Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

“Habíamos concluido de cenar. Frente a mí, el banquero, mi amigo, gran comerciante y acaparador notable, fumaba como quien no piensa.

La conversación, que había ido apagándose, yacía muerta entre nosotros. Intenté reanimarla, al azar, sirviéndome de una idea que me pasó por el pensamiento. Me di vuelta hacia él, sonriendo.

– Es verdad: me dijeron hace días que ud. en sus tiempos fue anarquista…

– Fui, no: fui y soy. No cambié con respecto a eso. Soy anarquista.

– ¡Ésa sí, que es buena! ¡Usted anarquista! ¿En qué es ud. Anarquista?… Sólo si ud. le da a la palabra cualquier sentido diferente…

– ¿Del habitual? No; no se lo doy. Empleo la palabra en el sentido habitual.”

Así nace este texto, “El banquero anarquista”, publicado por Fernando Pessoa en 1922.

Refleja la charla de un hombre desconocido, sin nombre, con un adinerado banquero a modo de diálogo filosófico.

Este cuento con formato de ensayo apareció por primera vez en las páginas de una revista literaria llamada Contemporánea.

Esta obra no es mas que una sátira que lleva a evidenciar un drama que alude a profundas reflexiones sobre la libertad, el individualismo y los posicionamientos personales y colectivos ante las crisis (políticas, económicas y sociales).

El relato trata de explicar como aquel hombre con una ocupación puntual, puede considerarse activo participante del ideal anarquista; el cual se asienta en la teoría que la sociedad puede lograr un equilibrio de los individuos con libertad plena y autonomía, dejando de lado la participación del poder del Estado.

Así el banquero desenmaraña cada uno de los cuestionamientos que su amigo le hace para llegar a afirmar sin temor y con fuerte tono de proclamación que es “el más anarquista de los anarquistas”.

La contradicción de su interlocutor radica en cómo el banquero puede enriquecerse y paralelamente propugnar una idea de libertad y de cooperación colectiva, además de teorizar sobre la desigualdad desde la comodidad de su sillón.

Para ello justifica, en gran parte, la existencia de los “anarquistas estúpidos” y los “anarquistas inteligentes”.

Sin un solo rasgo de humildad, obviamente basa esta clasificación (arbitraria por cierto) en su exitosa sagacidad y su habilidad dentro del campo de los negocios.

Para eso redunda en lo que da en llamar “ficciones” que no son mas que los pactos sociales establecidos como la religión, la familia, pero él pone el ojo especialmente en el dinero. Este bien tangible de intercambio, parece no importarle, sin embargo lo posee sobradamente. Este argumento es bastante paradójico ya que trata de prescindir de aquello que acumula y disfruta gustosamente.

En definitiva “El banquero anarquista” trata de resolver un enigma cimentado en una tesis del protagonista y su contradicción entre la fría teoría y la practica.

Fernando Pessoa fue quizás uno de los escritores portugueses mas conocidos en el mundo. “El Libro del desasosiego” fue tal vez su obra mas importante. La escribió bajo el seudónimo de Bernardo Soares.

Pessoa fue un escritor misterioso que vestía diferentes disfraces, adoptó numerosos nombres para firmar su obra, pero una parte de ella aun no ha sido publicada (algunos de ellos fueron: Ricardo Reis, Álvaro de Campos, etc).

Fue como internarse en un laberinto colmado de múltiples personalidades que lo hacen cada día mas enigmático.

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