Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

 

Sabido es que Truman Streckfus Persons, mejor conocido como Truman Capote vivió de manera vertiginosa, desenfrenada e incontenible. Fue periodista y escritor. Falleció un 25 de agosto de 1984, a los 59 años de edad. 

Tal vez su obra más reconocida sea “Desayuno en Tiffany”s” publicada en 1966, pero su libro “A sangre fría” lo elevó hacia la historia de los clásicos de la literatura distinguida en el mundo.Por ello se lo catalogó como uno de los precursores del “nuevo periodismo”. En ella combinaba la narrativa y el reportaje, la realidad y la ficción.

Entre sus obras figura “Música para camaleones” escrita en 1980 que marcó un antes y un después dentro de la narrativa breve. Con su gran capacidad de observación logró contar con palabras precisas lo cotidiano, lo real y lo extraordinario por igual.

Este libro contiene cuentos variados, atractivos y sugestivos. Está dividido en tres partes, en primer lugar inicia con seis piezas breves y continúa con una novela corta “Ataúdes tallados a mano”, finalmente aparecen “Conversaciones y retratos”, entre los cuales se destaca el texto en el que Capote acompaña a una empleada doméstica (asistenta) a sus lugares de trabajo y entrevista a un maníaco asesino encarcelado en San Quintín.

La novela  corta Ataúdes tallados a mano encuadra dentro del género policial y cuenta la historia de un asesino serial que deja un regalo a sus víctimas antes de asesinarlas. Leerlo significa entrar en el mundo de la investigación para convertirse, tan siquiera por un momento, en un detective, un Sherlock Holmes con pasión y encanto indiscutido.

Capote se introduce en el relato, juega con el engaño, el tiempo, los personajes, los testigos, el espacio y las conversaciones en las que parece estar.

Esta obra de suspenso deja de lado la tragedia al momento en que cada víctima potencial recibe un ataúd de madera para luego entrar en el purgatorio bajo diferentes metodologías(quemados, ahorcados, envenenados, ahogados,etc). Jake Pepper, el detective, interactúa con Truman explicándole una serie de crímenes sin resolver que ocurren en un pequeño pueblo del Estado del Oeste,un pueblo de granjeros. Así como en  “A sangre fría” Capote entabla una amistad con el investigador del caso y en “Ataúdes tallados a mano” ya conocía a Pepper desde antes del inicio de la investigación.

También en “Música para camaleones” aparece un cuento para disfrutar: Una luz en la ventana. En él, el escritor refiere a una experiencia personal dentro de su importante y agitada vida social. Una boda y un accidente actuarán como pretexto para detenerse en medio de la nada ante una ventana iluminada de una pequeña y humilde casa,al parecer acogedora gracias a la presencia de una encantadora anciana, un libro y una chimenea. Solo que se esconde un secreto inquietante y algo extravagante.

Así “Música para camaleones” además de estos dos bellos, creativos y sustanciales relatos comienza con la confesión de una crisis literaria atravesada por el propio autor.

Este libro es el último de su carrera, básicamente es una colección de relatos breves y una novela corta. Así como lo cuenta el propio escritor de puño y letra en su prólogo,buscaba una “escritura sencilla y comprensible para todos los públicos”. Un verdadero anecdotario levemente atravesado por la ficción.

Incluso este libro puede leerse por tramos, de forma dúctil y acompasada, con audacia y sin temor a caer en lugares comunes (ello nunca podría ocurrir bajo la pluma de Capote), en sentidos diversos y en cualquier orden que se lo desee.

Truman Capote fue un niño con una vida díficil, un cadete adolescente y posterior escritor  de la célebre revista The New Yorker, un autor que escaló hasta llegar a las celebridades más reconocidas de la sociedad neoyorkina y cuando el paraíso abrió sus puertas ante él cayó en el desenfreno,las enfermedades y las crisis literarias. Murió joven, acompañado tal vez por la única amiga que aún atesoraba, Joanne Carson.

Fue rico y famoso, amado y cuestionado, pero partió en soledad. Esa soledad que solo transpone a las leyendas.

A veces, no vale la pena cuestionar los estilos. Solo es suficiente estremecerse con el suspenso de las historias adornadas con detalles.

“La palabras me han salvado siempre de la tristeza” (Truman Capote).

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