Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Esta escritora sueca nació en 1858 y durante diez años ejerció la docencia, profesión que abandonó para dedicarse íntegramente a la literatura. En 1909 fue la primera mujer en la historia de los premios Nobel de Literatura en recibirlo y ya en 1914 era miembro de la Academia Sueca.

Quien hubiera imaginado que aquella niña tímida y enfermiza, ausente de los juegos infantiles comunes a su época, se convertiría en el primer premio Nobel de Literatura adjudicado a una mujer.

Podríamos suponer que la lesión en la cadera con la que nació Selma la acercaron a la lectura de Hans Christian Andersen, los hermanos Grimm, Alejandro Dumas y Walter Scott.

Ya en 1894 publica unos veinte cuentos cortos con gran éxito. Para el 1900 aparecerá su novela “Jerusalem”, basada en un viaje realizado a Tierra Santa con el fin de estudiar la vida de un grupo de campesinos suecos que habían abandonado su tierra natal.

“El viaje maravilloso de Nils Holgersson” le otorgó la mayor popularidad ente el público infantil. Si bien este fue un texto por encargo (de la Asociación Nacional de Maestros de 1902) a fin de dar vida a un libro de lectura para los niños suecos del nivel primario, rápidamente se convirtió en un clásico. Su publicación se efectivizó en dos partes, la primera de ellas en 1906 y la segunda en 1907. Constaba en total de cuarenta capítulos o lecturas.

La historia cuenta como su protagonista, un niño de catorce años, bastante fastidioso con los animales de la granja de su padre, queda convertido en un duende (el gnomo que había sido capturado por Nils le pide que lo libere pero como el niño se opone, él pasará también a ser un duende por medio de un mágico hechizo o castigo, depende cómo se lo mire). Ahora no solo ha reducido su tamaño, sino que además posee el poder de comprender el lenguaje de los animales. Así emprende un viaje maravilloso, la travesía migratoria de los gansos silvestres. Pero lo hará sobre el lomo de Martín, el pato doméstico de la granja. Un largo trayecto que durará de marzo a noviembre.

Se dice que Selma se inspiró en los cuentos de animales de Rudyard Kipling y le colocó sus condimentos especiales: amor a su país, a la naturaleza, otro poco de cultura, leyendas, mitos y folclore.

En este compendio de lecturas nunca dejó de lado la presencia de los valores como el esfuerzo, la superación, el respeto, la valentía, el compromiso y la amistad.

Tal vez el gran acierto de este libro radica en la combinación y dosis exacta entre lo mítico y lo mundano.

Así la Academia Sueca se rindió a sus pies y abrió por primera vez sus puertas a una mujer, que en sus inicios como escritora allá por 1891, recordaría la fusión incesante de leyendas paganas e historias cobijadas en la granja familiar de Marbacka, cercana a la frontera con Noruega.

Escribió sobre lo que ocurría a su alrededor, unió elementos románticos, populares y mitológicos.

Vivió defendiendo los derechos de la mujer y su participación en el hermético mundo de la literatura.

“La alegría es pena que se disimula, sobre la tierra no hay más que dolores” (Selma Lagerlöf 1858-1940). Pertenece al libro “El dinero del señor Arné” traducido al español como “El tesoro”.

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