Según se dio a conocer en el día de ayer, la multinacional estadounidense, inició un proceso de desinversión en el país, lo que implicaría abandonar sus operaciones en Río Grande, donde cuentan con 526 operarios.
La firma transitó a lo largo de la semana un cambio en sus socios mayoritarios. Softbank, hasta entonces dueño, vendió una parte a BCP (Brightstar Capital Partners) y sólo retendrá un 25%. La medida no es negativa para la firma: es una forma de “independizar” la organización del conglomerado, pero implica también una revisión de los negocios e inversiones que Brightstar mantiene en todo el mundo.
Brightstar comenzó a funcionar allá por el año 2000 en Río Grande, donde actualmente emplea a más de 500 operarios. Ahora, se encuentran en negociaciones para vender las operaciones a un socio estratégico, pero también confirmaron que de no conseguirlo, se irán de la provincia. “Buscamos una transición ordenada, que el 100% de los empleados sigan trabajando y que el comprador mantenga los contratos con nuestros clientes y que haya continuidad con respecto a la calidad de los productos”, revelaron fuentes de la empresa.
Hoy la empresa cuenta con el 13% del mercado de telefonía celular, enfocados principalmente en Samsung. Antes contaba con contratos de LG, pero la firma coreana movió su línea de producción hacia Chile. Aunque no se dieron razones directas por el cambio de dirección de la organización, podemos inferir que el reporte de algunas trabas a la hora de conseguir dólares para insumos fue un catalizador, sumado a la larga duración del período no operativo durante la cuarentena y los menores niveles de ventas. Otro dato no menor es que los celulares quedaron afuera del programa Ahora 12.
No obstante de haber sostenido un nivel de ventas considerable a lo largo del año, la limitación de no formar parte del Ahora 12 y los problemas de insumos debilitan la posición de las fábricas de celulares en la provincia. Los dólares utilizados para la importación de los kits asiáticos afectan sustancialmente las reservas y, al ser para comercio exterior, no cuentan con el mismo nivel de gravámenes que los que compraría un ciudadano. Por eso, para algunos especialistas, no incluir a los celulares en el Ahora 12, es una forma de “frenar” la demanda de dispositivos móviles y evitar el sangrado de divisas extranjeras. El problema es el impacto que esto tendría, de sostenerse en el tiempo, en los puestos laborales del sector industrial fueguino. Las empresas productoras, sea Brightstar, Newsan o Mirgor, trabajan con contratos con las empresas de celulares para producir una cierta cantidad de unidades en un período de tiempo. Estos contratos son para cubrir la demanda interna, si la misma cae, no hay contratos nuevos y formas para generar ingresos. Para los casos de Newsan y Mirgor el panorama no es tan sombrío: tienen otras líneas de producción de electrodomésticos y componentes de automotriz, por lo que el efecto es parcial.
La pandemia generó un desplome en la economía y las consecuencias repercuten tanto en PyMEs como en grandes empresas. Brightstar, junto con Falabella y Walmart, se encuentra hoy a la búsqueda de compradores de sus operaciones. Además, surgió también en el día de ayer que Danone, la multinacional francesa de alimentos y bebidas, se encuentra en un período de revisión de negocios. Con una caída del 9,3% en su facturación a nivel mundial, la empresa que cuenta con marcas como La Serenísima, Villavicencio, Villa del Sur y Nutrilón, está evaluando qué hará con la operación de USD 548 millones que tiene instalada en el país. Con más de 5.000 empleados y 25 años en el país, la empresa no ha asegurado que dejará Argentina, sino que analizará su estrategia a futuro, pero las malas condiciones de mercado y la alta inflación hace que la crisis económica del COVID-19 se potencie.
Por ahora no se han dado mayores informaciones sobre el destino de la planta de Brightstar en Río Grande. Aunque ya se barajan potenciales compradores, el proceso de vender una fábrica llave en mano con contratos y empleados siempre es complejo. Todo indicaría que la línea sería absorbida por alguno de los jugadores que ya está instalado en el mercado. Por ahora, hay preocupación en el tema desde la UOM y el gobierno provincial, que buscan una resolución positiva del conflicto. Con casi el 7% de los empleados industriales y un 15% de la producción de celulares en lo que va del año, el impacto será doble para el estado fueguino: menos trabajo privado y menos recaudación.