Es cierto y plenamente conocido que hoy muchas personas o la gran mayoría de ellas cuentan con una vida agitada, plagada de ansiedad, sobrecargada de responsabilidades y trabajo, preocupaciones y una alta dosis de estrés. A veces reales todas ellas y otras impuestas. Hasta aquí nada nuevo. Pero también es verdad que hay varias formas de minimizar los efectos negativos de este tipo de vida con los que se carga día a día. Múltiples recetas nos incitan a meditar,cantar, hacer ejercicios de respiración, poner en movimiento nuestro cuerpo, bailar, escribir, dibujar, pintar y también leer.
Estos textos son buenas opciones para desconectar (sobre todo de la tecnología), son pequeñas joyas que pueden hacerte centrar tan siquiera diez o quince minutos en una historia atrapante y cercana a lo ideal, en el momento y lugar de la casa que cada uno elija.
- “Un taxi a la felicidad” de Baptiste Beaulieu. Cuenta la historia de un médico afligido y pesaroso que se encuentra con una conductora muy especial.Ella le propone en una semana cambiar su propósito de dejar de vivir. El relato se desplaza sobre el tema del desaliento y la esperanza de volver a resignificar la vida.
- “La tregua” de Mario Benedetti. Relata la tregua que le dará la vida por medio de una nueva oportunidad a un hombre próximo a la jubilación y viudo que solo sabe vivir aferrado a la rutina de su trabajo en una oficina y a la conflictiva relación con sus hijos ya adultos. ¿Qué más decir del gran escritor, poeta y cuentista uruguayo integrante de la generación del 45?
- “Siddhartha” de Hermann Hesse definió esta obra como un “poema hindú”. Aquí se inicia un viaje no solo geográfico sino espiritual. Abandonar un estilo de vida, descifrar el encuentro de un hijo, redescubrir el significado de la amistad, la soledad, la sabiduría y trazar una nueva línea personal y espiritual.
- “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. El autor escribió esta historia en 1932 y narra los sucesos que acontecen entre clonaciones, génetica avanzada y selectiva, en una aparente democracia pero que enciende una fulgurosa dictadura de consumo, entretenimiento y sumisión.
- “4 3 2 1” de Paul Auster. En esta historia se presentan cuatro versiones de una misma vida, la de Archie Ferguson o de cuatro personajes diferentes que comparten el mismo nombre, según como se lo vea. Las vidas de Archie toman senderos distintos atravesados por las circunstancias que lo modifican todo. Se replantea así el concepto del destino que determina la propia vida y su naturaleza.
- “Palmeras en la nieve” de Luz Gabás. Este libro tuvo el proceso inverso, según mi experiencia, fue uno de los pocos que primero descubrí convertido en película y luego leí. Hecha esta aclaración, bien valen la pena ambas opciones.
Está ambientada en 1953, donde Kilian deja su frío pueblo junto a su hermano Jacobo para instalarse a trabajar cultivando cacao en una isla cálida y eternamente verde, donde los espera su padre. El amor de uno de ellos por una nativa será un obstáculo más que deberá enfrentar, acompañado de las complicadas circunstancias históricas y políticas de esa época entre los habitantes de la colonia y los españoles. Al llegar al final se logra desentrañar el misterio que comenzó con la aparición de una vieja carta.
Tal vez el acto de leer logre dejar un rato de lado la rutina, las múltiples y variadas preocupaciones mundanas.Cierto es que los humanos gozamos y disfrutamos de esta capacidad milagrosa que nos abre ventanas para conocer el mundo y las personas que en él habitan, que tiende puentes para que nos encontremos y derriban puertas para entrar donde nunca hemos imaginado . Construir así nuestro propio reino no estaría nada mal en estos tiempos revueltos.
