Periodista. Fueguino por nacimiento y elección

Varios conflictos de índole gremial se produjeron en los últimos meses desde el ámbito textil, producto de una notable caída, cuyas causas pueden encontrarse en la retracción del consumo interno y la apertura de importaciones.

Y el panorama para la industria textil, a nivel nacional, tampoco resulta demasiado alentador. Según Bae Negocios, en diciembre del año pasado hubo una caída del 36,3%, y la comparativa entre 2017 y 2018 tuvo un resultado del 10,7% en declive.

Febrero volvió a retratar que el rubro textil continúa con varios conflictos en simultáneo: Badisur, ARMAVIR y Australtex fueron noticia una vez más por diferentes conflictos y el horizonte no avizora un cambio a corto plazo.

La Fundación ProTejer, que nuclea a decenas de empresas textiles y es referente del sector, reveló datos de una encuesta en la que participaron sus socios: el 80% coincidió en que no tiene una expectativa favorable para el 2019, mientras el 89%, en 2018, registró una caída en las ventas con respecto al año anterior.

Además, el 33% de los encuestados respondió que el panorama empeorará y un 45% vaticinó que las ventas no mejorarán.

Julieta Loustau, de la institución textil, explicó que la mayoría de las empresa “vende al mercado interno –a diferencia de otras industrias del país-, con lo lo cual la pérdida de poder adquisitivo de la gente termina impactando en la caída del consumo que hace que caigan las ventas”.

¿Qué se espera para Tierra del Fuego? El Ministro de Trabajo provincial, Claudio Carrera, expresó que “los problemas en la industria textil son muy graves”, en sintonía con los distintos gremios del sector: SOIVA, AOT y SETIA.

Todos acudieron al Ministerio de Trabajo durante la última semana para intentar resolver posibilidades de despidos y descuentos.

Por estos días, el caso emblemático es el de Badisur, cuya planta está tomada por los propios empleados hace más de 15 días, sin atisbos de solución. Ocurre todo lo contrario: los responsables de la firma faltaron por enésima vez a la audiencia de esta semana, pero presentaron un escrito solicitando que los trabajadores cesen la toma. Además ofrecieron un 50% de indemnizaciones, una cifra irrisoria teniendo en cuenta que el gremio ya rechazó de forma rotunda el 70% ofrecido con anterioridad.

Las idas y vueltas de la firma son recurrentes. De hecho, en la audiencia anterior planteó la decisión de despedir al actual personal para incorporar otro.

La compleja situación de ARMAVIR es otro de los conflictos que involucra a SOIVA. La firma mantiene la postura de despedir a la mitad del personal y, en la última audiencia, las partes acordaron prolongar la conciliación hasta mediados de marzo.

Australtex fue, de los mencionados, el único caso donde la negociación tuvo una conclusión positiva para los trabajadores tras un inesperado descuento del 70% del ítem zonal.

El Ministerio de Trabajo intimó a la empresa a devolver el monto descontado en la primera audiencia, pedido al que accedió la firma en el segundo encuentro.

Los tres gremios coinciden en la mirada de cara al desarrollo de este año: no habrá una recomposición en el sector y el alerta persistirá mientras las medidas del gobierno nacional no inyecten el consumo interno.

Por ahora, la prioridad es sostener los puestos de trabajo a la espera de un cambio que permita el despegue de la industria fueguina.

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