Periodista de Tierra del Fuego.

La pandemia ha sido un evento de cambio para todo el mundo. Lo que comemos, que hacemos en nuestro tiempo libre y hasta los trabajos han sido modificados de maneras impensadas para muchos. De la pandemia también derivó una profunda crisis económica en la provincia, que ha mermado las inversiones privadas. No obstante, algunos empresarios y grupos siguen apostando, como es el caso del Hotel Albatros que durante la pandemia continuó la construcción de locales comerciales y la ampliación del hotel, esperando finalizar la misma para 2022.

Si analizamos un poco el contexto del país y de la provincia, resulta difícil hablar de invertir o siquiera mantener muchos emprendimientos en funcionamiento, ya sea por las diversas restricciones en movilidad por el territorio o el bajón en el consumo, por lo que resulta loable y para destacar continuar con proyectos de tal magnitud. Este sostenimiento deriva en puestos de trabajo, que continuaron en un período más que complejo para muchos y muchas ushuaienses.

Hablando un poco de la obra en sí, que cuenta con mano de obra 100% local y materiales, ofrecerá una superficie de 3700 m2, dividiéndose en locales comerciales a la calle San Martín, un área gastronómica, además de extender la capacidad del establecimiento hotelero. Esto representará un cambio al paisaje de la calle comercial por excelencia de la ciudad: lo que antes era una dependencia estatal pasará a contar con nuevos comercios, que a su vez abrirán más de los tan necesitados puestos laborales, rondando los 50 en plena temporada turística.

Para los que llevamos más en la isla, el Hotel Albatros siempre ha sido un símbolo de esa idea del mítico gobernador Campos de potenciar el turismo y la inversión en aquel recondito lugar del mundo que sólo contaba con menos de 5.000 habitantes. El Albatros abrió sus puertas en 1966 y servía de lugar de estadía para aquellos que viajaban en la aerolínea LADE. Este hotel fue el centro neurálgico de la ciudad y mucha de la historia de la ciudad pasó por entonces por sus salones y galería comercial.

Campos no se quedó conforme e inició una reacción en cadena que impulsaría la creación de la Hostería Alakush en el Parque Nacional, la Hostería Petrel en el Lago Escondido, la Hostería Kaikén en el Lago Fagnano y el Hotel Yaganes en Río Grande. Podríamos decir, que así arrancó la historia del sector turístico fueguino, ya pensando en un esquema provincial aprovechando nuestros bellísimos paisajes. Con este crecimiento llegó el interés del resto del país por la provincia, con las visitas del presidente Arturo Frondizi y el representante del Senado José María Guido, así como sendos ministros, senadores, diputados y embajadores.

En 1982, tras un incendio, el sueño del Albatros quedó truncado, pasando por un proceso de reconstrucción que terminaría con su galería y parte comercial. Ya adentrándonos en la crisis de 2001, el hotel iniciaría un proceso de quiebra y una toma del edificio por sus empleados a fin de recibir el pago de sus salarios. Desde el 2002 en adelante, bajo un nuevo grupo empresario a cargo del mismo, el hotel fue recuperando lentamente ese prestigio y posición dentro del mercado ushuaiense. Ya sea a través de conferencias, eventos sociales o deportivos, el Albatros volvió a hacer crecer su nombre y, así también, el de la ciudad de Ushuaia, recuperando paso a paso su historia.

En 2022, 20 años después de su renovación, el este histórico establecimiento volverá a contar con un un espacio comercial y gastronómico para no sólo servir a sus pasajeros, sino a los fueguinos que se acerquen. Si bien será con otra lógica muy distinta a la de sus inicios y con otro tipo de servicios, volverá a ser un espacio de reunión, charlas y hasta un poco de política, en una ubicación tan crítica como es el corazón de la San Martín.

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