Director del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). Fueguino

Desde hace meses la agenda económica ha sido monopolizada por las discusiones en torno al derrotero del dólar. Sin embargo, lentamente la pata productiva de nuestro país ha dado algunos indicios de recuperación luego del colapso generado por el tándem crisis macroeconómica y pandemia.

En el informe de septiembre del Indec sobre utilización de la capacidad instalada, se observa un nivel general del 60,8%, superior al 57,7% de septiembre de 2019. Es decir, la economía ya está en niveles superiores a los de pre pandemia. Por otro lado, es el mejor resultado en lo que va del año, superando a febrero (59,4%).

Los sectores que están por encima de este rendimiento son los productos minerales no metálicos (77,8%), papel y cartón (71,2%), sustancias y productos químicos (69,8%), entre los más destacados.

Por otro lado, los rubros más rezagados son los productos textiles (48,5%), la industria automotriz (46,2%) y la metalmecánica sin automotriz (44,7%). Lo paradójico es que estos dos últimos sectores de la economía, mas allá de estar por debajo del promedio, se encuentran en mejor situación que en el mismo periodo del año pasado. Para ser más gráfico, el sector automotriz viene de un 37,4% y el metalmecánico sin automotriz de un 40%.

Para sumar más datos respecto a esta tendencia, el Informe de Panorama Productivo del CEPXXI, mostró que para el periodo enmarcado entre el 12 de octubre y 11 de noviembre la actividad industrial creció un 3,5% respecto al mismo periodo en 2019 teniendo como base explicativa el aumento en el consumo de energía en 141 empresas de un total de 261 relevadas.

Estas mejoras generales en los niveles de actividad se ven impulsados por una recuperación del consumo, en buena medida fogueado por el mayor nivel de movilidad experimentado en el Área Metropolitana de Buenos Aires gracias a una evolución favorable en los números vinculados a contagios de covid-19.

No es menor el efecto de algunos programas de fomento al consumo como el Ahora 12 y Previaje. El primero tuvo modificaciones importantes, como los tres meses de gracia para el pago de las compras, logrando que en octubre los gastos por este medio sean un 29,7% mayores a septiembre y 30,8% por arriba de la primera quincena de marzo. En el segundo caso, se trata de la famosa iniciativa del gobierno para fomentar el turismo durante el 2021, en donde se reintegra a las y los consumidores el 50% de las compras realizadas en pasajes de avión, hoteles y paquetes turísticos.

En definitiva, mayor movilidad sumada a una política agresiva de fomento al gasto de los hogares terminó apalancando la reactivación de la demanda, y en definitiva de la actividad en general. No obstante, continuamos muy lejos de niveles aceptables en términos productivos.

Será interesante ver cuál es la estrategia del gobierno nacional para mantener y profundizar esta tendencia durante los siguientes meses. Por lo pronto, la eliminación del IFE en diciembre será una variable a tener en cuenta y a analizar. Sobre todo, en un mes históricamente caliente en nuestro país.

Por último, un frente a tener en cuenta es el del comercio exterior, que, si bien sigue siendo superavitario, empieza a mostrar síntomas de desgaste debido a las caídas en las exportaciones y los incrementos en las importaciones para, entre otras cosas, suplir de insumos a una industria en reactivación. En fin, el dilema de siempre respecto a cómo mejorar el consumo interno sin perder en el frente externo.

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