Periodista de Tierra del Fuego.

 

Si bien durante la semana pasada se produjeron varias reuniones entre los equipos económicos de cada provincia junto a los ministros nacionales, la reunión mas esperada sin dudas será la del martes. El presidente Macri recibirá a todos los gobernadores para informarles cual es el plan económico para el año que viene y poder discutir el nuevo presupuesto.

Con el dólar estable luego de la estampida de los últimos días de agosto y los primeros de septiembre, con el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los cambios en el gabinete nacional y las negociaciones que lleva adelante el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio -el más respetado por los gobernadores peronistas- ahora solo se espera que les dirá a los mandatarios provinciales el presidente de la nación.

Algunos de los asistentes a la Casa Rosada ya dijeron que no van a acompañar el presupuesto 2019, el Gobernador de San luis, Adolfo Rodriíuez Saá planteó que “El presidente nos a convocado para una reunión el martes”. ”Yo creo que está instalado que vamos a ir a abalar el presupuesto y que ya sale. Y no es así”.

“¿Como vamos a decir que si, si nadie lo conoce? Parece que el Fondo Monetario Internacional si y eso es horrible, no se traguen el amague”, advirtió. 

El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, salió a profundizar las diferencias con el Gobierno nacional y avisó que no será parte de la foto con Mauricio Macri para sellar el acuerdo por el Presupuesto. «Santa Fe no va a ser socia del ajuste», avisó.

Según LPO el mandatario planteó, ”Yo no quiero ser un socio del ajuste, porque además no compartimos esa mirada de la política económica. Entendemos que hay que garantizar la gobernabilidad, pero al mismo tiempo queremos defender los recursos que le corresponden a Santa Fe y no hacer el ajuste hacia los sectores sociales más vulnerables», afirmó el socialista, que no irá el martes a la reunión con el Presidente en la Casa Rosada por un oportuno viaje a Estados Unidos.

Que les va a decir Macri a los gobernadores que vayan a la reunión del martes es la incógnita, aunque ya se filtraron algunos temas, si le objetivo es llegar al equilibrio fiscal en sólo un año. Éstas serán las principales fuentes que aportarán con el pago de más impuestos para llegar al «déficit cero» en 2019:

La fórmula mágica son las retenciones las exportaciones, la receta de Eduardo Duhalde y su ministro Jorge Remes Lenicov para recaudar y tratar de levantar a la economía en 2002, tras la explosión de la Convertibilidad. Beneficiados por la suba de 100% del dólar en el año, los exportadores aportarán cerca de $ 280.000 millones adicionales el año próximo, es decir más de la mitad de todo el ajuste requerido.

El otro gran impuesto, en este caso invisible, es la inflación. La suba del dólar permite sacarle una tajada a los exportadores, pero el consiguiente salto inflacionario le mete la mano en los bolsillos a los asalariados. La pérdida de poder adquisitivo será la más grande desde 2009 y consultoras como Kantar Worldpanel estiman que la caída del consumo masivo (alimentos y bebidas principalmente) llegará al 5% en el segundo semestre. El alivio de la presión impositiva que se esperaba el año próximo para la producción a través de la aplicación de la reforma tributaria y el compromiso del Pacto Fiscal quedó casi en la nada. Los gobernadores ya consiguieron que se postergue al menos un año la rebaja del impuesto a los Sellos, uno de los más distorsivos para la actividad comercial. Argumentan que no pueden perder otra fuente de ingresos teniendo en cuenta que el Gobierno ya les quitó el Fondo Federal Solidario (no coparticipa más las retenciones a la soja). Y se está negociando además que pasará con la tan publicitada baja de Ingresos Brutos, que debería arrancar el año próximo.

-También se avanza por pedido del peronismo en un incremento al 1% de la alícuota de Bienes Personales, es decir al patrimonio, que el Gobierno había reducido a 0,25%. Se gravaría a los argentinos que poseen activos en el exterior, tanto cuentas como inmuebles. Aún no está claro si se aplicaría a los activos locales en caso que superen los 5 millones de dólares.

El mayor pago de impuestos procura cerrar las cuentas públicas. Pero al mismo tiempo quita recursos para consumir en el caso de las familias o para efectuar inversiones en el caso de las empresas. No es extraño que bancos internacionales y consultoras empiecen a proyectar una recesión superior al 2% este año y que posiblemente el año próximo se prolongaría la caída de la actividad.

Una economía en plena contracción no es un buen escenario para recibir inversiones o para recuperar la confianza de los mercados.Y se estima que la deuda ya representará el 70% del PBI en 2019, un nivel que es percibido como mínimo como peligroso para un país sin acceso a los mercados como es el caso de Argentina.

Fuente: www.clarin.com

Pero además de la preocupación por una economía que no tiene perspectivas de crecimiento, otros interrogantes carcomen a los inversores. ¿Cómo hará la Argentina para pagar la deuda en 2020, cuando ya no entre más dinero del FMI? y ¿está en condiciones Cambiemos de ganar las elecciones teniendo en cuenta el impacto de la crisis?

Conseguir la estabilidad del dólar es la mayor urgencia y el Banco Central parece haberlo logrado. Sobre todo luego de haber mostrado el último miércoles un margen mayor de intervención en el mercado cambiario, tras el visto que llegó desde el FMI.

Un tipo de cambio con menos volatilidad es una condición imprescindible para soñar con una salida de la crisis. Pero es apenas un inicio de larguísimo camino hace la recuperación. La luz al final del túnel todavía no se ve.

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