Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

Por primera vez en su historia, desde que se cotizan futuros en NYMEX, el petróleo alcanzó un precio negativo. Si, las empresas pagan para que se lleven los barriles. ¿El motivo principal? Una sobre-oferta combinada con el bajo consumo producto de la pandemia del COVID-19 y baja liquidez para los futuros de mayo: un cóctel explosivo que podría haber llegado para quedarse.

El precio del barril venía en franca decadencia producto de la crisis: los aviones no vuelan, el comercio internacional está parado y la circulación de vehículos es mínima. Pero el lunes, los precios se derrumbaron más del 200% para llegar a  US$ -37 en los futuros de mayo. El precio del barril el viernes rondaba los 18 dólares.

Los futuros, una herramienta financiera que los inversores utilizan para “apostar” en la dirección de los precios, parecían ser una apuesta segura hasta el lunes; cuando la caída en la demanda de barriles reales alteró la percepción del mercado financiero. Aunque la OPEP, el organismo que nuclea a los principales productores mundiales, al inicio de la crisis redujo el porcentaje de oferta de barriles, la medida quedó demostrada como insuficiente. Recordemos que detener la producción de un pozo es muchas veces más costoso que vender a pérdida, por lo que hoy no hay espacio para almacenar el crudo existente, lo que deriva en precios inimaginables hace un año atrás.

Con el primer golpe dado, ahora Arabia Saudita y Rusia evalúan medidas que pudiesen brindar cierta estabilidad a los precios, principalmente recortar la producción el 10% desde mayo y sostener oferta baja en una proyección para los próximos años.

Si combinamos el precio del petróleo, las caídas de las bolsas europeas, asiáticas y Wall Street, parece que el escenario económico a futuro es sombrío. Para muchos, esta crisis internacional podría superar la famosa Gran Depresión de los años 30’s, Este período inició con el martes “negro” el 20 de octubre de 1929 con la caída de la bolsa de Nueva York y llevó a una baja de casi el 66% del comercio internacional y un promedio de desempleo mundial del 33%. De ahí surgieron tanto el New Deal de Franklin D. Roosevelt, quizá el inicio del estado de bienestar, como las condiciones ideales para la aparición del nacional-socialismo en Alemania, llevando a Adolf Hitler al poder.

Las crisis económicas suelen ser la causa de muchas de las crisis políticas. Cuando un modelo colapsa o muestra fisuras, lleva a revaluar a los actores que lo pusieron en marcha. Hoy, el mundo está más dinamizado y la interacción entre países es mucho más alta, lo que también abre nuevas amenazas a los mercados. Pongamos un ejemplo: la crisis financiera asiática. Cuando el FMI condicionó al Reino de Tailandia a realizar una devaluación, el impacto económico y financiero se esparció como un virus por el sudestes asiático con devaluaciones en Malasia, Indonesia y Filipinas, para luego llegar al continente: Corea del Sur y Taiwán fueron de los principales afectados por el rebote. La crisis inició en junio de 1997 y recién para 1999 los países involucrados mostraron señales de mejoría.

Hoy, el impacto a la industria hidrocarburífera, principalmente la norteamericana, parece ser uno de los puntos que llevan al presidente Trump a apuntar contra la cuarentena y comenzar a producir otra vez. Aunque anunció que el estado brindará apoyo a las empresas petroleras, lo cierto es que el principal problema no son los incentivos, sino la falta de demanda. Durante la crisis, el consumo de petróleo se redujo a un tercio de los volúmenes previos a la pandemia. 

Aprovechando la inestabilidad de las industrias energéticas tradicionales, la oposición, liderada por la congresista Ocasio-Cortez, volvió a reflotar el “Green Deal”, una reforma integral de la forma de obtener energía en Estados Unidos, apuntando hacia las fuentes renovables. Con este plan, que ya hemos descrito en otro artículo, buscaría no sólo pasar a energía limpias sino generar miles de puestos de trabajo en todo el país. 

Otro gran afectado fue Vaca Muerta; el yacimiento es no convencional y ya veía dificultades cuando el precio del Brent rondaba los 45 dólares. El precio proyectado para junio del Brent es de 26 dólares y podría llegar a estar más bajo. A diferencia de otros países, Argentina tiene potestad para modificar los precios y cantidades. Ahora, circulan rumores de un barril argentino, a un precio sostén a fin de mantener la producción a flote. Ya se vieron algunos pozos cerrados, pero si la falta de demanda y los precios bajos se sostienen, la tendencia podría agravarse. Provincias como Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Río Negro y Mendoza en menor medida, dependen de las regalías para sostener sus estados. En el caso fueguino la producción principalmente es de gas; que, aunque ha visto una caída a casi la mitad de su valor el año pasado, parece tener cierto grado de estabilidad comparado con el crudo.

Durante las horas finales del lunes y el martes los precios del barril volvieron a estabilizarse, aunque siguen siendo bajos, pero quedó en evidencia que el sector no estaba preparado para semejante golpe. Es muy probable, que con el correr de los días, veamos otras industrias sufrir impactos similares. El consumo de todo tipo de bienes y servicios no esenciales está en números récord y la recuperación no será inmediata. 

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