Desde el domingo a la noche que esta pregunta está circulando entre cuanto programa de tv o radio que hable de política. El resultado que puso a Suárez 15 puntos por encima de Fernández Sagasti tuvo más de una lectura: para algunos es un resultado provincial sin réplica nacional, mientras que para otros es un cambio de tendencia en los votantes.
Primero, explicaremos la postura que limita los comicios de Mendoza a nivel provincial. Históricamente, Mendoza es un territorio conservador. Ha tenido gobiernos peronistas que suele intercalar en mandatos de 2 en 2 con el radicalismo. Teniendo en cuenta que no hay reelección en el cargo a gobernador, hay una dinámica de recambio político bastante frecuente. Su actual gobernador, Cornejo, no es de los radicales más cercanos a Macri: siempre han mantenido una relación tensa por el espacio limitado de poder que la Unión Cívica Radical tiene a nivel de la alianza Cambiemos.¿Cuál fue la estrategia del radicalismo para las elecciones provinciales? Limitarlas a los mandatos en Mendoza y “despegarse” de Nación. En las primarias (donde Sagasti iba a interna con Bermejo) el total de votos no alcanzaba a Suarez, pero luego de los resultados de las PASO (Alberto se impuso por 3 puntos ante Macri y Cornejo salió segundo para diputado) dieron una lectura: Cornejo sacaba más votos que Macri. Por lo tanto, buscaron enfocar estas elecciones en la gestión de Suarez en el municipio y las figuras políticas provinciales. Con esta estrategia se extendió la diferencia en más de 15 puntos y la victoria fue más que holgada.
Del otro lado del mostrador aparece una visión distinta: este es el inicio de un patrón para Juntos por el Cambio, los resultados de las PASO hicieron que la gente reconsidere su voto y hay chances de una remontada. Quizá arrancó para varios con el acto en Barrancas de Belgrano, donde ante un número considerable de participantes Mauricio Macri estrenó su nuevo eslogan #SiSePuede y se lo vió, junto con sus funcionarios, en una actitud más combativa. Con un discurso apuntado a “el inicio del alivio a fin de mes en el salario” y una mirada de “recuperación de la economía” Macri apuntó a cerrar el inicio del ajuste limitándolo al primer mandato, prometiendo que el segundo verá números de crecimiento. En un sistema más americano de campaña, intentará participar de un acto político en cada día hasta las elecciones del 27 más cerca de la gente y alrededor de los distritos identificados como claves: sean por ser predominantemente de voto hacia Juntos por el Cambio o lugares donde necesita mejorar su imagen.
Como un boxeador que toma el segundo aire, aparece el “primer golpe” en las elecciones mendocinas: se ganó en distritos que se había perdido por amplia diferencia. En Malargüe donde el candidato oficialista había perdido por 30 puntos hubo un rotundo cambio, y la victoria de este se dio por 20% de diferencia. De las 14 intendencias en disputa 12 terminaron en manos de Cambia Mendoza. Casos como Guaymallén, el distrito de mayor volumen de votantes tuvo una victoria oficialista por el 25% y Maipú, bastión peronista, también cayó en manos de los radicales. Desde la Rosada ven esto como un cambio en la tendencia y genera ilusiones de cara al período electoral de octubre.
Otros puntos que desde el seno de Juntos por el Cambio referidos a la “remontada” fueron las declaraciones de Pichetto, que en la misma línea del presidente Macri, llamó a una fiscalización más intensiva y el “cuidado de las urnas”. El candidato a vicepresidente cree que se “perdieron 4 o 5 puntos” por falta de control en las mesas. Al parecer, desde el oficialismo estiman que esos famosos telegramas que se vieron en redes sociales con 0 votos para la fórmula Macri-Pichetto, derivan de un control pobre en el conteo de los votos. Es por ello que se han establecido nuevas alianzas con dirigentes sindicales para sumar fiscales al control del escrutinio nacional.
Desde la oposición en el Frente de Todos reina la calma: entienden que el resultado tiene que ver con una buena gestión de Cornejo y Suarez y la tendencia nacional es clara: se despegaron de Macri porque restaba votos. Sabían desde un inicio que la victoria de Sagasti era compleja por ser una provincia predominantemente conservadora y la candidata a gobernadora por Mendoza tiene un origen político más inclinado hacia la izquierda por ser parte de la agrupación Cámpora.
La refutación desde el oficialismo viene por la viralización de videos en las calles mendocinas de cánticos contra el kirchnerismo y la mala respuesta que tuvo la presentación de los gobernadores electos y en ejercicio en Luján de Cuyo el miércoles pasado junto a Alberto Fernández a modo de cierre de campaña en las elecciones provinciales. No gustó el llamado al voto por la candidata ni la presencia de “extraños políticos”. Mendoza, al igual que Córdoba, parecen ser provincias que poseen un voto más independiente a la tendencia nacional.
Aún es pronto para saber si los comicios en Mendoza tendrán una réplica a nivel nacional en otras provincias o siquiera en la misma región. Pero en un país donde las encuestas nunca aciertan y parecen más un ejercicio teórico que un dato con aplicación práctica, la política parece guiarse por sensaciones: el el caso del Frente para Todos de tranquilidad y en el de Juntos por el Cambio de esperanza.