Periodista de Tierra del Fuego.

El fin del 2021 volvió realidad un secreto a voces en la ciudad de Ushuaia: la modificación de la Carta Orgánica. Si bien el tema se había planteado previo a la pandemia en el Concejo Deliberante, fue en 2021 que la idea resurgió con fuerza y, tras un esfuerzo del oficialismo en una de las últimas sesiones del año, se aprobó el llamado a una elección de convencionales constituyentes. Ahora, con febrero en el horizonte, donde la política fueguina comienza a reactivarse luego de las vacaciones, se palpita un 2022 con tinte electoral en la capital de la provincia.

Desde este medio, tomando ventaja de la falta de listas oficiales, decidimos hacer un pequeño intento de proyección para ver cómo se distribuirían los 14 escaños a disputar. Primero, para llegar allí, deberíamos explicar cómo es el sistema electoral.

El sistema D’Hont fue inventado a fines del siglo XIX y consiste en un método de promedio mayor para distribuir escaños en base a los votos de los partidos. Fue inventado por un jurista belga, Víctor D’Hont, y es utilizado en buena parte de Europa, América Latina y países como Japón e Israel. Podemos calcularlo manualmente, colocando en columnas la fórmula de votos del partido dividido el cociente inicial 1 y seleccionando el de mayor cantidad de votos por cada escaño. El partido que obtiene dicho escaño aumenta en uno su cociente y así se sigue hasta quedarnos sin escaños a distribuir.

A este sistema debemos agregarle la lógica de la paridad de género: a fin de asegurar una distribución igualitaria de las bancas, es factible que algunos candidatos sean reemplazados por sus pares femeninos que los siguen en las listas, siempre con el objetivo de llegar al 50/50 que la ley requiere.

Ya con las explicaciones y distinciones del caso, pasemos a realizar algunas especulaciones o simulaciones tomando como base los resultados electorales.

En Ushuaia, durante las legislativas de medio término de noviembre, votaron 44.824 electores de los 62.226 que figuran en el padrón. Hubo 423 votos en blanco, 55 impugnados y 2.268 nulos, dividiéndose el resto en 14.748 para el Frente de Todos, 13.066 para Juntos por el Cambio, 9.572 para Somos Fueguinos, 1.701 para Republicanos Unidos, 1.396 para el Partido Obrero, 894 el Movimiento Popular Fueguino y 701 fueron al Movimiento al Socialismo.

Aplicando estos mismos números a cualquiera de las dos calculadoras de escaños previas que utilizamos, nos quedaría un panorama con 6 bancas para el Frente de Todos, 5 para Juntos por el Cambio y 3 para Somos Fueguinos.

Proyección de escaños en base a resultados de las Elecciones Generales de noviembre de 2021

Dicho esto, existen alicientes a los números que estamos observando. En primer caso, habría que poner un asterisco sobre la cantidad total de votos del Frente de Todos. Considerando que el Frente reunió tanto al peronismo como a FORJA bajo el pedido de unidad del presidente Alberto Fernández, no sería descabellado pensar que ante un proceso electoral de carácter municipal dichas fuerzas fueran por caminos separados, alterando el número máximo de votos que podría obtener el PJ.

El segundo dato a tener en cuenta es del lado de Juntos por el Cambio. Considerando la diferencia entre las PASO y las generales, donde el partido no pudo generar un arrastre de los votos de todas sus listas hacia el candidato ganador de la interna, uno podría suponer que hay sectores que responden al nombre y no al color político. Sumado a ello, vimos que a lo largo y ancho de la provincia muchos votantes seleccionan en base a la coyuntura, por lo que algunos de los votos que obtuvo Stefani en las PASO y luego Yutrovic en las generales están para disputarse sobre la mesa.

Desde Somos Fueguinos, la tendencia también podría ir en subida. Observamos que durante el conflicto por el nombre de la Casa de la Mujer la líder política del espacio, Liliana “Chispita” Fadul, se acercó bastante en su lucha contra el Municipio al concejal Javier Branca. Por ello, no sería descabellado pensar en la adición de algunos sectores a este tercer espacio político.

Ahora, hagamos el mismo ejercicio con los resultados de las PASO. Si tomamos en cuenta los 15.110 votos que obtuvo Juntos por el Cambio en su conjunto, los 11.600 del Frente de Todos y los 8.099 de Somos Fueguinos, siendo 787 los votos en blanco, 70 los impugnados y 3.501 los nulos, el resultado sería de 6 escaños para Juntos por el Cambio, 5 para el Frente de Todos y 3 para Somos Fueguinos. Aunque no pareciese mucho, un convencional constituyente puede ser la diferencia entre aprobar un cambio a un artículo o no.

Hay una pregunta que debe estar pasando por la mente de cada peronista que lee este artículo: ¿Cuántos votos se necesitan para tener la mayoría?. A resumidas cuentas, siempre y cuando los valores de Somos Fueguinos y Juntos por el Cambio permanezcan en el mismo nivel, el oficialismo necesitaría 18.300 votos, unos 3.500 sufragios más de los obtenidos en noviembre. Considerando los 11.600 de las PASO y el crecimiento a 14.748 en las generales, no parece una tarea imposible para el esfuerzo electoral que acostumbra el peronismo.

Para salir de la parte más estadística y teórica, vamos aprovechar que “Pirincho” volvió de vacaciones y empiezan a emerger los famosos rumores de “quién va con quién” tan característicos previo al armado de listas. Desde la oposición llegan noticias de alianzas: en el caso de Juntos por el Cambio es casi seguro que dos de las figuras más prominente de la ciudad de Ushuaia, Héctor “Tito” Stefani y Federico Sciurano, serán de las caras visibles que empujarán la pelea por las bancas. En el caso de Somos Fueguinos podría haber un acuerdo con un sector del peronismo tradicional. Si bien nadie quiere confirmar nombres, no sería descabellado ver a cierto legislador de múltiples mandatos tomarse una licencia para debatir las modificaciones de la Carta Orgánica.

Mientras tanto, desde el Frente de Todos todavía hay silencio de radio. Con una de las prioridades puesta en ver cómo se desenvolverá FORJA, mayo todavía está lejos y hay tiempo de entablar alianzas o crecer en volumen de votantes.

Otra incógnita es que hará el Movimiento Popular Fueguino, que si bien tuvo una elección para el olvido en las legislativas, es una fuerza para no despreciar en la capital fueguina. Lo mismo pasa con espacios como Republicanos Unidos o el Partido Obrero, que por la cantidad de votos no estarían cerca de pelear un escaño, pero a quién brinden su apoyo podría modificar la repartición entre los tres partidos dominantes.

Aunque falte mucho para la presentación de las listas en abril y las elecciones a mediados de mayo, el escenario de este nuevo proceso electoral comienza a vislumbrarse como uno donde acuerdos y grandes esfuerzos deberán hacerse para obtener una verdadera mayoría.

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