Tres semanas atrás José Recchia asumía un nuevo desafío como Secretario de Turismo de la ciudad de Ushuaia. En plena temporada decidimos hablar con él para conocer cuáles son las primeras impresiones sobre este 2018 para el sector y concretamente en qué están trabajando.
«En cuanto al trabajo general de la Secretaría, me encontré con un equipo extraordinario, gente que sabe lo que hace y con voluntad de hacer, con muchas inquietudes y proyectos por salir. Al primer día que llegué a la Secretaría me reuní con los directores y la directiva fue sacar todos los proyectos que podamos tener. Y los que podamos soñar, para más adelante. Ahí aparecieron varios, como el Waia, como la aplicación que es un proyecto que se venía trabajando hace 3 años que venía medio postergado a las prioridades de trabajo».
¿Cúal es su primer balance de la temporada de invierno?
«Recién empezó a repuntar algo en esta semana, porque venía todo muy tranquilo. Depende de la categoría, pero estábamos un 20/25% más abajo del año pasado y esperamos terminar con menos del 10% de diferencia del año pasado. Ojalá sea así.
Tenemos más de mil camas. Quiere decir que si se modifica el 5 o 10% se modifica mucho y después cuesta remontar esos números».
¿A qué se puede atribuir la baja y ahora el repunte?
«Empezó a venir el turismo de Brasil y el nacional también. Pueden existir dos o tres situaciones diferentes. De pronto, cuando el Mundial fue en Brasil, contrario a lo que pensamos los brasileños salieron corriendo de su país para evitar la llegada de turistas. Y tuvimos mucha gente de esa procedencia. Ahora, con el tema del Mundial, por lo pronto al que le gusta esquiar, se fue a Rusia y el que tiene poder adquisitivo fue allá y también viene a esquiar. Entendemos un poco que fue por eso y además, si bien ya se restableció, el vuelo Ushuaia-Calafate que son 3 días a la semana y eso complica un poco la situación».
¿Preocupa la falta de nieve en la Ciudad?
«No, contrario a lo que parece, hace 15 días atrás nevó mucho y deberíamos haber tenido más gente en ese momento que ahora. De hecho, el Cerro (Castor) está bien, las pistas están en óptimas condiciones, no afecta para nada. Por ahí afecta a los que vivimos acá, que no vemos nieve en la ciudad y parece que no hubiera nieve en ningún lado. Por otra parte, al que no viene a esquiar, disfruta de las actividades de invierno que no son precisamente el esquí».
Entre los proyectos que me decía al principio ¿Hay alguno que tenga que ver con actividades invernales dentro de la ciudad?
«No espacios físicos. Existen proyectos como la APP. No está pensado reabrir la aerosilla o la Laguna del Diablo. Ese tipo de proyecto no. Lo que hay son de verano, por ejemplo para disfrutar del Trekking. Antes el pasajero avisaba en la recepción del hotel si se iba a caminar uno, dos o tres días a la montaña. O mucho antes, hace 15 o 20 años se avisaba en la oficina de turismo municipal. Ahora, se está trabajando en una aplicación para avisar directamente desde ahí, con el wifi del hotel antes de salir, por supuesto dando todos los datos personales, diciendo dónde está alojado y dónde irá a caminar, además de la hora estimada de regreso. Eso da una seguridad para que no se dispare automáticamente el grupo de rescate. También para tener alguna orientación de dónde está perdido, en qué zona.
También está el Waia, caminando la historia dentro de la zona urbana, que va a poner en valor casas, espacios. Es una APP de 16 puntos por ahora de la Av. Maipú. Por ejemplo, en la categoría 1, cuando apretás un totem, se despliega texto y foto de la vivienda. En la caterogía 5, te parás frente a la iglesia vieja y sale una foto muy antigua donde está la iglesia sola con la bandera argentina al lado y le han hecho una simulación de nevada. La verdad está muy buena, con ese colorido que tienen las fotos antiguas. Después en la categoría 10 vas a poder ver, apuntando al presidio, al tren que sale y se va para el parque. Son fotos viejas que se le ha dado animación, y por supuesto, los presos arriba del tren y la Maipú sin nada, sólamente la vía al costado del agua. Otra es el Monte Cervantes, que si apuntás hacia el canal, podés ver perfectamente cómo se va hundiendo. Es un sistema novedoso y en el país entendemos que no hay en ninguna parte».
¿Cuándo entraría en funcionamiento?
«La intención es en diciembre. El 3 de ese mes se cumplen 90 años del aterrizaje de Günther Von Plüschow. La idea es terminar con la aplicación para esa fecha, porque se podrá ver cuando aterriza en el canal.
Es más que nada prueba y error, por ahí mi generación mira medio de refilón a la tecnología, pero los chicos me dicen que se puede terminar. Lo que hay que ver después es el peso para los teléfonos y ver si se debe hacer alguna modificación».
Al conocer el sector hotelero y gastronómico de Ushuaia, ampliando al turismo en general ¿Dónde hay que trabajar más o hacer mayor incapié para nivelar hacia arriba?
«Uno de los ejes centrales que hablamos en las Cámaras y el Estado está acompañando, tal vez no con la velocidad que uno quisiera, pero algo se está haciendo, es invitar a todos los que tienen alojamientos informales, que los ofrecen para el turismo, a averiguar y habilitar. Esto es tanto en el municipio, como en el INFUETUR. Primero para que los propietarios no tengan una desgracia, que un día se levanten y se queden sin nada. No hablo de que se queme la casa, si no que haya juicio por medio y se van a quedar hasta con lo que no tienen de existir una demanda judicial. Por otro lado, para tranquilidad de los pasajeros.
Hay mucha inversión de años, tanto de las Cámaras, Municipio, Provincia y Nación para que Ushuaia tenga una marca destacada en el mundo y no puede ser que porque pase algo en la casa de «Juancito» se hable mal de la ciudad en todo el mundo. Si pasa algo, no pasa en determinada casa, pasa en Ushuaia. También están las agencias online, como Booking o Despegar, que son solidariamente responsables si están ofreciendo alojamientos informales, por lo malo que pueda pasar en ese lugar, por ofrecer el producto aunque sea de manera virtual. En eso hay que trabajar mucho. Concientizar a los propietarios y velar por la seguridad de los pasajeros que es el gran desafío que tenemos todas las empresas de turismo. Que se encuentre bien atendido, con calidad, con un buen servicio. Habilitándose estos espacios, pueden gozar de capacitaciones para el personal y eso vuelve en servicio y facturación. Que todo el mundo se vaya hablando bien del destino».