Lic en Turismo. Viajera por opción. Políglota Especialista en Viajes de Grupos e Incentivos por más de 15 años.

El Cairo es la capital de Egipto, es la mayor ciudad del mundo árabe tanto en occidente como de África. Su área metropolitana tiene 16 millones de habitantes, ubicándola en el puesto numero once  a nivel mundial entre las ciudades mas densamente pobladas.  Está lcoalizada tanto en la ribera como islas del río Nilo, precisamente al sur del Delta. Fue fundada en el año 116 a.c. en donde hoy encontramos el Viejo Cairo, antiguamente los Romanos, en ese lugar,  reconstruyeron una antigua fortaleza persa a orillas del Nilo. Antes de su fundación, Menfis entre otras ciudades era la capital del imperio faraónico. Pero, finalmente, El Cairo se convirtió en capital en 1952.

Luego de casi cinco horas de vuelo desde Madrid, llegamos con mi papá al destino de noche, recuerdo hacer migraciones con el guía que ya nos estaba esperando dentro del aeropuerto,  ahí mismo nos hicieron la visa egipcia y la pegaron en el pasaporte. No soy muy amante de arribar a un nuevo destino de noche, la percepción es totalmente diferente si lo haces de día, pero bueno, se dio así,  por suerte estábamos con esta persona que te asistía en todo, caso contrario me hubiera sentido a la deriva.

Decidimos alojarnos en Giza por tres noches, en la zona de las Pirámides, para mi no se justificaba estar en El Cairo cuando casi no podes salir por tu cuenta de noche, sumado a que prefería mil veces tener la mejor vista  desde la  habitación, nuestra daba directo a las Pirámides, increíble hotel, su servicio, gastronomía, su zona de piscinas, la verdad lo recomiendo 100%.

Vista desde el balcón

El primer día amanecimos ultra temprano,  el desayuno buffet era interminable con mil opciones para elegir, ideal para brunch pero no era el caso ya que lo tomamos al alba, cuasi de noche. Nos pasaron a buscar y fuimos de city tour hacia la capital. Estaba previsto recorrer el día completo, quedé un poco descolocada con el tráfico hacia el centro, por ejemplo no existe el semáforo, en el medio de la autopista los autos paraban como si nada, y ni hablar de la densidad de autos que encontramos en el camino. Llegamos al Museo Egipcio, situado en la reivindicativa plaza Tahrir ( famosa plaza por ser el epicentro de todas las rebeliones, protestas, etc), tiene la mayor colección de objetos de la época del Antiguo. Construido en 1902 para proteger los tesoros a nivel nacional, no fue hasta en 1922 con la llegada de las 3500 piezas del tesoro de Tutankamón, que se convirtió en uno de los lugares más visitados del país. La colección se ha ido completando con la recuperación de muchos objetos que fueron robados.. Hay mil cosas para ver, pero no hay dudas que ahí está el origen de todo. Nos preguntábamos con mi papá, al ver cuchillos, especies de martillos,  armas, como puede ser que hayan creado esos elementos hace miles de años, de no creer. Estar ahí, es volver a la antigüedad sin escalas. Súper Interesante. Altamente recomendable.

Una vez finalizada la visita, nos dieron tiempo libre para recorrer el  Bazar de Jan el-Jalilix es, sin ninguna duda, una de las mejores cosas que hacer en El Cairo. Su comienzos se remontan al 1382 cuando era un lugar de descanso de las caravanas de comerciantes y poco a poco se fue convirtiendo, en un gran mercado con cerca de mil tiendas. En determinadas zonas del bazar se concentran puestos que venden productos similares, como el callejón de las especies o de las joyas.  Recorrimos las famosas calles de Sikka Jan el-Jalili y Badestan, que todavía conservan la antigua esencia de sus origines, y otro lugar popular que fuimos fue el café de Fishawi, que lleva abierto más de 200 años sin interrupción. La verdad que es una zona muy laberíntica, muchas veces caminábamos con cuidado porque sinceramente no entendíamos NADA!!!!!

Finalmente fuimos a una especie de fortaleza, donde se encuentra uno de los mejores miradores de la ciudad, esta ciudadela, tiene muros super anchos y grandes torres, fue construida por orden de Saladino en 1176 para defender la ciudad de los ejércitos cruzados. En el interior podemos ver la Mezquita al-Nasir, con sus minaretes decorados de azulejos, el Palacio Gawhara de estilo otomano, la Tumba de Mohammed Ali, el Pozo de Yusuf y sobre todo, la impresionante Mezquita de Muhammad Alí. Esta mezquita conocida también como la Mezquita de Alabastro, se construyó entre los años 1830 y 1848 siguiendo el modelo de la mezquita de Santa Sofía de Estambul, la verdad me encantó,  especialmente su interior, en el que hay que vestir adecuadamente, para sentarse en el suelo de la inmensa bóveda central, decorada con mosaicos y piedras preciosas,  momento único donde te olvidas el caos y el ruido de las calles.

Mezquita del Alabastro

Nuestro segundo día estaba lleno de expectativas ya que desde chico quien no soñó con conocer esas famosas pirámides en el medio del desierto,  la típica postal que todo el mundo conoce. Despertamos tempranísimo para variar,  y allí nos embarcamos para empaparnos de historia antigua. Es muy loco llegar y verlas con el desierto rodeándolas y si miramos hacia atrás, tenemos la ciudad llena de construcciones, es decir, esta última imagen nunca te la muestran. Hicimos una caminata con el guía, quien nos iba contando un poco de la historia e hipótesis de construcción,  seguíamos preguntándonos con mi papá cómo lo habrán hecho? Tienen tal perfección que llegas a pensar que era imposible que lograsen eso hace miles de años.  Esta maravilla del Mundo Antiguo edificada alrededor del 2500 a.C., está formada por tres grandes pirámides con las tumbas de los faraones Keops, Kefrén y Micerinos.

Complejo de pirámides

La creencia en el Antiguo Egipto era que construyendo estas pirámides, en las que se reflejaban los rayos de luz, los faraones alcanzarían la eternidad y un lugar entre los dioses en la otra vida.

Podíamos ingresar en el interior de la pirámide de Keops, pero la verdad como no era apto para claustrofóbicos, mejor la miramos de afuera jajjaja. Además de las Pirámides, se encuentra la Esfinge de 20 metros de altura, que con su famoso perfil, se ha convertido en otro de los símbolos del país.

Fueron días intensos, cargados de mucha historia, previos a un viaje espectacular por El Nilo el cual les contaré en otra oportunidad, pero si puedo asegurarles, que la mejor cena de despedida fue a través de un room service, ni mas ni menos en el balcón de la habitación viendo las pirámides totalmente iluminadas, esa imagen permanecerá en retina por siempre.

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