón: los camioneros actúan como desean y sus acciones no acarrean consecuencias. Es entendible que un sindicato tenga conflictos a lo largo de los años con la patronal, pero cuando dichos conflictos siempre terminan con el gremio infringiendo la ley y, en algunos casos, utilizando la violencia como recurso de reclamo plantea un serio problema en el funcionamiento del sistema de conciliaciones laborales. La resolución a través del diálogo y el consenso parece un objetivo utópico que todos dan por descartado; si se quiere algo se toma por la fuerza.

Cuando las vías diplomáticas no funcionan, demuestra una debilidad institucional, que no se limita al gobierno sino que es transversal a todo el Estado. Municipios y provincias pasan por lo mismo: no cuentan con las herramientas para que los conflictos tengan una resolución rápida y pacífica que no altere el orden social. Los estados débiles no tienen gobernabilidad, ergo, no son atractivos para nuevas oportunidades de negocios. Lo pasamos en limpio: si un empresario ve que los gremios operan por sobre la ley y los agentes de control del Estado no intervienen, como podrían ser las fuerzas de seguridad, no se encuentra particularmente interesado en invertir en dicho lugar.

Volvamos al conflicto de Maxiconsumo: esta semana el dueño, Victor Fera, realizó declaraciones anunciando el retiro de una inversión aproximada de 22 millones de USD. Recordemos que en su sucursal de Río Grande la empresa emplea alrededor de 100 personas. “La inversión ya corrió el riesgo, 22 millones de dólares no van a ir a la provincia porque no tenemos seguridad jurídica. Mientras Carrefour está despidiendo gente, nosotros que estamos dando trabajo nos cierran; algo funciona mal. Además hay que agregarle en que como se iba a beneficiar al consumidor tanto como a los comercios minoristas”. (declaraciones en Fm Master’s)

22 millones de dólares quizá no parecen una cifra significativa para un Estado Provincial, pero son señal de algo mucho más importante. El desarrollo económico. El desarrollo no es simple crecimiento en números, sino la capacidad de transferirlo a una mejora en la infraestructura, servicios y calidad de vida de las personas. El empleo privado es fundamental para alcanzar un desarrollo sustentable. 100 empleos directos terminan siendo otros tantos más indirectos, así como una reactivación en las ventas de comercios dependientes de dicha cadena de valor y una competencia que ofrece más y mejores oportunidades para los consumidores. Maxiconsumo abriendo una sucursal en Ushuaia representaba eso, más trabajo, más oportunidades y una sensación de estabilidad para otros empresarios que quieran asentarse en la Provincia. Cuando el Estado falla y no puede resolver disputas sin afectar el normal funcionamiento de una empresa, se resquebraja la imagen proyectada hacia afuera. ¿Cómo podemos pretender el asentamiento de industrias,  internacionales de servicios u otros emprendimientos sino ofrecemos garantías? ¿Con qué salvaguardas cuenta el inversor? ¿Cómo proyectamos un grado de certidumbre?

Parece ser que Camioneros opera por sobre la ley y sus actos no los afectan a futuro. A sabiendas de este poder con el que cuentan, su forma de resolución es más agresiva que las de otros gremios. Será menester de los funcionarios y los políticos en general establecer reglas claras para los reclamos y no mantener el status quo a fin de aprovechar a los sindicatos cuando les son funcionales.

Hay una delgada línea en todo conflicto gremial: donde el reclamo justo que protege los derechos del trabajador y los derechos del empresario se encuentran. En Argentina nos gustan los extremos. Explotamos al obrero o agobiamos al emprendedor al punto de irse.

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