Periodista. Fueguino por nacimiento y elección

Durante la mañana del lunes 22, los empleados de Tecnomyl, nucleados en el sindicato de Químicos y Petroquímicos intentaron hacerse escuchar en la sede del Ministerio de Trabajo de la provincia, secundados por distintos gremios y organizaciones políticas que acompañaron la fría jornada en la ciudad.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), SUTEF, la Bancaria, el Centro de Empleados de Comercio, SOIVA y el Partido Obrero fueron algunos de los presentes en la manifestación, que reunió a todos los referentes para una foto en la entrada del Ministerio.

A esta altura, el reclamo es conocido por la mayoría de los fueguinos, sin embargo en las últimas horas se conoció otro “detalle”, que no hizo más que alejar a las partes del conflicto: la firma de agroquímicos contrató nuevo personal, en peores condiciones salariales, para suplir al personal que mantiene el piquete en las afueras de la planta, a unos 20 kilómetros de la ciudad.

Con anterioridad –vale repasar- el gremio denunció el despido de una veintena de trabajadores en el marco de la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, cuando ya estaba en vigencia un reclamo relacionado a la mala liquidación salarial ejercida por la empresa.

En las últimas semanas, un comunicado de Tecnomyl puso de manifiesto la voluntad de sus responsables de avanzar con más inversiones en la provincia, con el objetivo de aumentar la producción, descartando de plano cualquier inconveniente económico.

“Estamos intentando siempre por buena voluntad simplemente del sindicato, porque de la empresa no hemos tenido ningún tipo de voluntad, presentando distintas propuestas”, describió  Javier Álvarez, secretario General de Petroquímicos, al comienzo de una entrevista con los medios presentes en el Ministerio, donde el gremio acercó una notificación para solicitar “la inspección y la intimación de la empresa” con respecto a todas las situaciones planteadas y la incorporación de nuevo personal.

En ese sentido, también hubo una aclaración: “No queremos que (los trabajadores nuevos) no tengan el trabajo, simplemente que se sumen a los que estamos afuera y sea una empresa más grande”.

En la misma alocución, Álvarez se refirió a “un aparato que opera contra los trabajadores” y enumeró a la Justicia –el juez interviniente emitió una orden para liberar los accesos a la planta- y a la Policía, que permanece custodiando la empresa.

El tema tuvo repercusión en los grandes medios nacionales, como C5N, sin embargo todavía no hay avances de una negociación que parece agotada. Por el momento los trabajadores permanecen en las afueras de la planta, mientras la decisión de tomar otro personal, por parte de los responsables de la empresa, parece más una provocación que un intento por acercar a los actores del conflicto. 

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