La sesión especial de este lunes en la Legislatura Provincial es el primer paso del gobernador Gustavo Melella en los planes de gestión proyectados para 2022. Como lo dejó claro en su discurso, el mandatario provincial buscará en al menos cuatro temas, el apoyo de las y los legisladores, a fin de encaminar los problemas que menoscaban a la provincia. Quizá el más inmediato y, sobre uno de los temas más complejos que afligen al gobierno provincial, está el aumento a los aportes patronales para expandir las arcas de la tan castigada OSEF.
Si algo nos dejó el discurso de Apertura de Sesiones Ordinarias de la Legislatura Provincial del gobernador Gustavo Melella fue la necesidad de actuar de forma inmediata a favor de la Obra Social. OSEF transita un momento complejo y quién ocupa el sillón de San Martín 450 dejó en claro que es una prioridad. Así, anunció un nuevo proyecto de ley para aumentar los aportes patronales, un aporte extraordinario de quiénes ganan lo mismo o más que el gobernador y un sistema para que OSEF no pueda ser usada por los pasivos que no aportaron como activos sin algún tipo de compensación. Melella explicó que “vamos a convocar también a todos los gremios involucrados en la Obra Social, para que sepan claramente los números y para que todos vean hacia donde vamos”.
Independientemente del análisis sobre las propuestas, que aún resta ver en documentación oficial, me gustaría hacer una pequeña reflexión. En las últimas horas el legislador por FORJA, Federico Greve, declaró sobre OSEF y, más que fortalecer la postura del gobernador y el impulso del ejecutivo, dejó entrever que no comprendió totalmente lo que su líder político intentó explicar. “Si hacía cuatro años que no se aumentaban los aportes, por lo tanto los ingresos a la obra social están planchados, es obvia la disparidad y la distorsión en los números de la Obra Social” declaró el legislador.
Para entender cómo se financia la Obra Social del Estado Fueguino, hay que aclarar algunas cosas. Además de los aportes que el Gobierno Provincial pudiese adicionar al ente autárquico, una gran cantidad de fondos proviene de un porcentaje del salario de cada trabajador parte de la misma. Cada escalafón cuenta con un porcentaje particular y, de allí, sale el dinero que mantiene la “caja” de OSEF. Si tomamos las declaraciones del gobernador el primer día de febrero de este año, cuando planteó la continuidad del Plan de Recuperación Salarial, nos dará que en los últimos 20 meses se superó el 130% promedio de mejora de haberes a los empleados públicos. Si miramos por otro lado los costos de la Obra Social aparecen los que son pesificados, que pueden ser servicios y sueldos, y los dolarizados, los medicamentos.
Ahora, hagamos algunas cuentas. El dólar en los últimos dos años, el oficial al menos que es el que usan las empresas importadoras, no tuvo grandes variaciones luego del salto a principio de gestión de Alberto Fernández. En lo que refiere a pesos, la inflación en 2020 fue del 38,5% en el interanual de enero 2020 a 2021 y 50,7% de enero del 2021 a enero del 2022 según INDEC. Si hacemos el agregado entre la inflación de 2020 y a ese resultado le sumamos la inflación de 2021, nos dará que la misma es de 108,7% con respecto al número inicial. Si el aumento promedio que dio el gobernador es del 130% ¿Cuál es el estancamiento del que habla Greve?.
Sin tratar de poner palabras en la boca del legislador provincial, estimo que intentó hacer referencia a la gestión previa y las pocas mejoras salariales que se dieron durante ese tiempo, algo que exacerbó el déficit de OSEF en su caja. El problema es que ya han transcurrido 2 años del cambio de gestión, y pandemia mediante, se han hecho grandes esfuerzos para revertir la situación crítica de la Obra Social. Greve, con el objetivo de tratar de trazar el origen del problema, recayó en desestimar la labor de su propio partido en remediar el estado del ente autárquico.
No hay dudas que OSEF atraviesa un momento complejo y requiere de mayores fondos para hacer frente a las necesidades de sus afiliados y afiliadas. No obstante, hay que ser cuidadoso con las palabras, más cuando se representa al partido que propone el cambio y, si para lograr el mismo, se debe convencer a opositores y oficialistas para dar el paso. El mejor escenario para el Ejecutivo Provincial, al parecer, es que sea otro parlamentario el que oficie de vocero.