La temporada invernal, corre hoy más riesgo que nunca de no ser tal. Si bien la nevada ilusionó a más de uno con una posible apertura de los centros invernales, sumado a algunas reducciones en las restricciones y el avance de la vacunación. No obstante, si las perspectivas nacionales no mejoran tampoco se sumarán visitantes extranjeros, volviendo el panorama aún más negativo de lo pronosticado. Así, se llegará a un año sin prácticamente entradas para el rubro gastronómico y turístico.
Haciendo un paralelismo con la temporada invernal de 2019, a la provincia llegaban 66 vuelos semanales, de lugares tales como Córdoba, Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata y Buenos Aires. Hoy, hablamos de unos 25 por semana, donde cuatro de ellos son compartidos con El Calafate, sumando una demora de 5 horas. Si a ello le sumamos la salida del mercado de LAN, el volumen de vuelos no supera el 30% del habitual. Sin promociones a la vista, cada visitante deberá desembolsar al menos $25.000 en pasajes.
En lo que refiere al invierno, los meses de julio y agosto siempre han sido el plato fuerte para la ciudad de Ushuaia, aprovechando las vacaciones escolares, donde miles aprovechan para visitar la isla por algunos días. Sin esta situación presente, la compleja realidad que atraviesan un 30% de los hoteles, que no han abierto sus puertas en los últimos 14/15 meses, repercutirá de forma directa en los puestos de trabajo. Tomando nuevamente 2019 como parámetro, 3 de 10 empleados del sector dejaron su trabajo y 5 de 10 están suspendidos por el contexto de pandemia. Pasando en limpio: sólo el 20% de la planta total de 2019 está trabajando activamente, con el 70% de los establecimientos a puertas cerradas actualmente. Las pérdidas económicas y de puestos de trabajo son más que claras, disminuyendo el consumo en rubros que dependen directamente del turismo, mientras la cantidad de dinero que circula también se ve aafectada.
Con esta difícil situación el sector turístico, representado por hoteleros, gastronómicos, agencias de viajes y mayoristas, prestadores de servicios y comerciantes, presentaron una nota al gobernador, intendente, el InFueTur y a la Secretaría de Turismo de Ushuaia, sugiriendo diversas medidas para paliar la situación, en línea con las cámaras de las distintas provincias. Entre las mismas, figura la implementación de un sistema de vacaciones escalonadas para el invierno, a desarrollarse en el mes de julio y eventualmente parte de agosto. Así, se buscaría no perder otra temporada invernal, haciendo hincapié en sostener las actividades invernales para iniciar una recuperación del sector. Este escalonamiento, dependerá del calendario escolar, los ritmos de vacunación de cada distrito y las necesidades propias de cada zona. Esta alternativa, se presenta ante 14 meses de restricciones y una situación bastante clara: Ushuaia no puede sostener dos inviernos sin turistas. Será menester de los poderes ejecutivos y legislativos pensar formas de asegurar la temporada, o al menos brindarle algunas garantías a nuestros turistas para que opten por trasladarse hasta la ciudad.
