Periodista de Tierra del Fuego.

Con el sueño febril de Qatar 2022 llegando a su fin, de la mejor manera posible vale aclarar, la política fueguina comienza tibiamente a salir de su estado de hibernación con la mirada puesta en lo que será la batalla de las elecciones generales de 2023.

Diciembre fue un mes extraño en Tierra del Fuego. Mientras por un lado el mundial abarcó todos los ciclos de noticias posibles, el incendio del Corazón de la Isla y la crisis ambiental sin precedentes derivada del mismo tiñeron lo que debía ser un tiempo de festejos. Ahora, con la consagración de la selección argentina en tierras árabes y el incendio atravesando un estadio de control sobre las zonas en las que las y los brigadistas han trabajado sin descanso, la política fueguina comienza a explorar las posibles estrategias que guiarán la campaña del año que se nos viene.

El escenario es fluido y los nombres que se tiran de un lado y del otro están en constante cambio, pero entre tanto rumor, chisme de pasillo y declaraciones de las y los protagonistas, se puede comenzar a construir un eventual panorama para los próximos 6 meses.

A nivel provincial, aunque desde el ejecutivo prefieren no hablar de elecciones cuando queda gestión por delante, es casi un hecho que Gustavo Melella irá en búsqueda de 4 años más en la Casa de Gobierno. No obstante de haber recibido un golpe a su imagen con el devenir de los acontecimientos referidos al incendio, algunos dirán que por falta de gestión mientras que otros hablarán de utilización política, el mandatario provincial sigue siendo una de las figuras fuertes de la política local.

En la vereda opuesta, dando en las últimas semanas un discurso más de campaña, aparece el intendente capitalino Walter Vuoto. Ya sea en anuncios de obras, entregas de viviendas o algún acto propio de las tareas como líder del ejecutivo municipal, Vuoto no esconde su interés por hacerse con la oficina en San Martín 450. Aunque todavía no hemos visto un lanzamiento formal, sus palabras abandonan el terreno de lo implícito dándonos a entender que en los próximos meses podríamos tener definición y fórmula.

Refiriéndonos a otros espacios políticos, Juntos por el Cambio aparece bastante más lejos en la carrera por la gobernación al igual que otros espacios que podríamos englobar como el peronismo más tradicional. Si la tendencia se sostiene en el primer semestre del próximo año, estaríamos hablando de una carrera con dos nombres en la contienda y varios terceros en discordia que podrían inclinar la balanza.

En la ciudad de Río Grande el escenario parece bastante claro: Martín Pérez irá a por la reelección aunque no queda claro hacia donde direccionará su apoyo en la competencia por la provincia. Otro nombre que recorre pasillos para las elecciones municipales es el de la legisladora Laura Colazo, quedando a la espera de lo que pueda organizar JxC y el radicalismo en la ciudad.

Tolhuin también tendrá a su joven intendente buscando un nuevo mandato en Harrington, con el aditamento especial de poder encontrarse quizás con su rival previo Claudio Queno en una eventual boleta. Si bien Queno desapareció de la escena luego de ser derrotado abultadamente en 2019, presentaría lista a concejales y su nombre junto a la edil Alderete son dos de las posibilidades para pelear la más nueva de las tres intendencias.

Ushuaia, como siempre, es la que más picante parece ofrecer de las ciudades en lo que respecta a nombres, alianzas y posibles “traiciones”. Aunque es uno de los principales nombres para la gobernación, no hay que descartar un posible tercer mandato de Vuoto en las oficinas municipales, largando primero y con buena ventaja respecto al resto. Si el actual mandatario decidiese optar por la Provincia, son varios los nombres de concejales y funcionarios que podrían ser el o la ungida, aunque desde el seno del Vuotimos prefieren mantener la calma y no “quemar” a ningún posible candidato o candidata. Desde el PRO, y con el aval de Patricia Bullrich, aparece Tomás Bertotto para representar a JxC. Con más variedad que en los casos previos también podríamos ver boletas con Liliana “Chispita” Fadul a la cabeza y alguna sorpresa de FORJA o el MPF, en la búsqueda de hacer pisada en la capital provincial pensando en mejorar sus posibilidades para la batalla provincial.

Según pudimos consultar a diversos especialistas políticos en la provincia, la tendencia parece ser que los cargos ejecutivos y quiénes los ocupan tienen preeminencia a la hora de pensar en reelecciones, habiendo un desconocimiento generalizado por legisladores, concejales, diputados y senadores. Nuestras y nuestros representantes del poder legislativo parecen tener poca llegada con los vecinos y vecinas, por lo que no sorprendería que aquellos con aspiraciones comiencen a recorrer los barrios tan temprano como fines de enero o principios de febrero.

Otro dato no menor es el factor Milei en la isla: el diputado nacional fue furor desde su irrupción en la política y, bajo el estandarte de outsider supo construir un vínculo sorprendentemente fuerte con la gente. Su armado en la provincia ya dio la sorpresa con la gran elección de Letizia allá por 2021, consolidándose como espacio a tener en cuenta con la participación de Agustín Coto en la Convencional Constituyente de este año en Ushuaia. Aunque la intendencia parece un destino utópico, hablar de listas a concejales y legisladores con posibilidades reales, más teniendo en cuenta el aumento de bancas en la capital provincial, es una apuesta que podría dar buenos réditos.

A pesar de lo mucho que podamos especular o analizar, buena parte de este armado que intuimos dependerá de las definiciones que se dicten en Buenos Aires. Considerando la cercanía del gobernador Melella con el presidente Alberto Fernández y el vínculo estrecho entre Cristina y Máximo Kirchner con el intendente Vuoto, lo que se dirima en el camino a la presidencia podría tener un impacto directo en la carrera por la gobernación. Algo similar, aunque en menor medida pasa con Juntos por el Cambio: de Larreta a Bullrich, o hasta Macri, hay un trecho: esa diferencia podría cambiar el nombre que el partido presente para el máximo cargo de Tierra del Fuego.

Mientras el resto estaremos preparando los platos navideños, finiquitando la listita a Papá Noel o cumpliendo alguna promesa mundialista, la política entrará seguramente en una vorágine de rosca y asados para comenzar a conformar las alianzas y estrategias que los guíen a lo largo del año que viene. Las primeras fichas ya parecen puestas en el tablero, restará ver cómo se mueven.

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