Periodista de Tierra del Fuego.

Tolhuin es otra vez noticia con una decisión que enfrenta a vecino con vecino. Hace unas semanas la polémica pasaba por la presencia o no del “Árbol de la vida” y su readaptación con los cóndores y el corazón en la rotonda principal de la ciudad. Ahora, lo que genera opiniones encontradas es la votación de una ordenanza que propone izar la bandera del orgullo gay.

La ordenanza en cuestión plantea que 5 veces al año: 31 de marzo, 9 de mayo, 17 de mayo, 15 de junio y 28 de junio, la bandera del orgullo; el famoso arcoíris, esté presente en las instituciones municipales con el fin de visibilizar la diversidad de la comunidad LGTBIQ+. La idea es que este izamiento de la bandera sea un puntapié para promover la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

El proyecto se aprobó la semana pasada y desde que la sesión lo mencionó se sabía que iba a levantar polvareda: Tolhuin cuenta con una gran presencia de grupos religiosos. Así es como la Pastoral Evangélica de Tolhuin congregó a distintos grupos de la misma índole y vecinos del municipio para juntar firmas y avanzar en un proyecto de veto para presentarle al intendente Queno.

Desde los grupos religiosos plantean que la decisión debería ser de los vecinos y que, no obstante de no estar en contra de las decisiones personales de los individuos, no consideran que haya que izar una bandera de un colectivo social, porque no se estarían izando las de todos los que hay que representar.

Lo cierto es que el izar o mostrar la bandera  LGTBIQ+ es una forma de continuar el avance de los derechos de identidad: la autopercibida y la posibilidad del matrimonio igualitario. Hoy el Estado como conjunto tiene leyes para la protección de estas minorías a fin de facilitarle las herramientas necesarias para que se les garantice el derecho a la identidad, sea con DNIs acordes al género autopercibido o los tratamientos médicos necesarios. El reclamo podría tener una validez legal si la bandera se fuese a izar junto al pabellón nacional, lo cual es ilegal, pero la ordenanza no lo menciona. Incluye si, capacitaciones a funcionarios y agentes municipales.

Claudio Queno, que desde las elecciones busca mantener un perfil bajo, se deberá enfrentar a una ordenanza ya aprobada y un grupo considerable de personas que buscan su veto. Parece que esto, acumulado con la falta de presupuesto para el festejo del Día de Tolhuin le darán un inicio de octubre más que complicado desde lo político. Ya se lo había visto bastante relegado en el acto de iluminación del centro de Tolhuin, donde salió lejos de la gobernadora y el intendente electo, Daniel Harrington. Le tocarán, hasta el cierre de su gestión de 12 años, varios más de estos conflictos con los que deberá tener extremo cuidado. Los mismos también servirán de llamado de atención para la nueva gestión: en Tolhuin hasta lo más inofensivo puede ser el inicio de un nuevo problema.

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