Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Cuando Génova y Venecia se declararon la guerra, Marco Polo, capitán de una galera veneciana, fue capturado por la flota genovesa y llevado a prisión. Corría el año 1296.

Permaneció tres años preso y fue él mismo quien relató a su compañero de celda Rusticiano de Pisa o Rastichelio de Pisa, escritor de profesión y preso político de la época, el material sobre los viajes que este realizó por Siam (Tailandia), Cipango (Japón), Java, Cochinchina (que corresponde a una parte de la actual Vietnam), Ceilán (Sri Lanka), Tibet, India y Birmania (Myanmar).

Así nació inicialmente “Il Milone” luego convertido su título en el “Libro de las Maravillas del Mundo”. 

Aquí cuenta de manera descriptiva con su testimonio en primera persona el modo de vida de la civilización china unida a sus mitos, riquezas y costumbres de todos los países por los que peregrinó este aventurero. Evidenció así los misterios de la lejana y enigmática Asia al igual que el lejano Oriente (detallado singularmente por su vasta memoria).

Este texto sirvió posteriormente para la elaboración de mapas, en conjunto con la contribución de Ptolomeo. 

Así fue la única fuente de información de Europa sobre la geografía de Oriente por varios años. Se cree que con todas estas novedades se encendió la llama que despertó a múltiples navegantes curiosos. 

Ya en el siglo XIII este viajero veneciano, descendiente de comerciantes exitosos exploraba Oriente y sus colosales riquezas y excentricidades. Ello sirvió posteriormente para que Cristóbal Colón explorase nuevos caminos que permitieron la comercialización, hallando por error el continente americano.

El interés por el lejano Oriente finalizó con el descubrimiento accidental de América en 1492.

Posteriormente otras rutas nacieron de la mano del navegante portugués Vasco da Gama, quien en 1947 y 1948; bordeando África estableció una nueva opción hacia el lejano Oriente.

Para algunos “El libro de las maravillas del mundo” y los relatos de Marco Polo llevaban una alta carga de realismo pero también se creía que otra parte estaba constituida por fantasía. Alegaban que era imposible recordar con tal exactitud objetos, caminos, rutas y sucesos de las innumerables experiencias viajeras del veneciano.

Encima no contribuía a dar veracidad que el texto contaba con incalculable cantidad de versiones que poco coincidían entre si.

Se cree que fue escrito por primera vez en latín para luego pasar al francés. Aunque muchos afirman que sus primeras letras fueron venecianas. Recién en 1503 se editó el texto en castellano.

Marco Polo murió después de redactar su testamento el 9 de enero de 1324.

Existe una anécdota referida a ese momento y cuenta que ya en su lecho de muerte, la familia le pidió que eliminase o corrigiese todo aquello que no fuera auténtico en sus historias. Empero Marco Polo se negó insistiendo:” ¡Solo he contado la mitad de lo que verdaderamente vi!”. En el prólogo de su libro, él también aseguraba que solo expresaba la verdad.

Más allá de todas las dudas que se han generado a través del paso del tiempo es innegable la importancia cartográfica que tuvieron sus relatos.

Fue como un moderno Ulises unido a tierras de osos pandas, panteras negras, bosques de bambú y campos sembrados de pimienta.

De cómo los dos hermanos llegaron en territorio del Gran Khan
“Y cuando llegaron en presencia del Gran Khan, éste les hizo muchas fiestas y les recibió con grandes honores y cortesía, y fue grande su alegría al verles. Les hizo varias preguntas sobre muchas cosas. Ante todo sobre los emperadores, de cómo mantienen el poder y administran justicia, cómo combaten y, en fin, cómo viven y lo que hacen, y los interrogó luego respecto a los reyes, a los príncipes y barones”. (Extraído del “Libro de las Maravillas del Mundo”).

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