La literatura Pulp abarca toda una agenda cultural.
El término “pulp” remite al papel barato o pulpa de madera en la que se imprimen publicaciones pioneras del género negro en formato de revistas populares.
Ellas tenían como único fin entretener y divertir al lector.
Su narrativa no era de lo mas exquisita porque la acción se robaba todo el protagonismo. Es verdad que dentro de su estilo amplio incluyen célebres autores y otros mejor echarlos al olvido.
Sin duda incorporó todo un estilo de escritura extrovertido y ágil y dichas revistas abarcaron varios géneros: el terror, el romance, las historias detectivescas, la ciencia ficción y la narrativa exótica.
Los autores “pulp” eran esquivos, escribientes compulsivos que contaban con numerosos seudónimos.
Raymond Chandler, H. P. Lovecraft o Ron Hubbard (el padre de la Cienciología) quizás sean los mas conocidos.
Pero este no fue un fenómeno nacido de la crisis económica de Estados Unidos exclusivamente, España también tuvo su cultora de la literatura “pulp”.
¿Quién no recuerda a Corín Tellado y sus mas de cuatro mil novelas rosa?
Varios factores contribuyeron a la desaparición parcial de la cultura y literatura “pulp”, algunos de ellos fueron: la crisis de la Segunda Guerra Mundial, el alza del precio del papel, la violencia y el erotismo de sus páginas entre otras.
Los protagonistas eran nacidos de las entrañas de detectives alcohólicos y solitarios, mujeres fatales, monstruos, zombies, visitantes de otros planetas, seres amorfos y todo aquello que brotara de la mas ferviente imaginación. Muchos de ellos fueron inmortalizados a través del cine y la televisión.
Así nacieron de sus páginas personajes como Buck Rogers, Conán el Bárbaro, doc Savage, Flash Gordon, Fu Manchu, The Shadow, Tarzan, El Zorro o The Spider.
Con el desembarco de otras tecnologías este tipo de revistas dedicadas a la lectura del recreo y el ocio comenzaron a desaparecer.
Algunos personajes prendieron en el corazón del lector y treparon a lo alto del podio de la popularidad.
Siempre se pensó que solo era una literatura barata, maldiciente, popular, para usar y tirar, sin embargo aún hoy cuenta con cultores de su estilo que sobreviven a las modas y que tuvieron su apogeo allá por la primera mitad del siglo XX.
