Director del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). Fueguino

En los últimos días, se habló mucho sobre cuál sería el mensaje del Ministro de Hacienda, Martin Guzmán, en la Cámara de Diputados respecto a diversos temas relacionados con el devenir de la economía nacional.

El tema central, obviamente, estuvo vinculado con la renegociación de la deuda y la estrategia a emplear para salir adelante en esta temática. En este sentido, Guzmán explicó la necesidad de ir discutiendo paso a paso en el ámbito del Congreso Nacional, los movimientos necesarios para llevar a buen puerto esta situación. Desde la ley de emergencia económica, con impuesto PAIS mediante, pasando por la Ley de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Publica emitida bajo legislación extranjera (la cual otorga marco al Poder Ejecutivo Nacional para renegociar), hasta los pasos a dar en los próximos meses expresan la necesidad de involucrar a todo el arco político argentino en la búsqueda de consensos mínimos para enfrentar la negociación con acreedores desde una postura más solvente y fortalecida, según afirmó el Ministro.

Por otro lado, Guzmán enfatizó que la Argentina vive una profunda crisis económica y social, con una deuda externa que si no se resuelve empeorará la situación paupérrima que ya vivimos. Los datos hablan por sí solos. Mas de dos millones de personas cayeron en la pobreza en los dos últimos años y, en el sector infantil la misma escala por encima del 42%. Eso habla de una sociedad que socava el futuro de las generaciones venideras. El pbi cayó en 3 de los últimos 4 años. Así también hubo un importante crecimiento de la deuda pública sin crecimiento de la producción, lo cual somete al país a una espiral recesiva.

Los países no salen adelante hasta que la deuda que mantienen no deja de pisar a su economía. Esto sucede porque la carga de intereses a pagar hace que la capacidad del estado para intervenir en la economía merme y se contraiga, por cuestiones presupuestarias. Cuando hay contracción, hay incertidumbre, y el sector privado también se retrae. Esto genera una caída en la demanda agregada, profundizando la debacle preexistente, aumentando la desigualdad. Las crisis afectan de manera asimétrica a la población, los que más sufren son los que menos tienen, sostuvo el Ministro.

Por otro lado, explicó que es condición necesaria sacarse de encima la carga de deuda que no se puede pagar para revertir esta situación. Tanto la teoría económica como la evidencia empírica demuestran lo mismo. Si los países no resuelven la carga de deuda insostenible, no se puede crecer. En Argentina, lo que sucede es consecuencia de un colapso muy fuerte de un esquema económico. Más allá del optimismo generado al principio del gobierno anterior, la realidad es que el ingreso de capital fue al sector financiero y no al productivo. Esto configura un cuadro de menor producción y mayor deuda. Para revertir esta situación había que reemplazar la prioridad de lo financiero por lo productivo, en donde se pueda llevar calma a los habitantes de la nación.

Guzmán sostuvo que hay problemas coyunturales, pero también estructurales. Para que el crecimiento se sostenga en el tiempo es necesario que el país tenga mayor capacidad de exportación. Si hay crecimiento interno, pero no hay más exportaciones, el saldo neto del comercio exterior será deficitario, incurriendo en ciclos conocidos como stop and go vinculados a la restricción externa (falta de dólares para financiar el desarrollo). Esto genera un ambiente de inestabilidad muy fuerte que impide el desarrollo. Es una tendencia que hay que romper.

¿Qué se busca desde la asunción de Alberto Fernández? Definir un horizonte. Apuntar a una estructura productiva distinta, con un grado de diversificación productiva diferente, que permita a su vez la inclusión social. Por otro lado, se busca estabilidad, es decir, consistencia macroeconómica. Uno de esos temas es resolver la falta de confiabilidad del peso argentino y que comience a existir ahorro en moneda nacional, tarea nada sencilla.

Una buena parte de las medidas tomadas no constituyen características estructurales. Son más bien de emergencia, medidas para detener la caída libre en la actividad. Lo que había que atacar era la caída de la demanda y la elevadísima tasa de interés, la cual ahogaba toda perspectiva de inversión productiva y paradójicamente era inflacionaria porque implicaba mayores desembolsos de las arcas públicas para pagarlos. Sin un cambio en la estructura impositiva y con una economía cayendo, la única forma de recaudar más era con una inflación alta. Por otro lado, nuestro país se quedó sin crédito externo en abril del 2018. Esto impide refinanciar la deuda por vías tradicionales. Esto llevo a tomar medidas para aumentar la recaudación con el fin de generar una secuencia en donde además de tener espalda para el pago de la misma, se pueda tener capacidad para dinamizar la demanda agregada y esterilizarla, en el sentido de que la misma se oriente a consumir producción interna.

Por otro lado, Guzmán afirmó que existe un plan integral y coordinación entre la política fiscal, monetaria y financiera. Hizo un fuerte hincapié en que nuestro país debe recuperar la credibilidad, y que hacer proyecciones a 5 o 10 años en la situación en la que estamos es contraproducente para recuperar esa credibilidad.

La conferencia continuó con una profundización en el diagnóstico de nuestra economía y con algunas pistas claras sobre cómo se va a encarar la negociación de la deuda. Esta no va a ser ni agresiva ni amigable, va a ser sostenible. Es decir, se pondrá como criterio principal la sostenibilidad del pago de la deuda en el tiempo en consonancia con un esquema económico que haga viable lo pactado. Guzmán por otro lado, señaló que hay culpas compartidas respecto a la situación que vive nuestro país, destacando como parte importante de esta responsabilidad al FMI por el desembolso excesivo e irreal para la capacidad de repago de nuestra economía. 

En los próximos días seguirá habiendo novedades respecto a los pasos a seguir en un contexto que se caldea tanto en el plano externo como en el interno y que demandará soluciones en las que seguramente no todos queden contentos. Sin embargo, el Ministro aseguró que la prioridad es el bienestar de la gente de a pie.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here