Periodista de Tierra del Fuego.

Este fin de semana me dedique a leer muchos posteos en las redes sociales sabiendo con que me iba a encontrar, pero de todas formas como soy un obstinado supuse que tal vez, estando tan cerca del comicio y teniendo en cuenta a los dirigentes que plantean que si no es “juntos” no salimos, me dije veamos que nos dicen las redes.

En estos días se dieron varios acontecimientos que claramente ponían de manifiesto las posturas de unos y otros ante la cercanía del 27 y está muy bien, que cada uno defienda su postura o al referente que quiera votar. Debate televisado (aunque con bajo rating), acto de la lealtad que armo el justicialismo en La Pampa y la marcha que el gobierno convocó este sábado.

Los politólogos  no pudieron ponerse de acuerdo quien perdió más en el debate, ya casi no se puede ver o escuchar a algún analista que no este de un lado o del otro y lo que debería ser la imparcialidad del análisis cuesta mucho. La mayoría de estos personajes en los programas de televisión son los que se equivocaron y feo en las PASO, pero de todas formas siguen dando cátedra de como debemos entender lo que nos están diciendo los candidatos.

De todas formas no me pareció que el debate sume o reste mucho más, porque al no permitir que puedan discutir temas entre los candidatos parecía más un discurso de cada uno de ellos sobre los temas que se planteaban y claro la infaltable chicana hacia el otro.

La verdad es que de todos los que van a presentarse el domingo 27 como candidato a presidente termina siendo  una discusión se centra en saber si la formula Fernández/Fernández mantendrá o aumentará la diferencia de los 20 puntos dada en las PASO o si Macri/Pichetto llegarán al balotage para obligar a una segunda vuelta.

Hasta ahí todo bien, uno puede entender que militantes de ambas partes usen las redes sociales para referirse a uno u otro acto en forma despectiva (podríamos decir es parte del juego) pero leer comentarios de algunos personajes de la vida intelectual del país referirse con el odio que lo hacen – y aclaro que tanto de un lado como el otro- da un poquito de vergüenza ajena.

No se si con la poca experiencia democrática lograremos sacar a este país adelante, gane quien gane, esta claro que los argentinos estamos divididos y lo peor del caso es que probablemente los que pierdan no van a hacer otra coas que ponerle piedras en el camino a los que les toque conducir los destinos del país. 

Ojalá aprendamos a respetarnos, tal vez las próximas generaciones sean las encargadas de ver que desde el odio es muy difícil construir cualquier cosa y mucho menos una nación.

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