Clark Ashton Smith (California, Estados Unidos 1893- 1961) fue un escritor, poeta y escultor estadounidense. La mayoría de sus cuentos peregrinaron por las revistas pulp. Su amistad con H.P. Lovecraft (Providence, Estados Unidos 1890- 1937) y Robert E. Howard (Texas, Estados Unidos 1906-1936) hicieron que él también fuera un pilar en la revista de ficción llamada Weird Tales. Posteriormente se editarían innumerable cantidad de antologías. Es verdad que Smith es uno de los autores menos conocidos dentro de la literatura pulp de inicios del siglo XX. A excepción de España, donde fruto de la admiración mutua con Lovecraft fue incluido en trabajos conjuntos. En un principio su literatura (especialmente el género poético) fue rechazado por la abundancia de adjetivos que entorpecían la comprensión de su fondo y su forma. Quizás por ello se lo acerca a una clasificación con un estilo próximo a lo barroco. Ello no impidió que creara mágicos mundos y su literatura se volcara cada vez con más entusiasmo a la faz comercial.
Entre la vasta cantidad de cuentos reconocidos de Smith podemos mencionar “La hechicera de Sylaire” (publicado originalmente en el año 1941 en la revista Weird Tales) su escenario es la tierra encantada de Averoigne, una provincia francesa medieval, misteriosa y siniestra donde los hombres lobo, las gárgolas y las brujas acechan. Anselme se retira a vivir allí, cual ermitaño. El bosque será su escudo ante el rechazo de su amada. Dorothée. Ella lo ha abandonado.
Un día al llegar al lago se encuentra con Sephora, una hermosa hechicera. La atracción es instantánea, ella lo lleva hasta su misteriosa casa. Malachie, el ex enamorado de Sephora es un hombre lobo. Este le advierte a Anselme sobre los peligros que corre. Él deberá elegir quién dice la verdad. ¿Será más factible confiar en un hombre lobo o en una bella hechicera?
Sumirse en el enigmático mundo de Averoigne será todo un reto.
Como virtuoso representante de la literatura pulp le atrajo el ocaso de los reinos, la perdición, el espanto, la muerte y las perversiones asociadas a ella. El terreno fusiona horror, aventura, fantasía y brujería. Si bien se le ha atribuido siempre un estilo recargado, podría interpretarse esto como el uso de palabras rebuscadas o tal vez poco frecuentes para ese tipo de literatura.