“La dama de las camelias” fue publicada por primera vez en el año 1848 por Alexandre Dumas (h), nació en París, Francia en 1824 y murió en Marly-le Roi, Francia en 1895. Esta novela es un emblema de la literatura romántica clásica. El inicio nos cuenta cómo se desarrolla la subasta que tiene lugar después del fallecimiento de Margarita. Las deudas la persiguieron hasta después de su muerte.
Su protagonista Marguerite (Margarita) Gautier era una bella cortesana que vivía rodeada de lujos y opulencias. Pero como nada es lo que parece, esta mujer aparentemente frívola y despreocupada ve como su vida se consume poco a poco. La tuberculosis será implacable. Esa “fiebre lenta consumidora” como la llamaban los asiáticos hacia el 3000 y 1500 a C. la llevará a su final. Aunque es posible que el amor verdadero llegue a su corazón. Tarde, sí tal vez.
Armand (Armando) Duval conoce a Margarita, sólo dos años después se acercará a ella. Su amigo Gastón será el nexo. Aunque sabe que Armando nunca podrá darle la vida que exhibe siendo la amante de un Duque. Finalmente el amor triunfa y ya no gozarán de encuentros furtivos. Armando sabe que ella está enferma, desea que vivan juntos, pero no tiene la certeza si la modestia que demuestra podrá cautivar a alguien que vive de las apariencias y gasta dinero ajeno a manos llenas. Después de todo van a convivir, pero los padres de Armando no aprueban la relación.
La tensión familiar hace que se separen (hasta geográficamente). Armando parte a Oriente y Margarita lo hace hacia Inglaterra. Al regresar a París, muere. Cuando Armando se entera de esto, regresa y desea tener un recuerdo de su amada. Jules Janin escribiría esta historia de amor breve, basada en el relato de quien se convertiría en su mejor amigo, Armando Alejandro Dumas (h). Se basó en eventos de su propia vida.
El éxito de esta novela inspiró al arquetipo que dio vida a la ópera de Giuseppe Verdi (Le Roncole, Italia 1813- Milán, Italia 1901), La Traviata.
Probablemente en aquella época se podía pensar que Margarita era libre, pero sus obsesiones, apetitos y sentirse alguien con pertenencia dentro de la clase social alta, la atan a relaciones donde los sentimientos la esclavizaban.
Ella es una multi- amante, por ello sabe que nadie la protege y la cuida como espera. El ejercicio de la prostitución la condena hacia la vista exterior de la sociedad, aunque su verdadero enemigo interior es el caos que la subyuga sin piedad. Ella habita su propio infierno, siendo su peor enemiga.