Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Leopoldo Marechal (1900-1970) aportó desde su pluma una trilogía compuesta por: “Adán Buenosayres” (publicada en 1948), “El Banquete de Severo Arcángelo” (publicada en 1945) y “Megafón de la Guerra” (publicada en 1970).

Quizás su primera novela sea la mas reconocida en el mundo literario y la que mayor carga poética abarca.

Se encuentra desglosada en tres partes. La primera remite a la iluminación del protagonista y el paseo desandado por los escenarios gauchescos y los arrabales de la ciudad de Buenos Aires.

Su parte central muestra un contraste entre la vida, los sentimientos y las sensaciones de Adán.

La última parte revive un sueño del personaje principal atado a la presencia del astrólogo Schutze, quien lo acompaña hasta el mismísimo infierno de Buenos Aires y la carga de sensaciones y vivencias de sus habitantes. Este lugar se dio en llamar Cacodelphia y se accedía a este mundo subterráneo por el tronco de un ombú.

Es así como en la obra de Marechal coexisten varias ciudades de Buenos Aires, una es sustancial mientras que la otra agrupa diversidades atadas a los conflictos y contradicciones sociales y culturales. Tanto aparece el barrio, el suburbio y el prostíbulo como la casa lujosa.

Leopoldo Marechal fue un intenso pensador libre que por diversas razones se ha mantenido en el olvido y distante de la lectura popular.

Una vez publicado “Adán Buenosayres” una de las pocas personas que destacaron su libro fue un joven escritor llamado Julio Cortázar.

La escritura en clave de Marechal forma parte fundamental de la novela. Detrás de los personajes principales se reconocen características de personalidades que lo acompañaron desde la amistad como Xul Solar (personificado en su obra en el astrólogo Schultze), el filósofo Samuel Tesles recuerda a Jacobo Fijman (poeta judío, convertido posteriormente al catolicismo), Jorge Luis Borges como el poeta ciego Luis Pereda, Raúl Scalabrini Ortiz puesto en la piel del petiso Bernini o Victoria Ocampo parodiada como Titania en el Infierno de la Lujuria.

A pesar de las omisiones involuntarias o no, hoy nos reconocemos en su literatura asentada en el patrimonio cultural argentino y latinoamericano que quedó impreso en sus novelas, cuentos, obras teatrales y poemas.

Nunca es tarde para resguardar y recuperar el proceso creativo de este autor y así coronar su obra.

Adán Buenosayres (Libro Quinto, Parte III)

…»Pero sólo me fue dado rastrearte por las huellas peligrosas de la hermosura; y extravié los caminos y en ellos me demoré; hasta olvidar que sólo eran caminos, y yo sólo un viajero, y tú el fin de mi viaje»…

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